Opinión
A lo largo de los años, la NASA experimentó altibajos en términos de golpes financieros y cambios de prioridades. Aunque las reducciones financieras y las ideas de renovación recomendadas por la Casa Blanca para la agencia espacial civil no son únicas, muchos las consideran una bomba presupuestaria.
Pero primero, un poco de historia espacial.
En el pasado, por ejemplo, la administración del presidente Barack Obama tomó una medida similar cuando canceló el programa Constellation de la NASA, rechazando los planes de volver a la Luna. A principios de la década de 1990, la amplia y ambiciosa Iniciativa de Exploración Espacial del presidente George H. W. Bush corrió la misma suerte.
Primero la Luna... Primero Marte... Viajes tripulados a un asteroide. La agenda de exploración espacial de Estados Unidos ha sido un vaivén en la política espacial. En el proceso se descartó una estrategia de perseverancia.
Pero eso era entonces. Ahora es ahora.
Ganarle a China
Entre los proyectos de la NASA que están en la mira en el presupuesto propuesto por Trump se encuentra la eliminación gradual del megapropulsor financiado por el gobierno, el Sistema de Lanzamiento Espacial, y su retiro después del «reinicio» del envío de humanos a la Luna.La cápsula Orion, destinada al transporte de tripulaciones, también se retiraría. Se ha descartado la estación espacial lunar Gateway, considerada por la NASA como vital para apoyar las misiones tripuladas Artemis a la Luna y ayudar a diseñar la primera misión tripulada a Marte y más allá.
El plan financiero del presidente Trump descarta la misión Mars Sample Return, liderada por la NASA, calificada en el presupuesto de la Casa Blanca como «muy por encima del presupuesto y cuyos objetivos se alcanzarían con misiones tripuladas a Marte». El presupuesto sugiere reorientar la financiación de la NASA para garantizar «ganarle a China en la carrera por la Luna y llevar al primer humano a Marte».
Conclusiones
El presupuesto que se propone supone una reducción del 24.3 por ciento de la financiación total de la NASA y un recorte del 47 por ciento del presupuesto científico de la agencia espacial.Por un lado, el presupuesto de la NASA es minúsculo. Por otro, el impacto del gasto espacial civil es enorme.
La NASA solo recibe alrededor del 0.4 por ciento del gasto discrecional federal. Recortarlo apenas influiría en las finanzas nacionales, pero el resultado podría perjudicar el poderío científico de Estados Unidos, el avance de la alta tecnología a través de tecnologías derivadas y el prestigio ganado en todo el mundo durante décadas de logros espaciales.
Además, una consecuencia negativa del esbozo del presupuesto recientemente publicado es la disminución de la formación de la futura mano de obra del país en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM). Esta preocupante tendencia, dada la reducción del presupuesto de la NASA para la ciencia espacial, hace temer la pérdida de una generación de científicos espaciales.
Enfoque integrado y estratégico
Todo esto es el prólogo de una conclusión que conviene tener en cuenta.La exploración humana, la ciencia robótica, el desarrollo tecnológico y la aeronáutica, apoyados por la NASA, se refuerzan mutuamente. Más aún, el debilitamiento de un área socava el conjunto, especialmente si se tiene en cuenta la creciente competencia con China.
Lo que se necesita urgentemente es un enfoque integrado y estratégico de la exploración espacial.
¿Hay alguna buena noticia en todo esto?
Sí, en el sentido de que pronto comenzará el tira y afloja presupuestario entre el Congreso y la Casa Blanca. El resultado aún está por saberse. Ya hay reacciones del Congreso y se recuerda que el presupuesto «posible» es un paso en un largo proceso , no el cierre definitivo.
Territorio desconocido
Ante el estallido de la angustia de los investigadores espaciales preocupados por el futuro presupuesto de la NASA, también hay que recordar la frase que se suele atribuir al escritor y humorista estadounidense Mark Twain: «Las noticias de mi muerte son muy exageradas».La pregunta que se cierne sobre nosotros es si los legisladores del Congreso decretarán una llamada a la acción de emergencia, cruzando la línea roja para dar un paso atrás donde sea necesario.
Todo esto es territorio desconocido, como el propio espacio.
De RealClearWire
Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no reflejan necesariamente las de The Epoch Times.
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