Ha comenzado una nueva ronda de control migratorio en Nueva Orleans, según ha informado el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS).
El 3 de diciembre, el departamento anunció la "Operación Catahoula Crunch", describiéndola como una iniciativa para "perseguir a los extranjeros delincuentes que campan a sus anchas". Citó las políticas de santuario de Nueva Orleans, que impiden a las autoridades locales atender las solicitudes de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) para personas arrestadas por otros cargos.
La subsecretaria del DHS, Tricia McLaughlin, dijo que entre las personas buscadas en la ciudad de Luisiana se encuentran personas que habían sido puestas en libertad tras ser detenidas por delitos como allanamiento de morada, robo a mano armada, robo de vehículos y violación.
El anuncio incluía fotos y una lista de diez inmigrantes ilegales —originarios de Honduras, El Salvador, Guatemala, Jordania y Vietnam— que, según la agencia, fueron detenidos por diversos delitos en Nueva Orleans y posteriormente puestos en libertad.
"Las políticas de santuario ponen en peligro a las comunidades estadounidenses al liberar a extranjeros ilegales con antecedentes penales y obligar a las fuerzas del orden del DHS a arriesgar sus vidas para expulsar a extranjeros ilegales con antecedentes penales que nunca deberían haber vuelto a las calles", dijo McLaughlin.
No especificó cuántos agentes federales se desplegarían para la operación ni cuánto tiempo duraría. Tampoco está claro de inmediato qué agencias federales específicas están involucradas, aunque operaciones similares han sido dirigidas por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) bajo el mando de su comandante general Gregory Bovino, quien ha supervisado acciones de alto perfil en Los Ángeles, Chicago y Charlotte, Carolina del Norte.
El gobernador de Luisiana, Jeff Landry, republicano, acogió con satisfacción el aumento de la presencia de agentes federales en la ciudad más grande de su estado.
"Nueva Orleans es una ciudad azotada por la delincuencia en la que hemos estado tratando de mantener la seguridad de las personas", dijo en una entrevista con Fox News. "Doy la bienvenida a [los agentes federales]. Vamos a sacar a estos peligrosos delincuentes de las calles de Luisiana".
La alcaldesa electa Helena Moreno, una demócrata que asumirá el cargo en enero de 2026, ha criticado el aumento de las medidas de control en Nueva Orleans, así como en otras ciudades gobernadas por demócratas. Recientemente ha lanzado una página web para instruir a la gente sobre cómo actuar ante encuentros con agentes del ICE y la CBP.
"Mi primera prioridad es mantener la seguridad de nuestra comunidad. Los informes sobre violaciones del debido proceso y posibles abusos en otras ciudades son preocupantes. Quiero que nuestra comunidad sea consciente y esté informada de las protecciones que ofrece la ley", dijo Moreno en una declaración reciente.
"Debemos exigir responsabilidad y que no se violen los derechos de las personas. También hago un llamamiento a nuestra comunidad jurídica para que dé un paso al frente y preste toda la ayuda que pueda para proteger y preservar los derechos individuales".
















