Dos ciudadanos chinos que dirigen un programa de aprendizaje privado centrado en la cultura tradicional fueron detenidos por las autoridades en un caso de persecución religiosa que abarca varias provincias, según se determinó recientemente.
El 23 de abril, Wang Yunxiao, de Wuhan, en el centro de China y Ran Xinglong, residente en Shanghái, fueron detenidos repentinamente por agentes de una oficina de policía del condado de Huangshan, en la provincia de Anhui, al este de China.
Wang y Ran son los cofundadores de Green Academy, una empresa educativa para niños que ofrece cursos en línea y campamentos de verano e invierno presenciales.
Para un campamento de invierno en enero de 2025, junto con los padres y los profesores auxiliares, los dos instructores llevaron a grupos de estudiantes a las montañas Wudang y Huangshan, ambos lugares de importancia para el antiguo patrimonio espiritual y cultural de China.
Según un buen amigo y antiguo compañero de trabajo de uno de ellos, Hu Yongning, que recientemente habló con la edición en chino de The Epoch Times sobre su caso, así como con juristas chinos en el extranjero, la única razón de la detención de Wang y Ran parece ser su adhesión a las enseñanzas de Falun Gong, un grupo religioso perseguido por el Partido Comunista Chino (PCCh) desde 1999.
Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, es una disciplina espiritual que fue practicada libremente por decenas de millones de personas en China durante la década de 1990, cuando tanto el público como el régimen acogieron con satisfacción sus enseñanzas y ejercicios de meditación por aportar mejoras generalizadas en la salud física y la moralidad.
Detenidos por «decir la verdad»
Millones de practicantes de Falun Gong siguen viviendo en China, según la organización sin ánimo de lucro Freedom House, con sede en Washington. A pesar de la severidad de la persecución y la fuerte censura del régimen comunista, muchos de ellos perseveran en contar a sus compatriotas chinos su fe para denunciar las injusticias del régimen del PCCh.El 23 de mayo, Hu y otros practicantes de Falun Gong en Nueva York se manifestaron ante el consulado chino en Manhattan para dar a conocer las detenciones de Wang y Ran y pedir el fin de la persecución a Falun Gong.
«Sus casas fueron saqueadas. Les confiscaron los ordenadores, los teléfonos y los de sus familiares. Incluso le quitaron el teléfono a uno de los padres de sus alumnos», dijo Hu, que emigró a Estados Unidos en abril de 2024.
Policías vestidos de civil observan cómo una practicante de Falun Gong se resiste a ser detenida mientras la policía la empuja hacia una furgoneta policial, en la plaza de Tiananmen, Beijing, el 11 de mayo de 2000. (Stephen Shaver/AFP a través de Getty Images)Hu sospechaba que Wang y Ran fueron denunciados a las autoridades por «decir la verdad» sobre Falun Gong durante sus clases, pero señaló que las detenciones se produjeron en abril, varios meses después de que terminara el campamento de invierno de la Green Academy en enero.
Según Hu y los informes de Minghui.org, un sitio web fundado por practicantes de Falun Gong que publica información que documenta su persecución en China, Wang y Ran fueron detenidos por agentes de la oficina de seguridad pública del condado de She, en Huangshan.
Los dos hombres fueron acusados de cargos vagos de subversión del poder estatal, una acusación común que la policía y los tribunales utilizan contra los practicantes de Falun Gong y otros presos religiosos en China.
Tras la detención de Wang y Ran, la policía amplió su investigación, según Hu y citó a varios padres para interrogarlos. Varios niños de primaria que asistieron al campamento de invierno también fueron llevados a la comisaría para ser interrogados.
«Un padre que ayudó a Ran Xinglong durante el campamento de invierno como asistente de enseñanza fue interrogado de 10 de la mañana a 5 de la tarde todos los días, sin nada que comer, durante toda una semana», dijo Hu.
Añadió que otra madre dijo que le preguntaron sobre el contenido de las enseñanzas de Ran.
«Entrevistaron a varios padres, pero nunca explicaron qué hicieron realmente los dos para justificar su detención. La madre estaba desconcertada. ¿Por qué la policía la acosaba así?», dijo Hu.
Li Yuqing, un jurista chino residente en Estados Unidos, declaró a NTD, un medio de comunicación asociado a The Epoch Times, que no había motivos legales para la detención de Wang y Ran.
«Realmente no hay ninguna razón, porque no la necesitan. [El régimen] detiene a los practicantes de Falun Gong sin ninguna justificación», afirmó Lu.
Promoción de la cultura tradicional
Aunque la Green Academy se fundó en 2023, Wang, Ran y Hu comenzaron su labor educativa más de una década antes.«Como practicantes de Falun Gong, hacemos hincapié en revivir la cultura tradicional. La sociedad actual es muy materialista, pero nosotros enseñamos a los estudiantes que la vida no consiste solo en buscar el placer o entrar en una buena universidad», declaró Hu a The Epoch Times. «Lo más importante es volver a nuestro yo original y verdadero.
«Nuestro objetivo educativo es ayudar a los niños a comprender desde una edad temprana que la vida tiene un significado espiritual, que lo divino es real, contrariamente a lo que afirma el ateísmo [del PCCh]».
Los tres fueron guiados e inspirados por el difunto padre de Wang, Wang Xueming, investigador de lengua y literatura chinas.
El padre de Wang, profesor de secundaria en Chengdu, en la provincia de Sichuan, en el suroeste de China, no cumplía aún los 30 años cuando comenzó la persecución a Falun Gong en julio de 1999.
