La Oficina Federal de Investigación (FBI) anunció el 18 de mayo que aumentó la recompensa por información que conduzca a la detención de siete reclusos que siguen en libertad tras fugarse de una cárcel de Nueva Orleans.
Diez reclusos acusados de diversos delitos se fugaron del Centro de Justicia de la Parroquia de Orleans alrededor de la 1 de la madrugada del 16 de mayo tras derribar un muro situado detrás de un retrete y huir por una autopista interestatal.
Tres de ellos, Kendell Myles, Robert Moody y Dkenan Dennis, ya han sido recapturados, mientras que los siete restantes siguen en libertad.
El agente especial del FBI Jonathan Trapp declaró en una rueda de prensa el domingo que el FBI ha duplicado la recompensa por su localización, pasando de 5000 a 10,000 dólares por recluso, y señaló que es probable que los fugitivos estén recibiendo ayuda de la población para evadir su detención.
La recompensa del FBI se suma a los 5000 dólares por recluso ofrecidos por la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) y a los 2000 dólares por recluso ofrecidos por Crimestoppers.
Durante la rueda de prensa, el gobernador de Luisiana, Jeff Landry, dijo que había ordenado al Departamento de Correccionales (DOC) que auditara el centro penitenciario de Orleans para comprobar el cumplimiento de las "normas básicas de las cárceles" y que retirara a todos los reclusos del DOC que se encontraban actualmente en ese centro.
Landry también dijo que emitiría una orden ejecutiva en la que daría instrucciones al inspector general del estado para que obtuviera del sheriff un inventario de todos los detenidos en prisión preventiva y los que están a la espera de sentencia.
El gobernador citó específicamente el caso de Derrick Groves, uno de los reclusos fugados, que se declaró culpable de homicidio involuntario en octubre de 2024 y estaba a la espera de sentencia.
Landry afirmó que Groves no habría podido escapar de la cárcel de Nueva Orleans si ya hubiera sido condenado por el sistema judicial.
"Esta fuga masiva, que según mis estadísticas podría ser la mayor fuga de la historia del estado, nunca debería haber ocurrido. El público merece saber quién, qué y cómo ocurrió", afirmó.
Landry añadió que la oficina de la fiscal general de Luisiana, Liz Murrill, dirigirá la investigación del incidente.
Murrill declaró en la red social X que su oficina se centrará en recuperar a los fugitivos, mantener la seguridad pública y garantizar la seguridad y la estabilidad en las instalaciones.
La Policía Estatal de Luisiana dijo en una actualización del 17 de mayo que Myles, que había sido acusado de intento de asesinato en segundo grado, fue capturado poco después de la fuga el 16 de mayo, y que otros dos fueron capturados más tarde ese mismo día gracias a la ayuda de la población.
Los tres fueron movidos a un centro de seguridad, y uno de ellos necesitó una capucha que le impide escupir durante su traslado tras mostrar un comportamiento hostil, según la Policía Estatal de Luisiana.
Con información de Tom Ozimek
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