El régimen comunista chino adjudicó más de 2800 contratos militares para bienes y servicios relacionados con la inteligencia artificial durante un periodo de dos años, según un nuevo informe.
Cabe destacar que la mayoría de las entidades que recibieron dos o más contratos de este tipo eran los denominados "proveedores no tradicionales", organizaciones sin vínculos evidentes con el Partido Comunista Chino (PCCh).
El informe, publicado a principios de septiembre por el grupo de expertos del Centro para la Seguridad y la Tecnología Emergente, reveló que "una clase emergente de empresas y universidades... sin vínculos declarados con la propiedad estatal" estaban acelerando el desarrollo militar y comercial de la IA del PCCh.
El informe recopiló un conjunto de datos de 2857 notificaciones de adjudicación de contratos relacionados con la IA por parte del Ejército Popular de Liberación (EPL), el brazo militar del PCCh, emitidas entre enero de 2023 y diciembre de 2024.
A continuación, los investigadores examinaron las 338 entidades que obtuvieron al menos dos de estas adjudicaciones, de las cuales 243 eran proveedores no tradicionales.
"Estas entidades parecen estar desempeñando un papel importante en el suministro de tecnologías relacionadas con la IA al EPL, lo que podría acelerar el desarrollo tecnológico y la difusión de la IA en todo el ejército chino", se lee en el informe.
Una nueva vanguardia del militarismo del PCCh
El informe relaciona la aparición de proveedores de IA no tradicionales en China, la mayoría de los cuales se fundaron en los últimos 15 años, con la doctrina estratégica de Beijing de fusión entre lo militar y lo civil.En el marco de la fusión entre lo militar y lo civil, el PCCh trató de integrar estrechamente los sectores de defensa y civil de China, creando de hecho una cultura de startups nacionales capaz de crear nuevas tecnologías innovadoras con aplicaciones tanto civiles como militares.
Con ese fin, el informe señala que muchas de las empresas que recibieron múltiples contratos relacionados con la IA del EPL "se centran en el desarrollo de tecnologías de doble uso, lo que indica que estas empresas ven tanto el sector civil como el de defensa como vías de crecimiento".
Es probable que esas empresas también se vieron ayudadas, directa o indirectamente, por el flujo relativamente incesante de dinero hacia el sector tecnológico chino por parte de empresas de capital de riesgo estadounidenses en las últimas décadas, lo que impulsó el desarrollo de tecnologías de IA por parte de Beijing, incluidas las utilizadas por el EPL.
Una de esas empresas, iFlytek, fue sancionada anteriormente por el gobierno de Estados Unidos por su presunta participación en la vigilancia de la minoría étnico-religiosa uigur en China. La Comisión Especial de la Cámara de Representantes sobre el PCCh también acusó a iFlytek de asociarse directamente con la empresa estadounidense de capital riesgo GRS Ventures en múltiples proyectos de IA.
El nuevo informe reveló que iFlytek fue el único proveedor no tradicional al que el EPL adjudicó 20 contratos relacionados con la IA, lo que subraya aún más la posibilidad de que el apoyo estadounidense a las empresas chinas de IA pueda promover el desarrollo militar del PCCh.
Este resultado encajaría con la comprensión del alcance y la escala de la fusión entre lo militar y lo civil que, según una hoja informativa publicada por el Departamento de Estado de EE. UU. durante la primera administración Trump, incluye esfuerzos para obtener "la propiedad intelectual, la investigación clave y los avances tecnológicos de los ciudadanos, investigadores, académicos y la industria privada de todo el mundo con el fin de promover los objetivos militares del PCCh".
En relación con esto, un nuevo informe publicado el 5 de septiembre por la Comisión Especial de la Cámara de Representantes sobre el Partido Comunista Chino reveló que la investigación financiada por el ejército estadounidense seguía llegando al aparato civil-militar de China.
Ese informe identificó aproximadamente 1400 artículos de investigación publicados entre junio de 2023 y junio de 2025, que reconocían haber recibido financiación o apoyo para la investigación del Departamento de Defensa, lo que también implicaba la colaboración con entidades con sede en China.
También encontró "... un patrón generalizado y profundamente preocupante de investigaciones financiadas por los contribuyentes estadounidenses que se llevan a cabo en colaboración con entidades chinas directamente vinculadas a la investigación en materia de defensa y la base industrial de China —muchas de las cuales aparecen en diversas listas de entidades gubernamentales estadounidenses— y programas de reclutamiento de talentos patrocinados por el Estado".
Problemas para la política exterior estadounidense
Estos informes demuestran la dificultad que ha tenido Washington para intentar aislar la capacidad de Beijing de avanzar rápidamente en sus capacidades tecnológicas y militares.Como tal, el informe del Centro de Seguridad y Tecnología Emergente reconoció la difícil tarea de intentar identificar nuevos proveedores no tradicionales en la cadena de suministro nacional del PCCh, así como la forma de sancionar adecuadamente a dichas entidades cuando desarrollan rápidamente instalaciones y operaciones en el extranjero.
"Muchas de las entidades de nuestra base de datos establecieron instalaciones de investigación u operaciones comerciales en el extranjero. La mayoría no están sujetas a sanciones ni restricciones comerciales de Estados Unidos", se lee en el informe.
"A medida que se difuminan las fronteras entre las tecnologías civiles y las de defensa, Estados Unidos se enfrentará a difíciles concesiones entre preservar la apertura necesaria para la innovación y mitigar los riesgos para la seguridad nacional".
A tal fin, el informe sugiere que los esfuerzos de Estados Unidos por frenar la modernización militar de China se ven eludidos en cierta medida, ya que el PCCh logró crear un sector de defensa nacional bastante competitivo.
"Estos retos ponen de relieve la dificultad a la que se enfrentan Estados Unidos y sus aliados para avanzar simultáneamente en su progreso tecnológico y obstaculizar la capacidad del EPL para desarrollar, adquirir y adoptar tecnologías avanzadas", se lee en el informe.
"Además, nuestras conclusiones podrían indicar que China logró, en cierta medida, fomentar la competencia dentro de su sector de defensa, históricamente ineficiente".
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