WASHINGTON — El suave resplandor de las velas titilaba con la brisa de la tarde en el National Mall el 17 de julio durante una vigilia anual dedicada a los practicantes de Falun Gong asesinados en China.
Este año, los asistentes también pidieron el fin de la exportación de la represión de China a Estados Unidos.
Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, es un sistema de creencias basado en los principios de verdad, compasión y tolerancia, junto con una serie de ejercicios de meditación.
Antes de que el Partido Comunista Chino (PCCh) comenzara a arrestar a los practicantes de Falun Gong en toda China el 20 de julio de 1999, las autoridades habían elogiado la práctica por sus beneficios positivos para la salud y por mejorar la sociedad al guiar a los practicantes a ser mejores personas.
Desde su introducción a principios de la década de 1990, la práctica creció rápidamente en el país, con un número estimado de entre 70 y 100 millones de personas que la practicaban en 1999. Pero su popularidad se consideró una amenaza para el Partido, que desató una campaña generalizada para eliminar al grupo religioso, una persecución que continúa hasta hoy.
La primera vigilia con velas en Washington se celebró frente a la embajada china en octubre de 1999, poco después de que llegara a Estados Unidos la noticia de la primera muerte confirmada de la persecución. Se llamaba Cheng Ying, era estudiante en el noreste de China. Tenía 17 años cuando murió bajo custodia policial en agosto de 1999, según Minghui.org, un sitio web dedicado a seguir la persecución de Falun Gong en China.
Chen Chengyong, esposo de Dai Zhizhen, fue otra víctima de la persecución que pereció en 2001. La fecha exacta de su muerte sigue siendo desconocida. Su cuerpo fue descubierto en una cabaña en un suburbio de Guangzhou, en el sur de China, en julio, y ya había comenzado a descomponerse.
Gracias a la ayuda del Gobierno australiano, Dai, ciudadana australiana, finalmente recuperó las cenizas de su esposo en Sídney en marzo de 2002, ocho meses después.
Dai, que ahora tiene 62 años, se emocionó al recordar la muerte de su esposo. Dijo que su marido fue uno de los muchos que fueron brutalmente perseguidos.
"Cada año, en la vigilia, apelamos a la conciencia y a la bondad que hay en el fondo del corazón de las personas", declaró Dai a The Epoch Times. "La bondad que hay en cada persona desde el momento de su creación".
Con ese mismo espíritu, Dai viajó a 46 países entre 2002 y 2005 para contar la historia de Chen y de muchos otros practicantes con el fin de concienciar sobre la persecución en China.
Cuando Chen murió, su hija Chen Fadu solo tenía 15 meses. Ahora baila en Shen Yun Performing Arts, un grupo de artes escénicas creado por practicantes de Falun Gong en 2006 para mostrar la cultura tradicional china antes de la llegada del comunismo.
A Dai le preocupa especialmente que el PCCh esté impulsando una nueva ola de persecución contra Falun Gong en Estados Unidos.
En un informe exclusivo del año pasado, The Epoch Times reveló que, en octubre de 2022, el líder chino Xi Jinping ordenó personalmente a los servicios de seguridad, espionaje e influencia de China que se centraran en los practicantes de Falun Gong en Estados Unidos con una guerra legal y de opinión pública.
Como resultado, la represión transnacional del régimen chino se intensificó. Durante el último año, múltiples medios de comunicación occidentales, encabezados por The New York Times, publicaron un número inusualmente elevado de artículos difamatorios sobre los practicantes de Falun Gong. Shen Yun también recibió múltiples amenazas de bomba antes de sus actuaciones en todo el mundo durante su reciente gira.

Como madre de una bailarina de Shen Yun, Dai quiere contar la historia de su hija para ayudar a defender la reputación de Shen Yun.
"No tuvimos más remedio que resistir la persecución", dijo, refiriéndose a la abrumadora represión que impregna todas las capas de la sociedad china.
Aunque Fadu perdió a su padre por una injusticia y creció solo con su madre, Dai dijo que Fadu no dejó que eso le ensombreciera la mente. Al contrario, la niña se ha convertido en una "persona madura, racional y cariñosa".
Y lo que es más importante, se ha vuelto más empática con los demás a través de su propio sufrimiento, dice la madre con orgullo.


"Punto de inflexión"
Wen Ying es una practicante de Falun Gong de 62 años que fue liberada en 2023 tras siete años de prisión en China. También estuvo presente en el evento de Washington.Wen describió el 20 de julio de 1999 como un "día oscuro" y un "punto de inflexión" en su vida. Era consciente del riesgo que corría: perder su trabajo en una empresa estatal del noreste de China e incluso ser detenida y encarcelada.
"La verdad, la compasión y la tolerancia son mi fe. Creo que debo vivir con dignidad y seguir mi camino como buena persona, independientemente de la política del régimen chino", declaró Wen a The Epoch Times.
Tomó la decisión de defender su fe por una sencilla razón.

"Mi maestro me enseña a ser una buena persona. Yo también quiero ser una buena persona. Entonces, cuando lo calumnian, ¿cómo no voy a limpiar su nombre?", dijo, refiriéndose al fundador de la práctica espiritual, Li Hongzhi.
Muchas vidas se perdieron en China debido a la persecución del régimen chino, dijo Wen. Además, la represión no solo se dirige contra individuos y familias, sino contra toda la sociedad.
En su opinión, perseguir los valores de la verdad, la compasión y la tolerancia es como destruir el tejido moral de la humanidad.
"Nuestra civilización dejará de existir si perdemos los cimientos de nuestra moralidad", afirmó.
Wen hizo un llamado a todas las personas de buen corazón para que pongan fin a la persecución en China y a la represión transnacional del régimen en Estados Unidos.
"Creo que el bien prevalecerá".

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