CIUDAD DE MÉXICO— En el marco del Día de los Derechos Humanos, la Comisión Mexicana de Derechos Humanos (CMDH) presentó el testimonio de Guoliang Zhang, un sobreviviente de la persecución contra practicantes de Falun Dafa en China, en un evento que organizaciones y participantes calificaron como evidencia de "un genocidio encubierto del siglo XXI".
El encuentro, organizado por la Asociación de Falun Dafa México A.C., la CMDH y The Epoch Times Español, reunió a defensores de derechos humanos, representantes de organizaciones civiles y académicos para escuchar un relato en primera persona de la represión sistemática que el régimen chino mantiene desde 1999 contra millones de practicantes de Falun Dafa.
Entre los asistentes al evento estuvieron la gobernadora pluricultural indígena de Tamaulipas, Ana Lucía Zavala Rodríguez; el presidente del Consejo Diplomático Internacional de Derechos Humanos, Felipe de Jesús Gaxiola Alonso; el escritor y consultor político, Gerardo De la Concha, y el también escritor y Doctor en Derechos Humanos, Raúl Tortolero.
Falun Dafa, también conocido como Falun Gong, es una disciplina milenaria china que se basa en los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia. Comenzó a difundirse en 1992 y siete años después había entre 70 y 100 millones de personas practicándola dentro de China.
La disciplina espiritual —que consiste en suaves ejercicios y una meditación para el mejoramiento del cuerpo y la mente—, actualmente se practica libre y gratuitamente en más de 100 países. Sin embargo, el 20 de julio de 1999 comenzó una brutal persecución por parte del régimen comunista chino al grupo espiritual, que sigue sucediendo hasta el día de hoy.
Un testimonio desde la represión
Guoliang Zhang, expiloto de China South Airlines, comenzó a practicar Falun Dafa en 1995. A partir de 1999, fue arrestado en cuatro ocasiones y pasó seis años y medio en prisión, campos de trabajo forzado y centros de lavado de cerebro."De la noche a la mañana, una práctica que había llevado salud y paz a millones de personas fue catalogada como enemiga del Estado", dijo Zhang.
Relató que en su primer arresto, en el año 2000, "los guardias me ataron a un árbol durante varios días, expuesto al sol abrasador y a plagas de mosquitos, simplemente por intentar hacer los ejercicios de meditación".
En 2002 fue detenido nuevamente y enviado a un centro de lavado de cerebro diseñado para "quebrar el alma de un ser humano". Recordó que "los guardias del Partido Comunista solían comenzar las torturas a medianoche. Escuchaba los gritos de mis amigos en las celdas cercanas".
Señaló que al día siguiente, observaba la evidencia de la tortura en los cuerpos de sus compañeros practicantes. "Algunos tenían moretones en el rostro. Algunos tenían chichones en la cabeza. A otros, los guardias les habían arrancado mechones de cabello", dijo.
En esta foto sin fecha, se ve a oficiales de policía chinos vestidos de civil sosteniendo un cuchillo en un intento de “silenciar” a un practicante de Falun Dafa en China. (Crédito: Minghui.org)Posteriormente fue condenado a cuatro años de prisión por hablar sobre la persecución. En ese periodo fue obligado a realizar trabajos esclavos en la fabricación de zapatos, juguetes y artesanías destinadas a la exportación.
"Mientras el mundo compraba productos baratos, nosotros pagábamos con dolor, sudor y, a veces sangre", dijo.
La sustracción forzada de órganos, descrita como una de las prácticas más graves del régimen, fue abordada también durante el evento, pues retienen a presos de conciencia contra su voluntad, a menudo ilegalmente y luego extraen sistemáticamente sus órganos sanos para suministrar trasplantes a una industria floreciente de trasplantes de órganos, de acuerdo al Centro de Información de Falun Dafa.
"Las autoridades me extrajeron sangre. No me hicieron un examen físico, ni revisión cardíaca, ni radiografías, ni atención a mi salud. Solo querían mi tipo de sangre y la compatibilidad de tejidos. En ese momento no lo comprendí", dijo Zhang y explicó que después se dio cuenta de que, "probablemente, me estaban catalogando para la sustracción forzada de órganos".
Este recuerdo es algo que, hasta el día de hoy, el Sr. Zhang no ha podido borrar de su mente.
Testimonios del Tribunal de China —un tribunal independiente creado para investigar la sustracción forzada de órganos— ante Naciones Unidas estiman que cientos de miles de practicantes han sido asesinados para extraer sus órganos.
