El 6 de noviembre, la Corte Suprema de EE. UU. permitió que la administración Trump aplicara su política que exige que la designación de sexo en los pasaportes estadounidenses sea coherente con el sexo del titular del pasaporte al nacer.
La decisión de la corte en el caso Trump contra Orr adoptó la forma de una orden sin firmar y sin comentarios.
Tres magistradas —Ketanji Brown Jackson, Elena Kagan y Sonia Sotomayor— discreparon de la nueva sentencia.
"Indicar el sexo de los titulares de pasaportes al nacer no atenta más contra los principios de igualdad de protección que indicar su país de nacimiento: en ambos casos, el gobierno se limita a certificar un hecho histórico sin someter a nadie a un trato diferenciado", dice la orden de la corte.
La orden suspende temporalmente una orden del 17 de junio de la Corte de Distrito de Estados Unidos en Massachusetts, que ahora se encuentra en apelación en la Corte de Apelaciones de Estados Unidos para el Primer Circuito.
Los opositores a la política argumentaron que era inconstitucional.
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