El director del FBI, Kash Patel, confirmó la creación de un grupo de trabajo interinstitucional destinado a identificar y perseguir a los responsables de una reciente oleada de ataques violentos contra vehículos, instalaciones y estaciones de carga de Tesla, acciones que calificó como «terrorismo doméstico.»
«El FBI ha estado investigando el incremento de la actividad violenta contra Tesla y, en los últimos días, hemos tomado acciones adicionales para tomar medidas enérgicas y coordinar nuestra respuesta», escribió Patel el 24 de marzo en la plataforma de medios sociales X. «Esto es terrorismo doméstico. Los responsables serán perseguidos, capturados y puestos a disposición de la justicia».
Patel compartió un posteo de la periodista del New York Post Diana Glebova, quien dio a conocer por primera vez la creación del grupo de trabajo sobre Tesla del FBI, integrado por 10 personas. Al parecer, la unidad incluye agentes especiales y analistas de varias agencias federales, incluida la División de Lucha contra el Terrorismo del FBI -específicamente su Sección de Operaciones de Terrorismo Doméstico y la Dirección de Armas de Destrucción Masiva-, así como personal de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF).
Un portavoz del FBI confirmó la decisión de la agencia en una declaración enviada por correo electrónico a The Epoch Times.
«El director Patel ha sido inequívocamente claro: el FBI será implacable en su misión de proteger al pueblo estadounidense», dijo el portavoz. «Los actos de violencia, vandalismo y terrorismo doméstico -como los recientes ataques a Tesla- serán perseguidos con todo el peso de la ley».
La decisión federal se produce tras una oleada de ataques contra la infraestructura de Tesla, como actos vandálicos, disparos e incendios intencionados. En un incidente reciente, un centro de servicio de Tesla en Las Vegas fue atacado por un hombre armado que atacó a balazos varios vehículos, prendió fuego a otros y pintó con aerosol la palabra «RESIST» en todo el edificio.
Después del ataque de Las Vegas, el agente especial a cargo del FBI Spencer Evans dijo a los periodistas que la oficina está investigando incidentes similares en al menos nueve estados.
«Se han recibido informes de ataques en múltiples estados, que van desde grafitis y vandalismo hasta verdaderos ataques selectivos en los que la gente está utilizando armas de fuego, bombas incendiarias», dijo Evans, añadiendo que es demasiado pronto para determinar si los eventos son parte de una campaña coordinada.
En otra publicación en X, el FBI instó a los estadounidenses a permanecer vigilantes en los alrededores de las instalaciones de Tesla debido a los incidentes que se han presenteado en todo el país relacionados con «incendios provocados, disparos y vandalismo» contra los vehículos y las propiedades de la empresa.
Aunque el FBI no ha comentado oficialmente el papel político del CEO de Tesla, Elon Musk, la agencia reconoció en un comunicado que algunos ataques parecen estar vinculados a «replesalias contra aquellos que los autores perciben como racistas, fascistas u opositores políticos», basándose en los grafitis encontrados en múltiples escenas del crimen.
«Estas acciones delictivas parecen haber sido realizadas por delincuentes solitarios, y todos los incidentes conocidos se cometieron por la noche», dice el comunicado. «Los individuos requieren poca planificación para utilizar tácticas rudimentarias, como dispositivos incendiarios improvisados y armas de fuego, y pueden percibir estos ataques como delitos contra la propiedad sin víctimas».
La Fiscal General Pam Bondi estuvo de acueredo con la declaración de Patel y describió los ataques como «nada menos que terrorismo doméstico.» Ella anunció cargos contra tres individuos acusados de usar cócteles molotov para encender vehículos Tesla y estaciones de carga, y prometió «consecuencias severas» para los involucrados.
El presidente Donald Trump también se pronunció al respecto, calificando a los autores como «matones terroristas enfermos» y sugirió duras condenas: de 20 años de prisión, posiblemente en una instalación que Estados Unidos alquiló recientemente en El Salvador para alojar a integrantes de bandas extranjeras deportados.
Tesla se ha convertido en un foco de creciente atención política, en gran parte debido al papel de Musk como jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), una iniciativa de la administración Trump dirigida a recortar el malgasto del presupuesto federal en medio de una deuda nacional récord. Musk ha defendido el trabajo del DOGE, mientras que sus críticos -principalmente demócratas- acusan a la agencia de recortar servicios gubernamentales esenciales.
El senador Mark Kelly (D-Ariz.), firme detractor de la iniciativa de recorte de gastos, se deshizo recientemente de su Tesla en favor de un Chevy Tahoe para protestar por la alineación de Musk con el DOGE. Acusó a Musk de «desmantelar nuestro gobierno y perjudicar a la gente».
Los republicanos han considerado tales afirmaciones como alarmismo, y Trump ha insistido repetidamente que programas como la Seguridad Social, Medicare y Medicaid permanecerán intactos.
Según el DOGE, sus esfuerzos ya han identificado más de 115,000 millones de dólares en ahorros potenciales a través de medidas como la cancelación de contratos gubernamentales, la congelación de la ayuda exterior y la propuesta de disminución de más de 100,000 empleos federales.
En respuesta al incidente de Las Vegas, Musk calificó el ataque de «locura y algo profundamente equivocado».
«Tesla solo fabrica autos eléctricos y no ha hecho nada para merecer estos ataques malvados», escribió.
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