La Academia de la Grabación ha anunciado una nueva categoría de los premios Grammy para el Mejor Álbum Country Tradicional, una medida que se produce pocos meses después de que Beyoncé acaparara los titulares al ganar el premio al Mejor Álbum Country con su disco «Cowboy Carter», número uno en las listas de ventas.
El cambio, revelado en un comunicado de prensa del 12 de junio en el que se detallaban las novedades de la 68.ª edición de los premios Grammy, refleja los esfuerzos de la Academia por distinguir más claramente entre los estilos contemporáneos y tradicionales dentro del ámbito de la música country. Como parte de la actualización, la categoría existente de Mejor Álbum Country ha pasado a denominarse Mejor Álbum Country Contemporáneo, y ahora habrá una nueva categoría que reconocerá específicamente la música country tradicional.
El momento en que se produce la reorganización de las categorías parece significativo, ya que se produce poco después de que «Cowboy Carter» de Beyoncé ganara el premio al Mejor Álbum Country, una decisión que desató un intenso debate, con elogios y críticas por parte de artistas, críticos y fans.
Para algunos, la victoria de Beyoncé supuso un gran avance para la diversidad en la música country. Para otros, representó un desafío inoportuno a los conceptos tradicionales de la música country y una confusión de las distinciones de género que antes eran claras.
La propia Beyoncé se sumó a la polémica sobre la mezcla de géneros, afirmando explícitamente en los días previos al lanzamiento del álbum que no se trataba de un álbum country y, en la campaña de marketing, proyectó las palabras «Esto no es un álbum country. Es un álbum de Beyoncé» en edificios de Nueva York.
La NPR elogió el álbum, alabándolo por traspasar los límites y «dar pie a un debate sobre la representación en la música country». The Harvard Crimson fue aún más contundente al destacar los matices políticos del álbum, afirmando que «no es solo música, es una reivindicación orgullosa de un género robado a la comunidad negra».
Por el contrario, Saving Country Music destacó la declaración de Beyoncé de que «este no es un álbum country» al enfatizar el controvertido desafío del disco a las normas de la música country, señalando que solo unas pocas canciones cuentan con instrumentación country tradicional, como el banjo o la guitarra de acero, y que las que la incluyen parecen meramente simbólicas.
«Cowboy Carter ni siquiera hace lo típico del banjo», escribieron los redactores de Saving Country Music. «La mayoría de las canciones son pop, y siguen siendo pop, y en todo caso se inclinan más hacia el hip-hop, con una curiosa cantidad de sonidos de ópera y rock clásico».
La publicación argumentaba que, al alejarse demasiado del sonido esencial de la música country, el álbum finalmente no estaba a la altura de lo que sus seguidores consideraban un triunfo para la recuperación cultural.
«La ausencia general de instrumentos country en el álbum no solo es otro punto en contra de calificarlo como country, sino que también parece una gran oportunidad perdida para estimular la recuperación de las raíces country por parte de la comunidad negra, algo por lo que muchos elogian el álbum», escribía la publicación.
Al anunciar el cambio, el director ejecutivo de la Academia de la Grabación, Harvey Mason Jr., sugirió que la decisión de introducir las nuevas categorías refleja el deseo de los Grammy de ofrecer algo para todos, honrando las tradiciones de larga data y abrazando nuevas direcciones en el género.
«La máxima prioridad de la Academia es representar a los músicos a los que servimos cada año», afirmó Mason en un comunicado. «Eso implica escuchar atentamente a nuestros miembros para asegurarnos de que nuestras normas y directrices reflejan la música actual y nos permiten reconocer con precisión al mayor número posible de creadores que lo merecen».
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