El Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE) financió investigaciones realizadas en colaboración con investigadores e institutos chinos vinculados al complejo industrial y de investigación de defensa de China, según un informe del Congreso publicado el 17 de diciembre.
Los legisladores del Comité Selecto de la Cámara de Representantes sobre el Partido Comunista Chino (PCCh), el Comité Selecto del Senado sobre Inteligencia y el Comité Selecto Permanente de la Cámara de Representantes sobre Inteligencia están solicitando a la agencia federal que mejore sus medidas sobre el caso.
El representante John Moolenaar (R-Mich.), presidente del Comité Selecto de la Cámara de Representantes sobre el PCCh, calificó en un comunicado de prensa los resultados de la investigación como "profundamente alarmantes", ya que esta práctica supone "que los contribuyentes estadounidenses financien el auge militar del principal adversario de nuestra nación".
"El departamento debe dejar de proporcionar financiación a los beneficiarios que permiten esta explotación y debe proteger el dinero de los contribuyentes, ganado con tanto esfuerzo", dijo.
El senador Tom Cotton (R-Ark.), presidente del Comité de Inteligencia del Senado, dijo que este descuido dio a Beijing "acceso privilegiado a tecnologías críticas de doble uso", como los aviones militares de última generación, sistemas de guerra electrónica y radares.
El representante Rick Crawford (R-Ark.), presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, dijo que los hallazgos son una prueba más de que el PCCh "trabaja activamente para explotar las brechas en la seguridad de la investigación" y que equivalían a un "saqueo sistemático".
"Es hora de adoptar un enfoque más cauteloso para garantizar que se apliquen medidas de protección en el ámbito académico y en la investigación tanto gubernamental como privada", dijo.
El Departamento de Energía supervisa 17 laboratorios nacionales y financia investigaciones para promover tecnologías científicas transformadoras en los ámbitos energético, medioambiental, nuclear y otros.
Los legisladores también señalaron que, a partir de 2025, unos 2000 ciudadanos chinos trabajarán en laboratorios respaldados por el Departamento de Energía. Dijeron que los ejecutivos del Departamento de Energía proporcionaron un razonamiento que los legisladores consideraron ingenuo: "De hecho (...) queremos que estén en nuestros laboratorios para que puedan ver lo avanzados que estamos y que regresen a China para contárselo a sus colegas, renunciando así a querer superar a Estados Unidos".
Los legisladores dijeron que décadas de pruebas empíricas demuestran que la estrategia del Partido Comunista Chino consiste en integrar el talento científico en el extranjero para "absorber, replicar y superar las capacidades de Estados Unidos mediante la ingeniería inversa y la transferencia de tecnología específica".
El DOE dijo a The Epoch Times que revisaría el informe del Congreso.
"El Departamento de Energía se toma muy en serio su responsabilidad de administrar los fondos federales y salvaguardar las capacidades de investigación críticas", dijo un portavoz.
"Continuará con la rigurosa diligencia debida y la supervisión de las adjudicaciones, incluidas las realizadas durante la administración Biden, para garantizar la integridad y la seguridad de los programas del DOE. El Departamento revisará el informe de la Cámara de Representantes para evaluar, comprender y validar mejor sus afirmaciones".
Avance de las capacidades tecnológicas chinas
La investigación encontró alrededor de 4350 artículos de investigación publicados entre junio de 2023 y junio de 2025 que reconocían la financiación o el apoyo del DOE a la investigación, así como las relaciones de investigación con entidades chinas. La mitad de esos artículos se realizaron en colaboración con entidades de la base industrial y de investigación de defensa china.Entre estas entidades se encuentran las principales universidades chinas dedicadas a la investigación en materia de defensa, conocidas como los "Siete Hijos de la Defensa Nacional". También incluyen la Universidad Nacional de Tecnología de Defensa de China; la Academia China de Ingeniería Física, que es el principal complejo de investigación y desarrollo de armas nucleares de China; la Academia China de Ciencias, que se describe a sí misma como la máxima autoridad consultiva en materia de ciencia y tecnología en China y se encuentra entre las instituciones de investigación más grandes del mundo; y otras instituciones que han participado en la vigilancia masiva de los ciudadanos por parte del PCCh.
