WASHINGTON—El presidente Donald Trump firmó el 25 de agosto una orden ejecutiva que instruye a la fiscal general a enjuiciar a quienes quemen la bandera estadounidense o la profanen de otras formas.
"Verán cómo se detiene inmediatamente la quema de banderas", dijo Trump. "La gente de nuestro país no quiere ver cómo se quema y se escupe sobre nuestra bandera".
La orden instruye a la fiscal general Pam Bondi a remitir los casos pertinentes a las autoridades estatales y locales y a presentar cargos de conformidad con la Primera Enmienda.
La quema de banderas estadounidenses como forma de protesta política se popularizó durante la guerra de Vietnam, lo que dio lugar a la Ley de Protección de la Bandera de 1968, que prohibió quemar, desfigurar, profanar, mutilar o pisotear la bandera.
Una sentencia de la Corte Suprema de 1989, Texas contra Johnson, anuló la ley y declaró que el acto de profanar la bandera estaba protegido como expresión simbólica en virtud de la Primera Enmienda.
"Fue una decisión muy triste de la corte, por 5 votos contra 4", dijo Trump.
En ese caso, una corte de Texas condenó a Gregory Lee Johnson por quemar una bandera estadounidense fuera de la Convención Nacional Republicana de 1984 en Dallas después de marchar con manifestantes.
"El gobierno tiene, en general, más libertad para restringir la conducta expresiva que para restringir la palabra escrita o hablada", escribió el juez William J. Brennan en la opinión de la corte. "Sin embargo, no puede prohibir una conducta concreta por el hecho de que tenga elementos expresivos".
El presidente dijo que la cuestión va más allá de la libertad de expresión, ya que puede dar lugar a violencia.
"Cuando se quema la bandera estadounidense, se incita a los disturbios", dijo Trump.
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