El presidente Donald Trump y la primera dama Melania Trump honraron las vidas de los fallecidos el 11 de septiembre de 2001 durante una solemne ceremonia realizada el jueves en el Pentágono para conmemorar el 24.º aniversario de los atentados que causaron la muerte de casi 3000 personas.
"En el cuarto de siglo transcurrido desde aquellos actos de asesinato en masa, los familiares de las víctimas del 11-S sienten el peso de los cumpleaños perdidos y las habitaciones vacías, los diarios sin terminar y los sueños sin cumplir", dijo Trump durante el acto. "A todos los familiares que aún sienten un vacío cada día de sus vidas, la primera dama y yo nos unimos a ustedes en el dolor y, hoy, como nación, renovamos nuestro sagrado voto de que nunca olvidaremos el 11 de septiembre de 2001".
El presidente recordó historias de aquel día, en lo que describió como momentos horribles que pusieron a prueba el carácter de Estados Unidos, destacando a los héroes que lo dieron todo para salvar a otros.
"Nuestro país se enfrentó cara a cara con el mal puro", dijo Trump. "En ese fatídico día, monstruos salvajes atacaron los símbolos mismos de nuestra civilización".
Compartió la historia de la construcción del Pentágono, en su momento el edificio más grande del mundo, por parte de comerciantes estadounidenses, que comenzó hace 84 años, el 11 de septiembre de 1941.
"Esta estructura se erigió como un monumento a la fuerza, el poder y la preciada libertad estadounidenses", dijo Trump.
Se leyeron en voz alta los nombres de los 189 civiles y militares que murieron en el Pentágono el 11 de septiembre, y los miembros de la Marina de los Estados Unidos tocaron una campana por cada alma.
El Coro Militar interpretó "Amazing Grace" antes de que el jefe de capellanes de la Marina, el contralmirante Gregory Todd, leyera una invocación.
"El edificio que ven detrás de mí, el Departamento de Guerra, fue objeto de un acto de salvaje maldad", dijo el secretario de Guerra, Pete Hegseth. "Y hoy, en este lugar sagrado, nos reunimos para honrar a esas víctimas y héroes con la determinación de no olvidar nunca".
Recordando un "llamamiento inquebrantable a la acción", dijo que ese día fue "la máxima confirmación del servicio".
El espíritu del pueblo estadounidense se reveló ese día y en las décadas siguientes a través del heroísmo patriótico demostrado por aquellos que respondieron con vigilancia, dijo Hegseth.
Los líderes militares agradecieron a los miembros actuales y antiguos del servicio su sacrificio y la esperanza que proporcionan a las generaciones venideras.
"El 11 de septiembre nos recuerda que, incluso en los momentos más oscuros, la fuerza estadounidense perdura", dijo Dan Caine, presidente del Estado Mayor Conjunto, durante el evento. "Y si nos atacan, responderemos de inmediato".
Dijo que los servicios de emergencia y otras personas se apresuraron a entrar en los escombros en llamas para ayudar a los heridos, salvando innumerables vidas.
Mientras el edificio ardía, las operaciones de defensa no cesaron y se pusieron en marcha inmediatamente planes de respuesta, señaló Caine.
Dado que el evento tuvo lugar horas después del asesinato del comentarista conservador Charlie Kirk en Utah, Trump también anunció que otorgará a Kirk, a título póstumo, la Medalla Presidencial de la Libertad en una fecha aún por determinar.
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