El FBI vigiló a senadores republicanos como parte de su investigación sobre el fenómeno Arctic Frost, según evidencia un documento recientemente revelado.
Agentes del FBI vigilaron los teléfonos celulares de los senadores Marsha Blackburn (R-TN), Lindsey Graham (R-SC), Bill Hagerty (R-TN), Josh Hawley (R-MO, Ron Johnson (R-WI), Cynthia Lummis (R-WY), Dan Sullivan (R-AK) y Tommy Tuberville (R-AL), según el documento, publicado por el presidente del Comité Judicial del Senado, Chuck Grassley (R-IA), el 6 de octubre. Obtuvieron información conocida como registros de peajes.
El representante Mike Kelly (R-PA) también fue vigilado.
Se sabía previamente que al representante Scott Perry (R-PA) y a los abogados del presidente Donald Trump se les incautaron los teléfonos como parte de la investigación.
Arctic Frost comenzó en 2022 bajo el mandato del entonces presidente Joe Biden. Se inició a raíz de la presunta conspiración para anular los resultados de las elecciones presidenciales de 2020.
La investigación fue posteriormente asumida por el fiscal especial Jack Smith, quien finalmente acusó a Trump. Smith escribió en su informe final que los registros telefónicos mostraban que Trump intentó contactar a dos senadores estadounidenses y también ordenó a un cómplice que llamara a miembros del Congreso para convencerlos de que retrasaran la certificación de los resultados electorales.
Los cargos se retiraron tras la victoria de Trump en las elecciones de 2024.
"Con base en la evidencia disponible hasta la fecha, Arctic Frost y el uso de armas relacionadas por parte de las fuerzas del orden federales durante el gobierno de Biden fueron posiblemente peores que el caso Watergate", declaró Grassley.
Describió las acciones del FBI en la investigación como una "violación inconstitucional" y exigió al director del FBI, Kash Patel, que exigiera responsabilidades al personal involucrado.
Johnson escribió en X: "Nos vigilaron simplemente por ser republicanos. Esto no me sorprende, pero debería conmocionar a todos los estadounidenses. Lo que hizo la administración Biden es un abuso de poder indignante; es una flagrante persecución política. Los responsables deben rendir cuentas plenamente".
Un mensaje automático de la oficina de prensa del FBI indicó que no habría respuesta debido al cierre del gobierno.
"Durante el actual lapso de asignación de fondos, las operaciones del FBI se centran en la seguridad nacional, las violaciones de la ley federal y las funciones esenciales de seguridad pública. Las consultas de los medios de comunicación fuera de estas funciones se considerarán cuando finalice el lapso de asignación de fondos", declaraba el mensaje.
Patel escribió en X el 7 de octubre que él y otros líderes prometieron transparencia y, tras la reciente revelación del "espionaje infundado a miembros del Congreso por parte del anterior equipo directivo del FBI", el FBI despidió empleados, eliminó al equipo de corrupción pública del FBI e inició una investigación que, según él, conducirá a medidas adicionales.
La fiscal general Pam Bondi declaró a los legisladores en el Capitolio el martes que Arctic Frost fue "un abuso de poder inconstitucional y antidemocrático" y "el tipo de conducta que destruyó la fe del pueblo estadounidense en nuestro gobierno".
Grassley publicó previamente registros que muestran que el FBI adquirió teléfonos celulares utilizados por Trump y el exvicepresidente Mike Pence durante la investigación de Arctic Frost.
Otro documento mostró que la investigación se centró en 92 organizaciones conservadoras, incluyendo Turning Point USA, dirigida por el difunto Charlie Kirk.
Grassley le preguntó a Patel sobre esos registros durante una audiencia en septiembre, lo que llevó a Patel a decirle: "Este FBI ya no será utilizado como arma, ni por parte de ninguno de los partidos políticos".
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