Algunos artículos también citan el apoyo a la investigación de instituciones chinas, como el uso de dos superordenadores Tianhe del Centro Nacional de Supercomputación de Zhengzhou, desarrollados por una institución de investigación militar china que aparece en la lista de entidades del Departamento de Comercio de Estados Unidos.
Otros tienen un amplio acceso a la infraestructura de investigación estadounidense. Por ejemplo, un artículo de 2023 sobre aprendizaje automático fue coescrito por investigadores de la Universidad de Princeton, el Instituto Flatiron, la Universidad de Xiamen, la Universidad de Pekín, la Universidad de Tsinghua, ByteDance, el principal motor de búsqueda de China, Baidu, y la Universidad Nacional de Tecnología de Defensa de China. Los recursos informáticos para el proyecto fueron proporcionados por una serie de plataformas e instituciones estadounidenses.
El riesgo de que la investigación conjunta impulse las capacidades de defensa chinas no es hipotético, según los autores del informe.
Los autores resalataron varias fuentes en chino, como una que atribuía a la investigación sobre el nitrógeno realizada en colaboración con un profesor estadounidense el mérito de los avances en explosivos de alto rendimiento y los progresos en el desarrollo de armas nucleares chinas. La persona, cuyo nombre no se menciona en el informe, recibió un premio del régimen chino por su trabajo.
Según el informe, documentos de una entidad gubernamental china atribuyen el avance de la tecnología aeroespacial china a otra colaboración de este tipo. Esto permitó a China "desarrollar nuevos materiales y tecnologías para armas y equipos de defensa de vanguardia, como la síntesis de nanomateriales, el control de estructuras finas a múltiples escalas y la tecnología de fabricación aditiva, y a reducir continuamente la brecha tecnológica con los países más avanzados", según el documento.
Otras áreas de investigación incluyen la propulsión de aeronaves, refrigeración de alto rendimiento, la división electrocatalítica del agua, la comunicación cuántica, la transición de fase cuántica, la unión del hierro con elementos ligeros y otros temas relacionados con la industria aeroespacial, la cuántica y la inteligencia artificial.
Brecha en la investigación
El informe surge tras la investigación de la Comisión Especial de la Cámara de Representantes sobre el Partido Comunista Chino publicada en septiembre, que descubrió que el Pentágono también financió investigaciones relacionadas con el ejército chino a través de ayuda económica.El informe identificó unos 1400 trabajos de investigación financiados por el Pentágono en los que figuraban colaboradores chinos. Algo más de la mitad de esos colaboradores tenían vínculos con la investigación en materia de defensa y la base industrial chinas.
El comité también ha publicado varios informes en los últimos años, en los que se destacan las áreas en las que las instituciones estadounidenses que reciben financiación federal —generalmente universidades— colaboran con instituciones chinas vinculadas al régimen. Estos informes han dado lugar a que algunas universidades pongan fin a sus asociaciones con instituciones chinas.
Otros investigadores también han dado la voz de alarma sobre la laguna jurídica académica que permite compartir investigaciones sensibles con entidades vinculadas al Estado chino.
El 8 de diciembre, la empresa de análisis Strategy Risks publicó un informe en el que se concluía que las principales universidades occidentales colaboran "ampliamente" con laboratorios chinos de inteligencia artificial, incluidos algunos vinculados al genocidio de los uigures por parte del PCCh.
Las instituciones y los medios de comunicación chinos también han destacado el papel de la investigación en el extranjero en el avance de las capacidades chinas. El informe cita un artículo de 2017 del South China Morning Post titulado "El papel oculto de Estados Unidos en la investigación armamentística china". Según el artículo, eran tantos los científicos que trabajaban en el Laboratorio Nacional de Los Álamos del Departamento de Energía y en otros laboratorios estadounidenses de primer nivel antes de regresar a China, que se ganaron el apodo de "Club de Los Álamos".
