El 22 de mayo, la Corte Suprema bloqueó formalmente las sentencias de cortes inferiores que le impedían al presidente Donald Trump destituir a miembros de juntas laborales independientes.
La nueva orden en el caso Trump vs Wilcox no estaba firmada.
Las magistradas Elena Kagan, Sonia Sotomayor y Ketanji Brown Jackson disintieron.
En nombre de la alta corte, el presidente de la Corte Suprema, John Roberts, suspendió temporalmente el 9 de abril las órdenes de dos jueces federales con sede en Washington que le impedían al presidente destituir a Cathy Harris, de la Junta de Protección del Sistema de Méritos (MSPB), y a Gwynne Wilcox, de la Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB), antes de que expiraran sus mandatos.
La orden del 9 de abril emitida por Roberts, denominada suspensión administrativa, dio a los jueces más tiempo para considerar la solicitud de emergencia de la administración Trump que pedía el bloqueo. La suspensión se concedió horas después de que la administración la solicitara. Roberts no explicó su decisión.
La nueva orden establece que las órdenes emitidas por la Corte de Apelación de Estados Unidos para el Circuito del Distrito de Columbia «quedan suspendidas en espera de la resolución del recurso» en esa corte.
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