La venta récord de armas estadounidenses a Taiwán está funcionando como un elemento disuasorio práctico contra la agresión de China, lo que obliga a Beijing a adoptar una postura superficial a corto plazo debido a su grave desaceleración económica, según los expertos.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Taiwán anunció el 18 de diciembre que había recibido una notificación oficial de Estados Unidos en la que se confirmaba la venta un paquete de armas por valor de 11,100 millones de dólares, la mayor venta de armas jamás propuesta para la isla.
El acuerdo abarca ocho sistemas distintos, entre los que se incluyen obuses autopropulsados M109A7, sistemas de cohetes de artillería de alta movilidad (HIMARS), vehículos aéreos no tripulados antitanque y misiles Javelin y guiados por cable adicionales.
La lista también incluye la Red Táctica de Taiwán (TTN) y el Kit de Concienciación de Equipo (TAK), repuestos para helicópteros AH-1W y apoyo para la reparación de misiles Harpoon.
Este histórico acuerdo, pendiente de la aprobación del Congreso, eclipsaría los 8400 millones de dólares en ventas totales de armas autorizadas por la administración del expresidente Joe Biden.
La venta se ajusta a "los intereses nacionales, económicos y de seguridad de Estados Unidos, al apoyar los continuos esfuerzos del destinatario por modernizar sus fuerzas armadas y mantener una capacidad defensiva creíble", afirmó el Departamento de Estado de Estados Unidos en un comunicado.
Frustrar las ambiciones del EPL
Richard Chou Yu-ping, integrante del Comité del Centro de Evaluación de la Fundación para el Desarrollo Industrial de la Defensa Nacional de Taiwán, describió la venta pendiente como un elemento "disuasivo práctico y eficaz" contra la agresión del régimen chino hacia Taiwán, una democracia autónoma que el Partido Comunista Chino (PCCh) reclama como propia y no descarta tomar por la fuerza."Esta compra de armas reforzará la capacidad de misiles de largo alcance de Taiwán y tendrá un impacto significativo en los preparativos del Ejército Popular de Liberación antes de cualquier intento de invasión. Además, el M109A7 es el equipo militar actual de Estados Unidos y ofrece una capacidad de obús autopropulsado muy superior a la de las armas que utilizan actualmente las fuerzas armadas de Taiwán", declaró Chou a The Epoch Times, refiriéndose al Ejército Popular de Liberación.
Chou destacó la sinergia operativa de sistemas específicos, en particular los misiles TTN, TAK y Javelin, para mejorar la conciencia del campo de batalla y las capacidades de ataque de precisión.
Vehículos militares armados patrullan fuera del aeropuerto de Songshan en Taipéi, Taiwán, el 14 de octubre de 2024. (Daniel Ceng/AFP a través de Getty Images)"Los sistemas TTN y TAK nos proporcionan información crítica para lanzar contramedidas contra los desembarcos del EPL o las flotas navales que se acercan. Mientras tanto, los misiles Javelin pueden apuntar a armamento pesado cuando las fuerzas del EPL intentan desembarcar, lo que significa que esta adquisición refuerza significativamente la defensa de Taiwán contra las amenazas militares", dijo Chou.
Shu Hsiao-huang, investigador del Instituto de Investigación de Defensa Nacional y Seguridad de Taiwán, calificó la postura militar tradicional del ejército como inadecuada para las amenazas modernas, argumentando que este paquete transforma fundamentalmente la preparación para el combate, en particular con el TTN y el TAK.
"Esto le indica al EPL que, incluso si logran la superioridad aérea y naval, Taiwán aún puede asestar un golpe demoledor a sus fuerzas de desembarco", dijo Shu a The Epoch Times.
Shu elogió el acuerdo y lo calificó como un gran avance. Dijo que mejora las capacidades del ejército "quizás en más de 30 o 40 años", al tiempo que allana el camino para el retiro de los sistemas obsoletos.
"Si el equipamiento no cambia, la doctrina de combate y el entrenamiento también seguirán estando obsoletos, lo que supone un gran reto para el ejército. Esta adquisición permite al ejército taiwanés adoptar una nueva mentalidad en cuanto a operaciones y despliegue", dijo Shu.
Amenaza a la primera cadena de islas
En una rueda de prensa realizada el 19 de diciembre, un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino condenó el paquete de armas, alegando que la venta socava gravemente la "soberanía y los intereses de seguridad" de Beijing.Su Tzu-yun, profesor adjunto del Instituto de Estudios Internacionales y Estratégicos de la Universidad Tamkang de Taipéi, rechazó las afirmaciones de Beijing y respondió que es el régimen comunista el que está erosionando activa e incesantemente la soberanía en toda la región indopacífica y, en concreto, en Taiwán, una amenaza subrayada por las advertencias del Pentágono de que China pretende estar lista para apoderarse de la isla en 2027.
"China está llevando a cabo un ajuste estratégico para transformarse de una potencia terrestre en una potencia marítima, y Taiwán ocupa la posición más crítica en esta estrategia de desarrollo".
"Poseer Taiwán sería como poseer Hawái, lo que permitiría a China proyectar su poder en el Pacífico", dijo Su a The Epoch Times.
En la misma línea, Shu señaló que, aunque las fuerzas estratégicas de China siguen estando por detrás de las de Estados Unidos, Beijing está aprovechando las lecciones de la guerra entre Rusia y Ucrania para acelerar el despliegue de municiones de última generación y replicar las capacidades de combate de Estados Unidos.
"Desarrollos como el caza Chengdu J-36 de sexta generación y el dron furtivo CH-7 plantean importantes retos a las redes de defensa aérea de la primera cadena de islas, que abarca Taiwán, Japón y las bases estadounidenses cercanas".
"Además, el despliegue por parte de China del nuevo misil balístico intercontinental DF-61 con base en tierra consolida aún más sus capacidades de ataque estratégico de largo alcance", dijo Shu.
