Tulsi Gabbard, directora de Inteligencia Nacional, dijo el 31 de mayo que el mensaje de Estados Unidos a los socios del Indo-Pacífico en la Cumbre de Shangri-La fue un mensaje de paz.
"El mensaje general es muy coherente con lo que el presidente Trump ha estado diciendo a lo largo de su administración y su mandato: que quiere ser el presidente de la paz", declaró Gabbard a Fox News desde la cumbre.
Dijo que la región contiene muchas naciones, cada una con historias, culturas y necesidades complejas y llenas de matices.
"Hay más de 40 países presentes aquí, más de 500 personas, y ese diálogo, esa diplomacia, ese aumento del entendimiento entre nosotros como países, es esencial para avanzar hacia la paz y la estabilidad, reduciendo la probabilidad de malentendidos, errores de cálculo y decisiones basadas en información errónea o simplemente en la incomprensión. ¿Cuál es el matiz que debemos ver aquí que quizá no estemos captando en los titulares?"
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, pronunció un discurso el 31 de mayo en el que describió la visión de Estados Unidos para el Indo-Pacífico, enfatizando su enfoque de "paz a través de la fuerza".
Hegseth dijo que Estados Unidos tiene la intención de construir relaciones con otras naciones que sean de beneficio mutuo y de respeto a los intereses soberanos, y no de moralización o dependencia.
"No estamos aquí para sermonearles sobre el cambio climático ni sobre cuestiones culturales. No estamos aquí para imponerles nuestra voluntad. Todos somos naciones soberanas. Deberíamos poder elegir el futuro que queremos construir", dijo. "Sobre esta base compartida de interés mutuo y sentido común, construiremos y fortaleceremos nuestras alianzas de defensa para preservar la paz y aumentar la prosperidad".
Compartió el propio compromiso de Estados Unidos con la defensa, mencionando iniciativas como el sistema de defensa de misiles Golden Dome y un aumento del 13 por ciento en el gasto de defensa, y reiteró la expectativa de que las naciones asociadas también refuercen sus defensas.
"Estamos interactuando con nuestros aliados, capacitándolos y empoderándolos, a veces con mano dura, pero con amor al fin y al cabo", afirmó. Añadió que la insistencia de Estados Unidos en que los aliados de la OTAN asuman una mayor responsabilidad por su propia seguridad le ha permitido centrarse en el Indopacífico, "nuestro escenario prioritario".
Estas asociaciones de "interés mutuo" significan un ambicioso entrenamiento de defensa conjunto, así como cadenas de suministro resilientes para todos, dijo Hegseth.
El secretario de Defensa también criticó duramente al régimen comunista chino, destacando su agresión en el Indopacífico, sus intentos de instrumentalizar el Canal de Panamá, el globo espía que sobrevoló Estados Unidos, los ciberataques a infraestructuras críticas de Estados Unidos y otras naciones, los ejercicios militares en torno a Taiwán, entre otras acciones agresivas. También señaló la ausencia del ministro de Defensa de China en la cumbre.
"China busca intimidarlos en sus propias aguas", dijo. Hegseth reiteró que Estados Unidos no "busca el conflicto", pero que no "se dejará expulsar de esta región crítica... ni se someterá a la intimidación".
Reconoció que muchas naciones del Indopacífico ven la necesidad de equilibrar sus relaciones tanto con China como con Estados Unidos, pero sugirió que el status quo no se mantendrá.
"Se avecina una amenaza", dijo.
"Sabemos que muchos países se sienten tentados por la idea de buscar tanto la cooperación económica con China como la cooperación en defensa con Estados Unidos. Ahora bien, esa es una necesidad geográfica para muchos", afirmó.
"Pero tengan cuidado con la influencia que el PCCh busca con esa intervención. La dependencia económica de China solo profundiza su influencia maligna y complica nuestro margen de decisión en materia de defensa en tiempos de tensión".
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