El 15 de septiembre, el presidente Donald Trump amenazó con declarar una emergencia nacional en Washington después de que la alcaldesa Muriel Bowser dijera que la policía local ya no cooperaría con las autoridades federales de inmigración.
Trump declaró una emergencia por delincuencia en la capital del país y ordenó la toma de control federal del Departamento de Policía Metropolitana (MPD) durante 30 días el 11 de agosto, desplegando fuerzas del orden federales y soldados de la Guardia Nacional para combatir la delincuencia en la ciudad.
Ahora que la emergencia terminó, Trump dijo que Bowser ha notificado al gobierno que el MPD ya no cooperará con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), algo a lo que él se opone firmemente.
"El gobierno federal, bajo mi auspicio como presidente de Estados Unidos de América, intervino en el completo caos criminal que era Washington D. C., la capital de nuestra nación", dijo Trump en un posteo en Truth Social. "Gracias a ello, D.C. ha pasado de ser una de las ciudades más peligrosas y con más asesinatos de Estados Unidos, e incluso del mundo, a ser una de las más seguras, en solo unas semanas".
Trump advirtió que "la delincuencia volvería con fuerza" si el Departamento de Policía Metropolitana dejara de cooperar con el ICE, y señaló su disposición a federalizar de nuevo el departamento de policía si lo considera necesario.
"A la gente y a las empresas de Washington D. C., NO SE PREOCUPEN, ESTOY CON USTEDES Y NO PERMITIRÉ QUE ESTO SUCEDA. Declararé el estado de emergencia nacional y federalizaré, si es necesario", dijo.
The Epoch Times se puso en contacto con la oficina de la alcaldesa para recabar solicitar sus comentarios, pero no recibió respuesta antes de la hora de publicación de este artículo.
Bowser dijo a los periodistas el 10 de septiembre que la misión de seguridad pública del Departamento de Policía Metropolitana (MPD) sigue siendo la misma, pero que el departamento ya no colaborará con las autoridades federales de inmigración una vez que expire la orden de emergencia.
"La declaración presidencial obliga a la alcaldesa a proporcionar los servicios del MPD que solicite el presidente durante la emergencia con fines federales. La aplicación de las leyes de inmigración es uno de esos servicios", dijo. "La aplicación de las leyes de inmigración no es lo que hace el Departamento de Policía Metropolitana. Y con el fin de la emergencia, no será lo que haga el Departamento de Policía Metropolitana en el futuro".
A principios de este mes, Bowser firmó una orden ejecutiva por la que se creaba el "Centro de Operaciones de Emergencia Seguro y Hermoso" (SBEOC, por sus siglas en inglés), encargado de supervisar la respuesta del distrito al grupo de trabajo federal.

Su oficina afirmó que el SBEOC seguiría coordinando las labores policiales con las agencias federales, incluidos el Servicio de Alguaciles de Estados Unidos y la Administración para el Control de Drogas, en el marco de la planificación posterior a la emergencia, pero no incluía al ICE.
Se han realizado más de 2000 detenciones en todo Washington desde que comenzó la intervención federal, según el director del FBI, Kash Patel. La Guardia Nacional prolongó el acampamiento de sus tropas en la capital del país hasta el 30 de noviembre para mantener el crimen bajo control.
Bowser dijo el 27 de agosto que la delincuencia ha disminuido desde que Trump desplegó tropas de la Guardia y tomó el control federal del Departamento de Policía Metropolitana (MPD).
La alcaldesa dijo a los periodistas durante una actualización sobre el aumento de la aplicación de la ley que ella y sus funcionarios "aprecian enormemente" la presencia adicional de las fuerzas policiales, y señaló que en solo 20 días, el número de robos de vehículos había disminuido en un 87% con respecto al mismo período del año pasado.
Con información de Victoria Friedman
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