Tras recuperar la libertad, Zhang logró escapar a Tailandia en 2008 y cinco años después obtuvo refugio en Estados Unidos.
"Mientras estoy aquí en el hermoso país de México, todavía hay decenas de millones de practicantes de Falun Gong en China que no tienen esta libertad", dijo.
"Un crimen que clama al cielo"
Durante la inauguración del evento, René Bolio Halloran, presidente de la CMDH, advirtió que el Partido Comunista Chino (PCCh) ha dirigido una represión generalizada contra diversas minorías."Todo el pueblo chino ha sido víctima de la cruel represión: uigures musulmanes, tibetanos, cristianos clandestinos y, de manera especialmente cruel, los practicantes de Falun Dafa", afirmó.
Bolio denunció la sustracción forzada de órganos como "una práctica documentada por expertos internacionales, que convierte a seres humanos inocentes en un recurso económico que la dictadura utiliza y descarta".
Hizo un llamado a la sociedad mexicana a no guardar silencio: "Este es un crimen que hiela la sangre. Un crimen que clama al cielo. Un crimen que no podemos ignorar más". Además agregó que la actual persecución a Falun Dafa es algo "que nunca se había visto en la historia" con estas características.
De izquierda a derecha. El presidente de la Comisión Mexicana de Derechos Humanos A.C., René Bolio Halloran; el Sr. Guoliang Zhang. (Créditos: CMDH)
Control religioso y persecución sistemática
Por su parte, Indira Sarabia Saenz, vocera de la Asociación de Falun Dafa, explicó que en China "todas las iglesias, templos o incluso las prácticas sanitarias solo pueden funcionar bajo la aprobación y el control del PCCh". Falun Dafa fue entonces catalogado como un enemigo del Estado al negarse a someterse al régimen."Hoy las organizaciones de derechos humanos dicen que gente inocente está siendo torturada, asesinada y sus órganos sustraídos simplemente por querer ser mejores personas", agregó.
"Eliminar por completo a Falun Dafa"
Sarabia Saenz advirtió que actualmente existe una campaña transnacional contra Falun Dafa bajo órdenes directas de Xi Jinping: "Se movilizaron las fuerzas de seguridad de China para eliminar por completo a Falun Dafa en todo el mundo".La vocera denunció el uso de amenazas, manipulación mediática, juicios infundados e incluso pago a creadores de contenido en Occidente para difundir propaganda del PCCh. También alertó sobre la infiltración del régimen mediante actividades como el espionaje, el robo de propiedad intelectual, la crisis del fentanilo y las inversiones estratégicas vinculadas a la Franja y la Ruta, una iniciativa por la que el régimen comunista chino ha sido señalado por llevar a una trampa de deuda a decenas de países en desarrollo.
La Comisión Mexicana de Derechos Humanos (CMDH) presentó el testimonio de Guoliang Zhang, un sobreviviente de la persecución contra practicantes de Falun Dafa en China. (Créditos: CMDH)
Un llamado desde México
José Luis Rodríguez Domínguez, CEO de The Epoch Times Español —uno de los organizadores del evento—, recordó que el medio fue fundado por chino-americanos "quienes fueron testigos de la censura, de la propaganda mediática y de las violaciones a los derechos humanos perpetrados por el PCCh en China", y en el año 2000 fundaron el medio para denunciar los abusos del régimen."El primer editor en jefe en China fue arrestado, condenado a diez años de prisión y severamente torturado", señaló. Destacó que el evento busca “dar voz y audiencia a un testimonio de primera mano de esta brutal persecución”.
Los organizadores subrayaron que el testimonio de Zhang constituye evidencia crucial sobre violaciones graves y persistentes a la libertad de creencia y a los derechos humanos reconocidos internacionalmente.
Hace casi 100 años México vivió una etapa de persecución religiosa llamada "la Cristiada". El presidente de la CMDH explicó que durante esa etapa más de 250,000 católicos mexicanos murieron por su fe, por lo que invitó a los asistentes a empatizar con la brutal persecución en China.
"Los mexicanos sabemos lo que es ser perseguidos por nuestra Fe. Nuestra memoria histórica no nos permite mirar hacia otro lado. Por eso estamos aquí: porque la libertad religiosa no es solo un derecho, es un pilar de la dignidad humana. Y cuando se persigue la fe, se persigue el alma", dijo.
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