Un empleado del Departamento de Estado fue condenado el 4 de septiembre a cuatro años de prisión por vender información de inteligencia de defensa a personas que se cree que trabajan para el Gobierno chino.
Michael Schena, de 42 años, era funcionario de la Oficina del Caribe Sur en la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental de la sede del Departamento de Estado en Washington y tenía una autorización de seguridad de alto secreto, lo que le permitía acceder a información que podía "causar un daño excepcionalmente grave" a la seguridad nacional, según los documentos judiciales.
Entre abril de 2022 y febrero de 2025, según la fiscalía, Schena envió copias de diversos documentos a personas que conoció en Internet, a cambio de las cuales recibió más de 10,000 dólares.
Aunque dos de estas personas se presentaban como parte de empresas de consultoría internacionales, había indicios claros de que trabajaban en nombre de Beijing. Creyendo que se trataba de agentes estatales chinos, Schena continuó su relación con ellos, según el Departamento de Justicia.
Los documentos judiciales documentan la relación de Schena con estas personas a partir del 11 de abril de 2022, cuando una de ellas, que se hacía pasar por empleado de una consultora internacional, sondeó el interés de Schena en trabajar con ellos. Después de que Schena respondiera afirmativamente, los dos intentaron programar videoconferencias y encontrar una plataforma para pagarle, según los documentos judiciales.
En mayo, la persona intentó enviar a Schena 100 dólares en cinco ocasiones, lo que un agente especial del FBI evaluó como una compensación por la información proporcionada por Schena. A continuación, la persona realizó un pago de 500 dólares y, horas más tarde, exigió "imágenes" de la información con mayor resolución, según declaró el agente en un documento judicial.
Aproximadamente un mes después, el 19 de junio de 2022, Schena envió por correo electrónico a la persona un texto de un documento del Departamento de Estado marcado como "sensible pero no clasificado", eliminando algunas de las marcas antes de enviarlo, según documentos judiciales. Dos días después recibió otro pago de 500 dólares.
Los fiscales afirmaron que Schena recibió dinero de varias cuentas entre mayo de 2022 y marzo de 2023, con al menos diez transacciones relacionadas con personas con las que contactó por Internet. Según ellos, cinco de ellas incluían una nota: "De Jason".
Según los fiscales, Schena recibió 10,000 dólares de una persona en un hotel de Perú en agosto de 2024. También recibió un iPhone 14, destinado a ser un dispositivo de comunicación encubierto para que Schena recibiera tareas y transmitiera información, según el agente del FBI.
Los fiscales afirmaron que, dos meses después de recibir el teléfono, Schena utilizó el dispositivo para fotografiar y pasar a sus controladores al menos cuatro documentos clasificados que contenían información de defensa nacional marcada como "secreta".
Según los documentos judiciales, el 17 de febrero de 2025, Schena descargó un documento marcado como "sensible pero no clasificado" del sistema del Departamento de Estado en Alexandria, Virginia, e intentó enviarlo por correo electrónico a su cuenta personal. Al recibir una alerta de que hacerlo podría violar la política del departamento, designó su correo electrónico como "no clasificado", dijo el agente del FBI. Schena borró el archivo descargado antes de cerrar la sesión en el ordenador del trabajo.
Diez días después, las cámaras de vigilancia mostraron a Schena iniciando sesión en el enclave clasificado del departamento para acceder a cinco documentos marcados visiblemente como "secretos" relacionados con las relaciones diplomáticas de Estados Unidos, según los documentos judiciales. Según los documentos, utilizando un teléfono móvil blanco, fotografió los archivos desde la pantalla de su ordenador, abrió una aplicación en su teléfono, escribió algo y pareció insertar las fotos, borrando las copias de las fotos de la cámara del teléfono inmediatamente después. Los agentes del FBI confiscaron el teléfono y arrestaron a Schena fuera de su residencia en Alexandria, Virginia, antes de que pudiera enviar las fotos a sus contactos.
John A. Eisenberg, fiscal general adjunto para la seguridad nacional, dijo que la sentencia de Schena sirve de advertencia a aquellos que intentan "traicionar al pueblo estadounidense".
"El acusado arruinó su carrera, traicionó a su país y abusó de la confianza que Estados Unidos depositó en él al concederle una autorización de seguridad de alto secreto", afirmó en un comunicado.
Erik S. Siebert, fiscal federal del Distrito Este de Virginia, afirmó que el precio que Michael Schena pagó por su "vergonzosa traición a su país" es "mucho mayor que la insignificante cantidad por la que vendió su honor".
"Sus actos de avaricia egoísta hicieron que ese precio lo pagaran las mujeres y los hombres leales de nuestra comunidad de inteligencia y la nación a la que sirven. El costo que pagará Schena es la pérdida de su integridad, su reputación y, con la sentencia de hoy, su libertad".
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