La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) anunció el 8 de septiembre que inició un procedimiento para revocar la acreditación de siete laboratorios de pruebas con sede en China que certifican dispositivos electrónicos para su uso en Estados Unidos.
La FCC determinó que los siete laboratorios de pruebas suponen un riesgo para la seguridad nacional de Estados Unidos, ya que son propiedad o están controlados por el régimen comunista chino, según un comunicado de la agencia.
La agencia también declaró que no renovará el reconocimiento de otros cuatro laboratorios chinos cuya acreditación expiró desde que la agencia adoptó nuevas normas en mayo.
El presidente de la FCC, Brendan Carr, dijo que la medida supone un paso importante para restaurar la confianza en el proceso de autorización de equipos de la agencia y eliminar las amenazas a la seguridad.
"El presidente [Donald] Trump está liderando la iniciativa para recuperar la capacidad industrial de Estados Unidos y proteger las cadenas de suministro críticas ante las naciones adversarias extranjeras. La medida tomada hoy por la FCC sobre los "laboratorios inadecuados" seguirá haciendo precisamente eso", declaró Carr. "Los gobiernos adversarios extranjeros no deben poseer ni controlar los laboratorios que prueban los dispositivos que la FCC certifica como seguros para el mercado estadounidense".
El procedimiento sigue a la adopción por parte de la agencia de nuevas normas en mayo que prohíben a lo que considera "laboratorios defectuosos", en particular los vinculados al régimen chino, la participación en la supervisión al proceso de autorización de equipos inalámbricos de Estados Unidos.
Todos los dispositivos electrónicos que emiten radiofrecuencias requieren autorización, lo que implica el uso de laboratorios de pruebas privados, organismos de certificación y organismos de acreditación para probar y certificar que los dispositivos cumplen con las normas de la FCC.
La FCC afirma que esto afecta a decenas de miles de dispositivos cada año, incluidos dispositivos inteligentes, monitores para bebés, ordenadores, equipos de red, entre otros.
Las nuevas normas prohíben la participación de cualquier establecimiento que sea propiedad, esté controlado o dirigido por una entidad que suponga un riesgo para la seguridad nacional.
Antes de las nuevas normas, el reconocimiento para la acreditación se concedía a los laboratorios únicamente en función de su competencia técnica, sin tener en cuenta su fiabilidad, según la FCC.
"Varios laboratorios tienen vínculos potencialmente profundos con el Partido Comunista Chino (PCCh)", incluidas entidades vinculadas a empresas estatales chinas y al Ejército Popular de Liberación del PCCh, según afirmó la FCC en una declaración del 22 de mayo.
Algunos de los laboratorios son en sí mismos actores estatales chinos, según la FCC.
"Estos laboratorios han probado miles de dispositivos destinados al mercado estadounidense en los últimos años", afirmó la agencia.
Carr dijo durante una reunión celebrada el 22 de mayo que alrededor del 75 % de los productos electrónicos son probados por laboratorios en China.
La embajada china en Washington rechazó la medida de la FCC y acusó al Gobierno estadounidense de "extender en exceso el concepto de seguridad nacional".
Catherine Yang contribuyó a este artículo.
Con información de Reuters.
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