Dos mujeres fueron arrestadas y acusadas de delitos graves por presuntamente haber ayudado a fugitivos a escapar del Centro de Justicia de Orleans la semana pasada, mientras las autoridades intensifican la búsqueda de cinco reclusos que aún están prófugos, según la Policía Estatal de Luisiana.
Los arrestos se produjeron tras la fuga del 16 de mayo, que continúa resonando en Luisiana, lo que llevó al gobernador Jeff Landry a emitir una orden ejecutiva el miércoles que exige una respuesta integral e interinstitucional ante lo que denominó una "filtración grave" en el Centro Correccional de la Parroquia de Orleans.
Los investigadores de la Policía Estatal de Luisiana determinaron que Cortnie Harris, de 32 años y residente de Nueva Orleans, y Corvanntay Baptiste, de 38 años y residente de Slidell, desempeñaron un papel clave en la ayuda a los fugitivos, según un comunicado de prensa del 21 de mayo.
Las autoridades alegan que Harris contactó telefónicamente a un fugitivo que sigue prófugo y que trasladó a dos más a distintos lugares de Nueva Orleans. Según los investigadores, Baptiste se comunicó con Corey Boyd —quien ya fue recapturado— por teléfono y redes sociales mientras él se encontraba oculto, y le ayudó a conseguir comida.
Tanto Harris como Baptiste fueron acusados de un delito grave de complicidad en el hecho, según el Título 14, Sección 25 del Estatuto Revisado de Luisiana. Fueron ingresados en el Centro de Detención de la Parroquia de Plaquemines, según la policía estatal.
"Quienes decidan ayudar u ocultar a estas personas están violando la ley y serán responsables. Dar refugio a fugitivos amenaza la seguridad de nuestras comunidades y no será tolerado", declaró la policía en su comunicado.
Según la ley estatal, una condena por complicidad conlleva una multa de hasta 500 dólares, una pena de hasta cinco años de prisión ―con o sin trabajos forzados―, o ambas.
5 reclusos aún desaparecidos
La fuga, que según las autoridades fue facilitada por un trabajador de mantenimiento que presuntamente cortó el suministro de agua a una celda a petición de un recluso, dio lugar a la búsqueda de cinco de los 10 fugitivos originales, según la Fiscalía General de Luisiana.El trabajador, Sterling Williams, fue arrestado a principios de esta semana y enfrenta múltiples cargos por delitos graves. Williams declaró a los investigadores que cumplió con las instrucciones de los reclusos tras ser amenazado, según una declaración jurada de arresto.
Los reclusos aprovecharon una brecha detrás de un inodoro en una celda, se escabulleron por un muelle de carga, escalaron una cerca de alambre de púas con mantas y huyeron por una autopista interestatal cercana al amparo de la oscuridad. La fuga pasó desapercibida durante más de siete horas, hasta que un recuento matutino de rutina reveló que los prisioneros habían desaparecido.
Las autoridades recapturaron a cinco de los fugitivos, incluyendo a Corey Boyd, quien enfrenta cargos de asesinato en segundo grado, y a Gary Price, quien fue aprehendido por un equipo SWAT en Nueva Orleans. Los fugitivos restantes son considerados peligrosos, y más de 200 oficiales de agencias locales, estatales y federales participan en la búsqueda.
Las fuerzas del orden ofrecen hasta 20,000 dólares en recompensas por información que conduzca a la captura de cada fugitivo: 5000 dólares de Crimestoppers GNO y la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, y 10,000 dólares del FBI, según la policía estatal.
Las autoridades instan a cualquier persona que tenga información a reportarla de forma anónima a través del sitio web de la Policía Estatal de Luisiana, el Centro de Fusión de la LSP, Crime Stoppers GNO o la línea directa del FBI.
Respuesta del Gobernador
En respuesta a la fuga y los arrestos posteriores, el Gobernador Landry emitió una orden ejecutiva el 21 de mayo exigiendo una "respuesta inmediata y enérgica" de varias agencias estatales, según un comunicado de su oficina.La orden manda al inspector general auditar los expedientes, obliga al Departamento de Correccionales (DOC) a revisar las operaciones penitenciarias para garantizar el cumplimiento y exige que todos los reclusos del DOC en el centro de Orleans sean reubicados en instituciones estatales.
Landry también solicitó a la Corte Suprema de Luisiana y a la Comisión Judicial que revisaran el desempeño judicial en las parroquias con alta tasa de criminalidad, y encargó al fiscal general que liderara la investigación en curso.
"Estamos tomando medidas inmediatas y decisivas para garantizar que esto no vuelva a suceder", declaró Landry. "Los habitantes de Luisiana merecen no solo transparencia y rendición de cuentas, sino también un sistema judicial inquebrantable en su compromiso con la seguridad pública, y nuestra Orden Ejecutiva lo exige. ¡Ya basta!".
Tres empleados de la Oficina del Sheriff de la Parroquia de Orleans fueron suspendidos sin goce de sueldo a la espera del resultado de la investigación, y es posible que se produzcan más arrestos a medida que las autoridades continúan determinando el alcance total de la infracción.
De NTD News.
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