Las autoridades sanitarias estadounidenses han cerrado un laboratorio de Maryland que trabaja con enfermedades infecciosas de alto riesgo.
Las autoridades sanitarias detuvieron el trabajo en el Centro de Investigación Integrada de Fort Detrick, también conocido como IRF-Frederick, tras múltiples violaciones de seguridad, según informó un funcionario de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) a The Epoch Times en un correo electrónico el 5 de mayo.
El funcionario confirmó que uno de los incidentes fue que un investigador perforó el equipo de protección personal de otro investigador.
Las demás violaciones de seguridad no están claras.
La Confederación Nacional Interagencial para la Investigación Biomédica, un consorcio de ocho agencias que supervisa el IRF y otras instalaciones de investigación en Fort Detrick, no respondieron a una solicitud de comentarios.
Los investigadores del IRF manipulan patógenos de alto riesgo, como la gripe aviar, el síndrome respiratorio de Oriente Medio y el ébola. La instalación «tiene la capacidad» de realizar investigaciones con un nivel de bioseguridad cuatro, que indica el riesgo más alto, según indica el sitio web del IRF.
El trabajo en el IRF se reanudará «tan pronto como se garantice la seguridad de nuestro equipo», dijo el Departamento de Salud y Servicios Humanos, la agencia matriz de los NIH, en la plataforma de redes sociales X.
Los funcionarios que trabajan para Frederick, ciudad y condado en el que se encuentra Fort Detrick, dijeron que estaban preocupados por la interrupción del trabajo.
«Esta instalación ha estado a la vanguardia del estudio de enfermedades infecciosas mortales, incluido el ébola, y su trabajo es crucial para la salud y la seguridad públicas», dijeron Jessica Fitzwater, ejecutiva del condado de Frederick, y cuatro miembros del Consejo del Condado de Frederick, incluido su presidente, Brad Young, a The Epoch Times en un comunicado enviado por correo electrónico.
«La pausa indefinida en sus operaciones no solo pone en peligro la investigación en curso, sino que también socava nuestra preparación para futuros brotes».
«El condado de Frederick ha sido durante mucho tiempo un centro de innovación y investigación científica. Las contribuciones del IRF no solo han avanzado nuestra comprensión de las enfermedades infecciosas, sino que también han aportado importantes beneficios económicos a nuestra comunidad. El cierre de este laboratorio amenaza con perturbar nuestra economía local, lo que podría provocar la pérdida de puestos de trabajo y un declive de la colaboración científica. Instamos al gobierno federal a que reconsidere esta decisión y reconozca el papel fundamental que desempeña el IRF en la protección de la salud pública y el apoyo a nuestra economía local. El trabajo que se lleva a cabo en estas instalaciones es demasiado importante como para interrumpirlo indefinidamente».
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