El máximo representante de Estados Unidos en Taiwán debería ascender al rango de embajador como parte de la estrategia de disuasión de Washington para proteger la isla de la agresión de la China comunista, según un reciente informe bipartidista de la Comisión Especial de la Cámara de Representantes sobre China.
El informe, titulado "Diez más para Taiwán", es una actualización de la versión original publicada en 2023. En él se ofrece una serie de recomendaciones políticas, calificadas como "hoja de ruta a corto plazo para la acción", y se afirma que un conflicto militar por Taiwán tendría "consecuencias desastrosas" para la isla autónoma, Estados Unidos y el resto del mundo.
"[El líder chino] Xi Jinping ha ordenado a sus fuerzas armadas que estén preparadas para tomar Taiwán en 2027 si es necesario, por lo que 2026 es un año urgente para crear una fuerza disuasoria en el estrecho de Taiwán", dijo el representante John Moolenaar (R-Mich.), presidente del comité, en una declaración del 18 de diciembre que acompañaba a la publicación del informe.
"Esto significa aumentar las reservas de armas, mejorar las capacidades logísticas y crear dilemas para el EPL que disuadan de un ataque a Taiwán", añadió Moolenaar, utilizando las siglas del ejército chino, el Ejército Popular de Liberación.
"Estados Unidos y el pueblo estadounidense tienen una sólida alianza con Taiwán, y debemos tomar medidas definitivas para fortalecerla antes de que sea demasiado tarde".
Estados Unidos y Taiwán no mantienen relaciones diplomáticas formales desde que Washington cambió su reconocimiento de Taipéi a Beijing en enero de 1979. Más tarde ese mismo año, el entonces presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, promulgó la Ley de Relaciones con Taiwán, que autorizaba la venta de armas estadounidenses a Taiwán para su autodefensa y establecía el Instituto Americano en Taiwán (AIT). Esta corporación privada sin ánimo de lucro actúa ahora como embajada de facto de Estados Unidos en la isla.
El AIT, con sede en Arlington (Virginia), está dirigido por un presidente, cargo que actualmente está vacante. En Taiwán, el AIT tiene oficinas en Taipéi y Kaohsiung y está dirigido por un director, actualmente Raymond F. Greene.
"El Congreso debería tomar medidas para autorizar que el director del Instituto Americano en Taiwán (AIT) sea considerado, a todos los efectos prácticos, equivalente al cargo de embajador de Estados Unidos", se lee en el informe.
"Esta medida promovería la inclusión del director de la AIT en los diálogos estratégicos regionales y en las reuniones internas sobre políticas con otros altos funcionarios, al tiempo que pondría de relieve la importancia de la presencia diplomática de Estados Unidos en Taiwán".
Actualmente, el presidente de la AIT es elegido por el consejo de administración del instituto, con recomendaciones del Departamento de Estado de Estados Unidos.
Un proyecto de ley bipartidista reintroducido en mayo pretende cambiar la forma en que se nombra al presidente de la AIT. La legislación, denominada Ley de Refuerzo de las Relaciones con Taiwán (S.1588), renombraría al máximo representante de Estados Unidos en Taiwán como "representante", cuyo nombramiento sería realizado por el presidente de Estados Unidos con la aprobación del Senado.
La legislación fue presentada por primera vez en octubre de 2020 por el senador Jeff Merkley (D-Ore.) y el entonces senador Marco Rubio (R-Fla.).
Otras recomendaciones políticas del informe incluyen avanzar en las negociaciones pendientes sobre comercio, impuestos, viajes y tecnología con Taiwán; establecer asociaciones industriales de defensa mutuamente beneficiosas; mejorar las operaciones conjuntas a lo largo de la primera cadena de islas con las fuerzas estadounidenses, japonesas, filipinas y otras fuerzas aliadas; colaborar con Taiwán para ampliar y diversificar su suministro energético; ofrecer más oportunidades al personal militar de Taiwán para participar en programas de formación estadounidenses; y apoyar una mayor participación de Taiwán en las organizaciones internacionales.
Para reforzar la seguridad económica de Estados Unidos y Taiwán, el Congreso debería considerar la posibilidad de aprobar una legislación que mejore la resiliencia de la cadena de suministro mediante la imposición de "aranceles cuidadosamente seleccionados" a los productos de origen chino en sectores estratégicos, según el informe.
El Congreso también debería aconsejar al Pentágono que colabore con los aliados de la OTAN para "coordinar mejor los despliegues en el Indo-Pacífico", incluido el tránsito por el estrecho de Taiwán y el mar de China Meridional, con el fin de señalar que la agresión china contra Taiwán provocaría una respuesta global, según el informe.
"Este informe bipartidista deja claro que Taiwán no es, ni será, una moneda de cambio con el Partido Comunista Chino", afirmó el representante Raja Krishnamoorthi (D-Ill.), miembro destacado del comité, en una declaración del 18 de diciembre que acompañaba al informe.
"Diez Más por Taiwán demuestra que la disuasión efectiva no es solo militar, sino que proviene de un mensaje político claro, lazos económicos fortalecidos y un firme compromiso con nuestros valores compartidos".
















