La Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) propuso nuevos requisitos de volumen para el Estándar de Combustibles Renovables (RFS) correspondientes a 2026 y 2027, los cuales, según la agencia, fortalecerán la seguridad energética nacional, respaldarán a los agricultores y ampliarán la producción de combustibles nacionales, según un comunicado del 13 de junio.
El RFS es una política nacional que exige que un determinado volumen de combustible renovable se mezcle con combustibles para transporte, calefacción o aviación. Esto reduce el uso de combustibles fósiles y, al mismo tiempo, crea un mercado estable para los agricultores que proveen los productos agrícolas que luego se convierten en biocombustibles renovables como el etanol. La EPA es la entidad encargada de establecer los estándares del RFS.
En 2025, se exigía la mezcla de 22.33 mil millones de galones equivalentes a etanol de combustible renovable en los combustibles para transporte. Para 2026 y 2027, la EPA propone aumentar los volúmenes a 24.02 y 24.46 mil millones de galones, lo que representa incrementos del 7.5 por ciento y 9.5 por ciento, respectivamente, en comparación con los niveles de 2025.
Una vez finalizados, estos serían los requisitos de volumen más altos jamás establecidos en el marco del RFS, según la EPA.
"La propuesta respalda la visión económica más amplia del presidente Trump de fortalecer la independencia energética de Estados Unidos, ampliar los mercados agrícolas nacionales y hacer frente a las prácticas comerciales desleales", señaló la agencia.
"Si se aprueban, estos requisitos de volumen protegerán las inversiones realizadas por los productores estadounidenses de maíz y soya, los procesadores de oleaginosas, y los fabricantes de biodiésel y diésel renovable, cuyos productos son fundamentales para la seguridad energética del país y para mantener fuertes las economías rurales".
Además de los mayores requisitos de volumen, la EPA propone cambios normativos orientados a reducir la dependencia de Estados Unidos de biocombustibles e insumos importados, al tiempo que promueve la producción nacional.
La agencia también busca eliminar la electricidad como combustible renovable elegible dentro del programa RFS, lo cual, según indicó, avanza en el objetivo del presidente Donald Trump de "eliminar el mandato de los vehículos eléctricos (EV)".
Lee Zeldin, administrador de la EPA, afirmó que la agencia está "creando un nuevo sistema que beneficia a los agricultores estadounidenses, al tiempo que mitiga el impacto en los precios de la gasolina y garantiza la continuidad de los combustibles líquidos".
"No podemos seguir permitiéndonos un sistema en el que los estadounidenses financian a competidores extranjeros", agregó.
La Asociación de Combustibles Renovables de Iowa celebró la propuesta en un comunicado emitido el 13 de junio.
Monte Shaw, director ejecutivo de la asociación, calificó la decisión de la EPA como "un punto de partida muy sólido" para futuras discusiones sobre el tema.
La EPA anunció que planea realizar una audiencia pública virtual el 8 de julio sobre la norma propuesta, la cual podría extenderse hasta el 9 de julio si es necesario.
Impacto en la economía nacional
El Consejo Estadounidense de Biogás (ABC, por sus siglas en inglés) criticó la propuesta de la EPA en un comunicado del 13 de junio."El ABC está decepcionado con la propuesta de la EPA, que reduce el crecimiento de los biocombustibles celulósicos en el marco del RFS", afirmó el director ejecutivo Patrick Serfass. Las fuentes de biocombustibles celulósicos incluyen diversos tipos de desechos del sector agrícola, ganadero y forestal.
La propuesta de la EPA para aumentar los volúmenes del RFS incluye una reducción en los volúmenes de biocombustibles celulósicos: de 1.38 mil millones de galones este año, a 1.30 mil millones en 2026. Aunque el volumen aumentaría a 1.36 mil millones en 2027, seguiría siendo inferior al de 2025.
"Esta propuesta no representa una victoria para todos los agricultores. En particular, los productores lecheros y ganaderos son los más perjudicados. El RFS apoya a estas comunidades mediante ingresos constantes generados por la conversión de sus desechos en combustible renovable", señaló Serfass.
En un comunicado del 13 de junio, la secretaria de Agricultura, Brooke L. Rollins, elogió la nueva propuesta de la EPA sobre el RFS, calificándola como una medida audaz que "brindará certeza en un mercado muy necesario para nuestros productores, al tiempo que ofrecerá precios más bajos en el surtidor para los consumidores".
La propuesta "envía una señal firme a la industria estadounidense de biocombustibles de que el presidente Trump los respalda, y les da el incentivo para invertir en productos estadounidenses para consumidores de EE. UU. y para exportar al mundo", afirmó.
"La seguridad nacional de Estados Unidos depende de nuestra seguridad energética, y los biocombustibles son un recurso clave que genera más empleos".
Durante su intervención en el International Fuel Ethanol Workshop and Expo en Omaha, el martes, Geoff Cooper, director ejecutivo de la Asociación de Combustibles Renovables, destacó la importancia del etanol para la independencia energética del país y para los agricultores de las zonas rurales, según una publicación de la asociación del 10 de junio.
"Si existe un sector energético que necesita ser liberado y dejarse avanzar sin restricciones, es la industria del etanol actual", afirmó. "Durante demasiado tiempo, las barreras burocráticas, la indecisión regulatoria y la incertidumbre en las políticas han frenado a la industria del etanol de EE. UU. e impedido que alcance todo su potencial".
"La industria podría estar haciendo mucho más: más para ofrecer a los consumidores de todo el mundo un combustible más barato y limpio; más para expandirse a nuevos mercados como la aviación, el transporte marítimo y otros usos de gran escala; y más para estimular la demanda de los productos de los agricultores estadounidenses".
Cooper también subrayó algunos de los desafíos clave para el crecimiento de la producción estadounidense de etanol, como lograr estándares más altos del RFS para el próximo año y los siguientes, eliminar barreras comerciales y garantizar un mayor acceso a mercados de exportación para el etanol producido en EE. UU.
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