El 18 de septiembre, Estados Unidos vetó una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que pedía un alto el fuego inmediato en Gaza, la liberación de los rehenes retenidos por el grupo terrorista Hamás y el levantamiento de las restricciones israelíes a la ayuda humanitaria, bloqueando así una medida respaldada por los otros 14 miembros del organismo, compuesto por 15 naciones.
La enviada adjunta de Estados Unidos para Medio Oriente, Morgan Ortagus, dijo que Washington no podía apoyar la resolución porque habría consolidado un alto el fuego con Hamás aún en control de Gaza.
“Estados Unidos nunca aceptará esto. El presidente Trump nunca aceptará esto. Ha dejado claro que los 48 rehenes deben ser liberados ahora”, dijo. “Esta resolución también se niega a reconocer y busca volver a un sistema fallido que ha permitido a Hamás enriquecerse y fortalecerse a expensas de los civiles necesitados”.
Ha habido una creciente presión internacional sobre Israel, incluso por parte de gobiernos y grupos de ayuda, a medida que el conflicto se acerca a su segundo aniversario.
La resolución fue presentada por Dinamarca en nombre de los miembros elegidos del Consejo.
La representante de Dinamarca ante la ONU, Christina Markus Lassen, dijo que la medida tenía como objetivo abordar lo que describió como un "fracaso humanitario y humano" en Gaza y "contribuir al fin de esta guerra abominable". Lassen afirmó que se ha confirmado la hambruna en Gaza.
La Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (IPC), un organismo respaldado por la ONU, dijo en agosto que casi 514,000 personas en Gaza están sufriendo hambruna, una afirmación que Israel ha rechazado.
Ortagus dijo que la resolución no “reconocía la realidad sobre el terreno” ni el “aumento significativo del flujo de ayuda humanitaria”. Afirmó que los datos de la ONU mostraban que alrededor del 85% de la ayuda enviada a Gaza desde el 19 de mayo había sido interceptada, y subrayó que debía llegar a los civiles necesitados en lugar de sostener a Hamás.
Ortagus añadió que la ONU y los miembros del Consejo de Seguridad deberían apoyar a la Fundación Humanitaria de Gaza y otros mecanismos que entregan ayuda a los civiles y niegan recursos a Hamás.
Antes de la votación, el embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, dijo en un posteo en las redes sociales que “las resoluciones contra Israel no liberarán a los rehenes ni traerán seguridad”.
“Israel seguirá luchando contra Hamás y protegiendo a sus ciudadanos, incluso si el Consejo de Seguridad prefiere hacer la vista gorda ante el terrorismo”, afirmó.
En su intervención en Londres el 18 de septiembre, Trump también destacó la necesidad de centrarse en los rehenes israelíes.
“Tenemos que recordar el 7 de octubre, uno de los días más terribles y violentos de la historia del mundo”, afirmó. “Tenemos que recuperar a los rehenes de inmediato”.
Israel afirma que sus acciones en Gaza, incluida la ofensiva militar en curso en el enclave, tienen como objetivo desarmar a Hamás, lograr la liberación de todos los rehenes israelíes y crear una administración civil no afiliada ni a Hamás ni a la Autoridad Palestina.
Israel ha rechazado las conclusiones de un informe de la ONU del 16 de septiembre en el que se afirma que Israel está cometiendo genocidio en la Franja de Gaza.
Frustración del Consejo de Seguridad
El proyecto de resolución del jueves fracasó con 14 votos a favor y uno en contra. Según las normas del Consejo, un solo voto negativo de un miembro permanente impide su adopción. El veto de Estados Unidos suscitó críticas por parte de los miembros del Consejo y los representantes regionales.Francia pidió que se desarmara a Hamás y se le excluyera del gobierno, pero también presionó a Israel para que permitiera la ayuda humanitaria sin obstáculos.
El embajador de Argelia, Amar Bendjama, se disculpó ante los palestinos por no haber hecho lo suficiente para salvar la vida de los civiles.
El enviado de Somalia, Abukar Dahir Osman, dijo que no aprobar la resolución era "un profundo fracaso moral" que refleja una lógica peligrosa según la cual "el sufrimiento de algunos es más tolerable que el de otros, y que la vida de ciertas personas importa menos".
"En el momento en que medimos el valor de la vida humana por la nacionalidad, la etnia o las circunstancias, perdemos los cimientos sobre los que se construyó esta institución", añadió.
Pakistán calificó el veto como un "momento oscuro" y el delegado ruso advirtió de que "no habrá avances" mientras Estados Unidos "no cambie la perspectiva desde la que ve la crisis en Gaza".
Otros miembros, entre ellos Grecia, Eslovenia, Panamá y Corea del Sur, se hicieron eco de la preocupación por la hambruna y pidieron que se redoblaran los esfuerzos para garantizar tanto el alto el fuego como la liberación de los rehenes.
El observador palestino Riyad Mansour afirmó que el fracaso de la resolución supuso "un gran costo" para la "credibilidad y autoridad" del Consejo, y añadió que el uso del veto en situaciones como esta "simplemente no debería permitirse".
Se espera que los aliados de Estados Unidos respalden la creación de un Estado palestino
Se espera que los principales aliados occidentales, entre ellos Francia, el Reino Unido, Canadá y Australia, reconozcan la creación del Estado palestino en la cumbre de la ONU que se celebrará en Nueva York el 22 de septiembre.Israel y Estados Unidos se oponen a la iniciativa de reconocimiento, alegando que recompensa a Hamás por el ataque perpetrado contra Israel el 7 de octubre de 2023, en el que Hamás mató a unas 1200 personas y tomó 251 rehenes.
Washington ha declarado que el reconocimiento solo puede producirse como parte de un acuerdo negociado con Israel.
Según el Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás, 65,000 palestinos han perdido la vida desde el inicio del conflicto en Gaza. El ministerio no distingue entre civiles y combatientes en el recuento. The Epoch Times no puede verificar la exactitud de la cifra.
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