El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, rechazó la sugerencia del presidente ruso, Vladimir Putin, de que ambos líderes se reúnan en Moscú para mantener conversaciones de paz, afirmando que se niega a viajar a la capital de un país que sigue bombardeando su nación.
"Él puede venir a Kiev", declaró Zelenski a ABC News en una entrevista el 5 de septiembre. "No puedo ir a Moscú cuando mi país está bajo el ataque de misiles cada día. No puedo ir a la capital de este terrorista".
Putin, en declaraciones realizadas a principios de esta semana en Beijing y de nuevo en el Foro Económico Oriental en Vladivostok, Rusia, afirmó que seguía abierto a las negociaciones con Zelenski, pero solo en Moscú.
"Si la reunión en cuestión está bien preparada y puede dar lugar a resultados positivos, podemos celebrarla, y nunca he rechazado esta idea", declaró Putin durante una rueda de prensa en Pekín el 3 de septiembre. "Por cierto, Donald [Trump] me pidió, si era posible, que celebrara una reunión de este tipo. Le dije que era posible. Al fin y al cabo, si Zelenski está dispuesto, puede venir a Moscú y celebraremos dicha reunión".
El ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Andrii Sybiha, rechazó la oferta y acusó a Putin de "hacer propuestas inaceptables a sabiendas".
El tira y afloja se produce mientras el presidente Donald Trump sigue presionando para que se celebren conversaciones directas entre los dos líderes en guerra. "Al final, voy a reunir a los dos en una sala", declaró Trump a Fox News el mes pasado. En agosto, organizó reuniones separadas con Putin y Zelenski y dijo que les daría dos semanas para explorar la posibilidad de una cumbre bilateral.
Zelenski ha acusado repetidamente a Putin de no tomarse en serio las conversaciones de paz mientras continúa la guerra en Ucrania. El 5 de septiembre, durante una visita a una fábrica estadounidense en Kiev, declaró a la cadena ABC que Putin está ganando tiempo y "jugando con Estados Unidos".
En el foro de Vladivostok celebrado ese mismo día, Putin puso en duda la utilidad de las conversaciones directas, señalando lo que describió como la disfunción política y constitucional de Ucrania.
"Incluso si tuvieran voluntad política, lo cual dudo, existen dificultades legales y técnicas", dijo, citando la ley marcial, la suspensión de los tribunales y la supuesta corrupción. Aun así, afirmó que Rusia estaba dispuesta a recibir a Zelenski. "Si alguien realmente quiere reunirse con nosotros, estamos preparados. El mejor lugar para ello es la capital de la Federación Rusa, la heroica ciudad de Moscú".
Esto se produce mientras los funcionarios europeos y estadounidenses avanzan en las conversaciones sobre las garantías de seguridad para Ucrania después de la guerra. El presidente francés, Emmanuel Macron, organizó una cumbre en París el 4 de septiembre en la que participaron Zelenski y líderes de más de dos docenas de países para dar forma a un paquete de compromisos militares destinados a disuadir futuras agresiones rusas. Macron afirmó que la "coalición de voluntarios" acabaría proporcionando una "fuerza de seguridad" compuesta por unidades terrestres, aéreas y navales, pero solo una vez finalizado el conflicto.
En una intervención en un foro celebrado en Italia el 5 de septiembre, Zelenski destacó los esfuerzos por construir un amplio "sistema de seguridad en tierra, aire y mar" para presionar a Rusia hacia la paz. Dijo que 35 países forman parte ahora de la coalición de voluntarios, y que 26 de ellos, entre ellos Estados Unidos, están dispuestos a proporcionar apoyo concreto en materia de seguridad. Sin embargo, Zelenski dijo a los participantes por videoconferencia que es importante que "las garantías de seguridad empiecen a funcionar ahora, durante la guerra, y no solo después de que esta termine".
En respuesta a los planes, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, advirtió que resolver las cuestiones de seguridad sin involucrar a Rusia era "un camino a ninguna parte". Putin fue más allá en Vladivostok, al declarar que cualquier tropa extranjera desplegada en Ucrania antes de un acuerdo de paz definitivo sería "un objetivo legítimo para su destrucción".
Trump, por su parte, ha expresado su impaciencia por la falta de avances.
En su reunión con el presidente polaco Karol Nawrocki en la Casa Blanca el 3 de septiembre, el presidente estadounidense dijo que si Putin se resiste a las conversaciones, "verán cómo suceden cosas".
Trump ya ha impuesto nuevos aranceles a la India por comprar petróleo ruso y ha insinuado nuevas sanciones contra Moscú.
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