El 8 de septiembre, la Corte Suprema suspendió temporalmente una orden de un tribunal inferior que restringía los controles de inmigración en el sur de California.
Tres jueces se opusieron a la nueva orden.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE) inició sus operaciones en el área de Los Ángeles el 6 de junio. Las autoridades locales y estatales criticaron fuertemente la medida, alegando que el Gobierno federal está sobrepasando su autoridad legal. Varios grupos de defensa de los inmigrantes ilegales demandaron a la Administración Trump por el programa de control de inmigración.
La nueva orden del alto tribunal suspende una orden de restricción temporal emitida el 11 de julio por la jueza Maame Frimpong, de la Corte de Distrito de Estados Unidos para el Distrito Central de California, que limita los factores que los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley pueden utilizar al realizar controles y detenciones relacionadas con la inmigración.
Concretamente, Frimpong le prohibió al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) detener o arrestar a personas basándose exclusivamente en factores como el idioma que hablan o el lugar donde trabajan.
En la solicitud de emergencia en el caso Noem vs Perdomo, presentada el 7 de agosto, la Corte Suprema concedió el 8 de septiembre la suspensión de la orden en espera de una apelación ante la Corte de Apelación del Noveno Circuito de Estados Unidos.
La jueza Sonia Sotomayor presentó un voto particular discrepante con respecto a la nueva orden. Las juezas Elena Kagan y Ketanji Brown Jackson se sumaron al voto particular discrepante.
El juez Brett Kavanaugh presentó un voto particular concurrente con la orden de suspensión.
Esta es una noticia en desarrollo y se actualizará.
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