El secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., y otros funcionarios anunciaron el 18 de diciembre nuevas medidas que están tomando para reducir la extirpación de mamas y otros procedimientos de "rechazo sexual" en niños.
Kennedy firmó una declaración en la que afirmaba que "los procedimientos de rechazo sexual para niños y adolescentes no son seguros ni eficaces como modalidad de tratamiento para la disforia de género, la incongruencia de género u otros trastornos relacionados en menores y, por lo tanto, no cumplen con los estándares profesionales reconocidos de atención médica". Esos procedimientos incluyen vaginoplastias, o cirugías para crear "vaginas" en hombres, y medicamentos como los bloqueadores de la pubertad, dijo.
"Esta declaración es una directiva clara para que los proveedores sigan la ciencia y la abrumadora cantidad de pruebas [que] demuestran que estos procedimientos perjudican, en lugar de ayudar, a los niños", dijo Kennedy en una rueda de prensa en Washington.
Señaló un informe del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) que analizaba los procedimientos y tratamientos para la disforia de género y llegaba a la conclusión de que muchos de ellos conllevan el riesgo de daños importantes, como la infertilidad y la pérdida de densidad ósea. El informe recomendaba la psicoterapia como alternativa.
Los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid, una división del HHS, publicarán dos nuevas normas propuestas. Una prohibiría a los hospitales que participan en Medicare y Medicaid realizar los procedimientos, y otra prohibiría que se financiaran con fondos federales.
El Dr. Mehmet Oz, administrador de la división, dijo en la rueda de prensa que el 53 % de los niños están cubiertos por el seguro federal.
"No vamos a permitir que el dinero de los contribuyentes se utilice para perjudicar a estos niños", dijo.
Las instituciones pueden obtener enormes beneficios con estos procedimientos, afirmó Oz. Citó un artículo de 2022 en el que se revelaba que una vaginoplastia cuesta alrededor de 60,00 dólares y que un procedimiento para construir un "pene" cuesta 148,540 dólares.
El HHS también está tomando medidas para revertir el intento de la administración anterior de añadir la disforia de género a la definición de discapacidad en la legislación federal. Tiene previsto publicar una propuesta de norma en la que se informe a los beneficiarios de fondos federales de que las políticas que limitan los procedimientos no violan los requisitos de no discriminación.
Los medicamentos y otros tratamientos y procedimientos relacionados con la transexualidad que utilizan los hospitales y los médicos para los niños con disforia de género, o confusión sobre su género, incluyen medicamentos que bloquean la pubertad y hormonas del sexo opuesto.
El Dr. Brian Christine, funcionario del HHS, dijo en una carta dirigida a las familias y a los proveedores que las pruebas "demuestran un perfil de riesgo-beneficio desfavorable para las intervenciones químicas y quirúrgicas en niños y adolescentes con disforia de género".
La Administración de Alimentos y Medicamentos, otra división del HHS, también ha enviado cartas de advertencia a 12 fabricantes de vendajes para el pecho, utilizados para ocultar los senos de las mujeres que no se identifican como tales. La FDA dijo que la comercialización de los vendajes para el pecho a los niños como tratamiento para la disforia de género es una violación de la normativa y podría tener repercusiones si no se corrige.
"La comercialización ilegal de estos productos para niños es alarmante, y la FDA tomará medidas coercitivas adicionales, como alertas de importación, incautaciones y mandamientos judiciales, si continúa", dijo el Dr. Marty Makary, comisionado de la FDA, en un comunicado.
El Dr. Stanley Goldfarb, presidente del grupo Do No Harm, elogió las medidas y describió en un comunicado a The Epoch Times la limitación de Medicare y Medicaid como "de sentido común, basada en pruebas y moralmente imperativa".
"Esto es solo el comienzo, pero supone un gran paso para asestar un golpe devastador a la industria transgénero infantil", añadió.
La Dra. Jamila Perritt, presidenta y directora ejecutiva de Physicians for Reproductive Health, fue una de las críticas de estas medidas.
"Las normas propuestas hoy son un ataque deliberado y dirigido contra los jóvenes transgénero, sus familias y los médicos comprometidos con proporcionar a los pacientes la atención que necesitan", dijo Perritt en un comunicado.
