El embajador Sam Brownback, exembajador itinerante de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional, interviene durante el Foro de China en Washington el 28 de octubre de 2025. (Madalina Kilroy/The Epoch Times)

El embajador Sam Brownback, exembajador itinerante de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional, interviene durante el Foro de China en Washington el 28 de octubre de 2025. (Madalina Kilroy/The Epoch Times)

Elevar la libertad religiosa a prioridad de seguridad nacional de Estados Unidos, pide exembajador

Sam Brownback, ex embajador de EE. UU. para la Libertad Religiosa Internacional dijo que Washington debería ofrecer un apoyo claro a las personas de fe en China y que “La libertad religiosa es una amenaza existencial” para el régimen comunista chino

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3 de noviembre de 2025, 12:08 a. m.
| Actualizado el3 de noviembre de 2025, 12:48 a. m.

El arma más eficaz de Washington contra las mayores vulnerabilidades ante el gobierno de China es elevar la libertad religiosa a una prioridad de seguridad nacional, dice Sam Brownback, exembajador itinerante de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional.

Brownback, quien fue embajador durante la primera administración Trump, habló sobre la libertad religiosa el 28 de octubre en Washington durante su participación en el Foro de China, la conferencia anual organizada por la Fundación del Museo de las Víctimas del Comunismo.

El exembajador habló sobre tres genocidios: la persecución del régimen chino contra los uigures musulmanes, contra los practicantes de Falun Gong y contra los budistas tibetanos, y dijo que Washington debería ofrecer un apoyo claro a las personas de fe en China.

"Para China, la libertad religiosa representa una amenaza existencial", dijo Brownback. "Esto debería dejar de ser el arma más eficaz de Washington  simple cuestión de derechos humanos para convertirse en un asunto de seguridad nacional para nosotros: la libertad religiosa. Es la herramienta más potente y poderosa que tenemos».

Para ello, Brownback recomendó que el presidente, el vicepresidente y el secretario de Estado de Estados Unidos se reúnan en la Casa Blanca con las víctimas de la persecución religiosa del régimen comunista para que conozcan sus testimonios. Agregó que también podrían reunirse con los líderes de estos grupos.

“Deberíamos reunirnos con el fundador de Falun Gong en la Casa Blanca. Li Hongzhi, invitémoslo. Digámosle: 'Miren, solo queremos reconocer [esta persecución]'”, dijo Brownback.

Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, es una disciplina espiritual basada en las enseñanzas de verdad, benevolencia y tolerancia, que fue presentada al público por el Sr. Li en 1992. Falun Gong se extendió rápidamente por toda China. Las estimaciones oficiales indican que atrajo al menos a 70 millones de seguidores hacia finales de la década de 1990.

El Partido Comunista Chino (PCCh) consideró la popularidad de esta disciplina como un desafío directo a su autoridad y respondió con una amplia y brutal campaña destinada a erradicarla.

En los últimos 26 años, muchos practicantes de Falun Gong han sido enviados a prisiones, campos de trabajo forzado y centros de adoctrinamiento, donde muchos han sido sometidos a tratos inhumanos —incluida la tortura—, lo que ha provocado numerosas muertes. Otros han fallecido tras la sustracción forzada de sus órganos, en el marco de los crímenes perpetrados por el Estado chino.

A lo largo de la continua persecución a los practicantes de Falun Gong en China, el Centro de Información de Falun Dafa con sede en Estados Unidos, instó al presidente Donald J. Trump, antes de su reunión del 30 de octubre con el líder chino Xi Jinping en Corea del Sur, a presionar para conseguir la liberación de los prisioneros de conciencia.

Oportunidad

Brownback profundizó sobre la seguridad nacional en una entrevista para el programa “American Thought Leaders” de Epoch TV del 28 de octubre, expresando que los asuntos sobre los derechos humanos constituyen las áreas “más débiles” y “más vulnerables” para el régimen chino.

“Si el presidente se reuniera con los líderes de Falun Gong en la Casa Blanca, eso generaría una enorme presión interna en China”.

Hacerlo también crearía influencia para Estados Unidos, agregó Brownback.