Al igual que decenas de miles de otros practicantes de Falun Gong, Wang Xueming viajó a Beijinf para protestar en la plaza de Tiananmen, pidiendo al régimen chino que pusiera fin a la represión.
Como consecuencia de su manifestación, fue golpeado y torturado por la policía de Sichuan estacionada en la capital china. También perdió su trabajo como profesor al regresar a Chengdu.
Sin desanimarse, organizó clases privadas para promover la cultura y los valores tradicionales. Titulado con máestría en Educación por la Universidad Normal de Sichuan, se enfrentó a una vigilancia y una injerencia constantes por parte de la policía debido a su fe, pero contó con la ayuda de su hijo y otras personas afines, entre ellas Ran y Hu.
«Cada vez que intentaba crear una empresa educativa, las autoridades la cerraban tan pronto como empezaba a crecer», recuerda Hu. «Confiscaban sus activos y disolvían la empresa. Si mostraba algún signo de éxito, la destruían».
El sacrificio de Wang Xueming
Bajo seudónimos como «Yun Xiao» y «Tang Ming», Wang Xueming también era un destacado escritor, miembro de la Asociación de Escritores de Sichuan y ganador de un premio por sus entradas en un blog en 2007.Mientras estuvo encarcelado entre 2002 y 2005, escribió una colección de materiales didácticos de casi 300,000 palabras, que le fue confiscada por el personal de la prisión antes de su liberación. En relación con otra condena de un año por lo que las autoridades calificaron de «dirigir un negocio ilegal» en 2011 y 2012, la policía quemó o confiscó 6000 libros propiedad de Wang Xueming o escritos por él, lo que supuso una pérdida de más de un millón de yuanes (unos USD 140 mil dólares), según Minghui.
A pesar de los abusos que sufrió entre rejas, se mantuvo en excelente estado físico y viajó por toda China para dar conferencias.
Hu Yongning apoyó durante muchos años a Falun Gong y sus principios fundamentales de verdad, benevolencia y tolerancia. Sin embargo, la persecución en China le impidió practicarlo.
Eso comenzó a cambiar a finales de 2019, cuando Hu empezó a desarrollar un doloroso trastorno espinal. A pesar de someterse a diversos tratamientos, su estado no mejoró significativamente.
«Un médico me dijo que podría sufrir esta afección durante el resto de mi vida», declaró a The Epoch Times.
Personas se reúnen en una zona al aire libre para someterse a una prueba de COVID-19 durante los tests masivos realizados en Beijing el 23 de junio de 2020. (Noel Celis/AFP a través de Getty Images)En 2020, con el inicio de los draconianos confinamientos por la pandemia del «cero-COVID» del PCCh, Hu fue aislado en su casa. Dedicándose al estudio de las enseñanzas de Falun Gong y practicando sus cinco ejercicios de meditación, dijo que se recuperó por completo en un mes.
Sin embargo, más tarde ese mismo año, Wang Xueming fue detenido por última vez a su llegada al aeropuerto de Baotou, en la región china de Mongolia Interior, según Minghui. Condenado a cuatro años de prisión, en septiembre de 2022 fue trasladado a un centro de la ciudad de Hohhot. Días después, el personal de la prisión afirmó que «falleció repentinamente».
No se permitió a los familiares ver su cuerpo antes de la cremación. Tenía 52 años.
Denunciando una persecución «grave y oculta»
Según Minghui y otras organizaciones de derechos humanos, millones de practicantes de Falun Gong son detenidos ilegalmente o condenados durante los casi 26 años transcurridos desde que el PCCh inició su campaña para destruir este grupo religioso pacífico.Además de sufrir palizas, torturas, abusos sexuales, trabajos forzados y expropiaciones, miles de practicantes de Falun Gong son asesinados cada año por sus órganos en hospitales estatales y militares del PCCh, según un número creciente de investigaciones, como «Bloody Harvest/The Slaughter» (Cosecha sangrienta/La matanza), un informe de 2016 que detalla los abusos.
En 2019, un tribunal independiente con sede en Londres dictaminó que los presos de conciencia chinos, principalmente los detenidos por practicar Falun Gong, fueron víctimas de la sustracción de órganos «a gran escala» durante años.
Una pancarta en la que se pide el fin de la sustracción forzada de órganos a practicantes de Falun Gong en China se exhibe mientras los practicantes demuestran la meditación de esta práctica espiritual, junto a las Naciones Unidas en la ciudad de Nueva York, el 20 de septiembre de 2023. (Chung I Ho/The Epoch Times)Hu expresó su preocupación por el destino de sus amigos, Wang Yunxiao y Ran Xinglong, dada la posibilidad de que pudieran ser asesinados por sus órganos.
«Están completamente indefensos en China. Nadie puede ayudarlos», dijo Hu. «Ahora no tienen ingresos».
La esposa de Ran viajó al condado de She, en Huangshan, para solicitar la liberación de su marido, dijo Hu, mientras que el propio Ran se declaró en huelga de hambre para protestar por su detención injusta. Tienen dos hijos pequeños, de 4 años y 8 meses.
Tras la repentina muerte de Wang Xueming, Hu sintió una necesidad cada vez mayor de huir del país y ayudar a informar al mundo, en particular al Gobierno de Estados Unidos, sobre lo que él describe como los «graves y ocultos» abusos que se están cometiendo bajo el régimen del PCCh, especialmente la sustracción forzada de órganos.
«Cuando el Partido Comunista persigue a alguien, lo encubre completamente», afirmó Hu. «Las noticias se ocultan».
Señaló que «cuando un practicante de Falun Gong es detenido o perseguido, ni siquiera sus vecinos lo saben» porque «la persecución está profundamente oculta».
Con información de Li Yuanming.
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