
El mejor regalo para el Día del Padre
Después de que la enfermera me tomara la tensión arterial y saliera de la habitación, esperé solo la llegada de mi médico. A mi edad, este momento concreto de la revisión médica anual puede dar pie a largas reflexiones. ¿Y si en esta visita mi médico me decía: «Bueno, Jeff, me temo que tengo malas noticias»? Empecé a planear cómo les diría a mis hijos y amigos mi inminente fallecimiento.