ATMORE, Alabama — Un hombre de Alabama que renunció a sus apelaciones y dijo que merecía morir por una violación y asesinato cometidos en 2010 fue ejecutado el jueves por la noche y utilizó sus últimas palabras para pedir perdón a la mujer que mató.
James Osgood, de 55 años, fue declarado muerto a las 6:35 p. m. tras recibir una inyección letal de tres fármacos en una prisión del sur de Alabama, según informaron las autoridades.
En 2014, un jurado declaró a Osgood culpable de asesinato con agravantes por la muerte de Tracy Lynn Brown en el condado de Chilton. Los fiscales afirmaron que Osgood le cortó el cuello después de que él y su novia la agredieran sexualmente.
Atado a una camilla y vestido con un uniforme de preso de color beige, Osgood aprovechó sus últimos momentos para hablar de su víctima.
"No he pronunciado su nombre desde aquel día", dijo Osgood, añadiendo que era porque no estaba seguro de si debía hacerlo. "Tracy, te pido perdón".
Las cortinas de la sala de testigos se abrieron a las 6:09 p. m., no quedó claro a qué hora comenzó la inyección. Cuando se inició la ejecución, Osgood miró hacia los familiares sentados en la sala de testigos. Sus familiares y amigos lloraban en silencio mientras él perdía el conocimiento.
Su respiración se volvió profunda y dificultosa y su cabeza cayó hacia atrás sobre la camilla alrededor de las 6:15 p. m. Hacia las 6:18 p. m., ya no respiraba. Unos minutos más tarde, se certificó su muerte.
Brown, de 44 años, fue encontrada muerta en su casa el 23 de octubre de 2010, después de que su jefe se preocupara al ver que no acudió al trabajo.
Los fiscales dijeron que Osgood admitió a la policía que él y su novia agredieron sexualmente a Brown después de hablar sobre cómo compartieron fantasías sobre secuestrar y torturar a alguien. La pareja obligó a su víctima a realizar actos sexuales a punta de pistola. Dijeron que Osgood mató a Brown cortándole el cuello. Su novia, que era prima de Brown, fue condenada a cadena perpetua.
En 2014, el jurado tardó 40 minutos en declararlo culpable y recomendó por unanimidad la pena de muerte. Su sentencia inicial fue anulada por la Corte de Apelaciones. En la nueva sentencia de 2018, Osgood pidió otra pena de muerte, alegando que no quería que las familias tuvieran que soportar otra audiencia.
El comisario de prisiones de Alabama, John Hamm, dijo que los familiares de la víctima presenciaron la ejecución en una sala de observación separada. Según él, decidieron no hacer declaraciones a los medios de comunicación.
La gobernadora Kay Ivey emitió un comunicado en el que calificó el asesinato de "premeditado, espantoso y perturbador".
"Rezo para que sus seres queridos puedan sentir hoy algo de paz", dijo el gobernador.
El fiscal general de Alabama, Steve Marshall, dijo: "Mi corazón y mis oraciones están con la familia de Tracy".
"Nadie debería tener que soportar el dolor que llevan consigo ni revivir el horror de su trágica y absurda muerte", añadió Marshall.
La semana pasada Osgood dijo a la AP, que había retirado sus apelaciones porque era culpable y creía que su ejecución debía seguir adelante.
"Creo firmemente, como dije en la corte, en ojo por ojo, diente por diente. Quité una vida, así que la mía está perdida. No creo en sentarme aquí y hacer perder el tiempo y el dinero de todos", dijo Osgood.
Alison Mollman, que representó a Osgood durante la última década, dijo en un comunicado que Osgood, apodado "Taz" por sus amigos, era "más que sus peores acciones".
"Cometió errores, errores terribles de los que se arrepintió hasta el día de su muerte, pero no puso excusas por sus actos. Era responsable y sincero", dijo Mollman, directora jurídica de la ACLU de Alabama.
La ejecución fue la segunda en Alabama este año y la decimocuarta en todo el país.
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