El presidente Donald Trump firmó el 6 de junio órdenes ejecutivas para desregular y abrir la investigación y el desarrollo de los coches voladores y la tecnología de la aviación supersónica.
El viernes, Trump firmó las dos órdenes, junto con otras que se centran en las capacidades, la tecnología y la normativa de los drones estadounidenses.
Una de las órdenes instruye a la Administración Federal de Aviación (FAA) a comenzar a probar los coches voladores, también conocidos como aeronaves eléctricas de despegue y aterrizaje vertical (eVTOL), según un alto funcionario de la Casa Blanca.
Michael Kratsios, director de la Oficina de Política Científica y Tecnológica de la Casa Blanca, afirmó que la orden establecerá un programa piloto en colaboración con partes interesadas tanto del sector público como del privado.
«Los coches voladores no son solo para los Supersónicos, también son para el pueblo estadounidense a corto plazo», declaró durante una rueda de prensa en la Casa Blanca.
Kratsios afirmó que «los eVTOL prometen revolucionar el transporte, así como la entrega de mercancías y la logística... abriendo un nuevo camino hacia nuevas fronteras como parte de la edad de oro de la innovación estadounidense».
En cuanto a los vuelos supersónicos, la orden de Trump deroga las regulaciones que obstaculizan el desarrollo de esta tecnología y ordena a la FAA crear una norma para la certificación del ruido de los aviones supersónicos, según un alto funcionario de la Casa Blanca.
La orden también impulsa la coordinación de la investigación entre la FAA y la Oficina de Política Científica y Tecnológica de la Casa Blanca y promueve la colaboración internacional a través de la FAA y otras agencias para «armonizar las regulaciones supersónicas globales y los acuerdos bilaterales para las operaciones internacionales».
«En conjunto, estas órdenes ejecutivas acelerarán la innovación estadounidense en drones, coches voladores y aviones supersónicos y trazarán el futuro de los cielos estadounidenses en los próximos años», afirmó Kratsios.
Afirmó que Trump pretende revolucionar la aviación supersónica en Estados Unidos tras años de regulaciones que impidieron a las aerolíneas utilizar esta tecnología para el transporte aéreo comercial.
«La realidad es que los estadounidenses deberían poder volar de Nueva York a Los Ángeles en menos de cuatro horas», afirmó Kratsios, quien añadió que los recientes avances en ingeniería aeroespacial, ciencia de los materiales y reducción del ruido hicieron que los vuelos supersónicos nacionales sean seguros, sostenibles y comercialmente viables.
«Pero durante los últimos 50 años, unas regulaciones obsoletas y excesivamente restrictivas impidieron los vuelos supersónicos de pasajeros y debilitaron nuestra competitividad global en el sector de la aviación», añadió.
«El mercado está ahí y la tecnología está ahí».
El Gobierno ya comenzó a firmar contratos y acuerdos con las principales aerolíneas comerciales, que acordaron comprar aviones supersónicos, para impulsar el sector.
«Nuestro mensaje es sencillo: la innovación estadounidense pertenece al sector aeroespacial estadounidense», afirmó Kratsios.
Sebastian Gorka, que ejerce como asistente adjunto del presidente y director senior de contraterrorismo en el Consejo de Seguridad Nacional, afirmó que las órdenes ejecutivas de Trump del 6 de junio tienen como objetivo «restaurar el control soberano de nuestro espacio aéreo».
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