Las mujeres mayores que caminan al menos 4000 pasos al día varias veces por semana tienen un menor riesgo de mortalidad y de enfermedades cardiovasculares (ECV), según un estudio revisado por expertos publicado el 21 de octubre en la revista British Journal of Sports Medicine.
El estudio analizó datos del Women’s Health Study (WHS) realizado entre 1992 y 2004, que examinó a casi 40,000 mujeres de 45 años o más en Estados Unidos. En un estudio posterior, realizado entre 2011 y 2015, muchas de las mujeres usaron acelerómetros durante 7 días para medir su actividad física (AF). Estas participantes fueron seguidas hasta el 31 de diciembre de 2024, con un monitoreo de su mortalidad y la incidencia de ECV.
Los investigadores analizaron un subconjunto de datos de 13,547 mujeres libres de ECV y cáncer que registraron su AF mediante acelerómetros. Su edad promedio fue de 71.8 años.
El estudio encontró que las mujeres que caminaban al menos 4000 pasos uno o dos días por semana tenían "un 26 % menos riesgo de morir y un 27 % menos riesgo de ECV, en comparación con aquellas que no lo hacían". Además, las mujeres que daban la misma cantidad de pasos "tres o más días por semana tenían un 40 % y un 27 % menos riesgo", respectivamente, de morir y de ECV.
"Con umbrales más altos de pasos (5000, 6000 ó 7000), el riesgo de mortalidad disminuyó aún más", señaló el estudio. Sin embargo, "para la ECV, hubo poca reducción adicional con umbrales más altos de pasos".
El estudio fue realizado por investigadores de la Universidad de Harvard, la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill y el Hospital Brigham and Women’s, en Boston.
Según el estudio, la mayoría de los adultos caminaban entre 15,000 y 20,000 pasos diarios antes de la industrialización. La llegada del transporte motorizado, los trabajos de oficina y las tecnologías que promueven un estilo de vida sedentario redujeron esta cifra a 5,000 pasos diarios, especialmente entre las personas mayores.
"Dado que la AF durante toda la vida estimula los mecanismos de reparación y mantenimiento, la falta de AF con el envejecimiento crea un desajuste que aumenta la vulnerabilidad a las enfermedades y no logra frenar el envejecimiento", señaló el informe.
Los investigadores indicaron que la cantidad de pasos diarios fue la clave para reducir la mortalidad y el riesgo de ECV, más que el número de días en que se alcanzaba cierto umbral. Una conclusión importante del estudio fue que no existe un "patrón ideal" que las mujeres mayores deban seguir al comprometerse a caminar.
"Espero que nuestros hallazgos fomenten la inclusión de métricas de conteo de pasos en las guías de actividad física, incluyendo las próximas Guías de Actividad Física de Estados Unidos de 2028", dijo el autor principal del estudio, Rikuta Hamaya, de Harvard y del Hospital Brigham and Women’s, en un informe del 22 de octubre publicado por The Harvard Gazette.
"Si logramos promover que las mujeres mayores caminen al menos 4000 pasos una vez por semana, podríamos reducir la mortalidad y el riesgo de enfermedades cardiovasculares en todo el país", añadió.
El estudio fue financiado por los Institutos Nacionales de Salud y el Instituto Nacional del Cáncer. Los autores declararon no tener conflictos de interés.
Casi 1 de cada 3 adultos mayores en Estados Unidos es físicamente inactivo
Según las recomendaciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), los adultos de 65 años o más necesitan al menos 150 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada cada semana. Como alternativa, pueden realizar 75 minutos de actividad de alta intensidad o una combinación de ambas.Los CDC señalaron que las personas mayores también deben realizar al menos 2 días de actividades para fortalecer los músculos y comprometerse con actividades que mejoren el equilibrio.
Un informe de abril de 2024 de los CDC indicó que muchos adultos mayores en Estados Unidos no cumplen con estas recomendaciones de actividad física.
Los CDC citaron un estudio de 2016 que encontró que, entre los adultos estadounidenses de 50 años o más, el 28 % eran físicamente inactivos. Además, la inactividad fue 30 % más alta entre las personas que padecían enfermedades crónicas.
Los beneficios inmediatos de la actividad física moderada o vigorosa para los adultos de 65 años o más incluyen una mejor calidad del sueño, menor ansiedad y reducción de la presión arterial, según un informe de noviembre de 2024 de los CDC.
Los beneficios a largo plazo incluyen menor riesgo de desarrollar demencia, peso saludable, mejor salud ósea, equilibrio y coordinación, prevención de ciertos tipos de cáncer y menor riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2 y accidente cerebrovascular.
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