“Si el presidente se reuniera en el Despacho Oval con varias personas que han sido perseguidas por el Partido Comunista Chino y simplemente les permitiera contar su historia, eso generaría presión, porque mostraría a qué sistema nos enfrentamos. Eso es lo que realmente necesitamos hacer, en mi opinión, más que cualquier otra cosa en este momento”, dijo.

Las únicas comunidades religiosas con las que Estados Unidos puede trabajar son las que “se opongan” al régimen chino, por lo que el régimen gasta miles de millones para reprimir y controlar a “todas y cada una de las religiones dentro del país”, agregó el exembajador.

“Creo que en Occidente hemos cometido un error al no defender con mayor firmeza a estas comunidades religiosas que forman parte de nuestro sistema de creencias fundamentales. Creemos en su derecho a la libertad religiosa, y creemos que este derecho se aplica a todos, y no las hemos apoyado lo suficiente”, añadió.

Duelo de ideales

Denunciar las violaciones a los derechos humanos cometidas por China en Estados Unidos golpearía a China “donde más le duele”, en medio de la competencia actual en la que Beijing se considera inmerso en una “Guerra Fría” con Estados Unidos, dijo Brownback a EpochTV.

En esencia, la rivalidad entre Estados Unidos y China es también una “competencia de ideales”, añadió, para considerar que Estados Unidos ha creado mejores sistemas mientras que “el comunismo no ha funcionado en ninguna parte”.

Craig Singleton, director sénior del Programa de China e investigador principal de la Fundación para la Defensa de las Democracias, interviene durante el Foro de China en Washington el 28 de octubre de 2025. (Madalina Kilroy/The Epoch Times)Craig Singleton, director sénior del Programa de China e investigador principal de la Fundación para la Defensa de las Democracias, interviene durante el Foro de China en Washington el 28 de octubre de 2025. (Madalina Kilroy/The Epoch Times)

De manera similar, Craig Singleton, director senior del programa sobre China de la Fundación para la Defensa de las Democracias, con sede en Washington, planteó la competencia entre Estados Unidos y China como algo que va más allá de la rivalidad militar y económica, durante su intervención en el Foro sobre China el 30 de octubre.

“Los chinos dicen que somos una potencia en declive y que ellos son una potencia en ascenso. Nuestra tarea es refutar eso”, dijo Singleton. “Tenemos que demostrar que nuestro modelo es más resistente; que la represión conduce a una recesión económica, que somos dinámicos, que podemos ser resilientes”.

“No creo que los derechos humanos, los mercados libres y las libertades civiles sean meros adornos del poder; de hecho, creo que son multiplicadores del mismo”, agregó.

La exlegisladora Ileana Ros-Lehtinen habló sobre la importancia de la unidad bipartidista ante los desafíos que plantea China, durante su discurso de apertura en el Foro de China.

Un ejemplo notable de unidad bipartidista, dijo Ros-Lehtinen, ocurrió en 2016 cuando la Cámara aprobó su resolución H.Res.343, condenando la práctica estatal china de sustracción forzada de órganos a practicantes de Falun Gong y a otros prisioneros de conciencia.

Ileana Ros-Lehtinen, exrepresentante de Estados Unidos y expresidenta del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, habla durante el Foro de China en Washington el 28 de octubre de 2025. (Madalina Kilroy/The Epoch Times)Ileana Ros-Lehtinen, exrepresentante de Estados Unidos y expresidenta del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, habla durante el Foro de China en Washington el 28 de octubre de 2025. (Madalina Kilroy/The Epoch Times)

En mayo, la Cámara de Representantes aprobó la Ley para Detener la Sustracción Forzada de Órganos, con una votación de 406 a 1. La legislación, que ahora espera su votación en el Senado, incluye disposiciones para sancionar a las personas implicadas en la sustracción forzada de órganos de practicantes de Falun Gong.

Ros-Lehtinen destacó que la fortaleza de Estados Unidos reside en el consenso bipartidista.

“Porque esto es lo que entiende Beijing: no pueden intimidar a una América unida. Pero si logran dividirnos, si logran hacernos dudar de nuestros propios valores, si logran que nos peleemos entre nosotros en lugar de permanecer unidos, entonces ganan”, dijo. “No podemos permitir que eso suceda”.

Con información de Eva Fu.


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