Una mujer amish que dijo a las autoridades que estaba poniendo a prueba su fe cuando arrojó a su hijo de 4 años a un lago de Ohio fue acusada el miércoles de dos cargos de asesinato con agravantes por la muerte del niño.
Las autoridades señalaron que Ruth R. Miller, de 40 años, de Millersburg, Ohio, dijo a los investigadores que creía que estaba actuando siguiendo las instrucciones de Dios cuando presuntamente mató a su hijo Vincen en el lago Atwood el sábado por la mañana.
El investigador principal de la Oficina del Sheriff del condado de Tuscarawas, el capitán Adam Fisher, dijo el miércoles que Ruth Miller repitió varias veces en sus entrevistas con la policía que arrojó al niño desde el muelle al agua para entregarlo a Dios.
"No parecía que hubiera comprendido la gravedad de la situación", dijo Fisher.
El esposo de la mujer, Marcus J. Miller, de 45 años, aparentemente se había ahogado al intentar nadar hasta un banco de arena en alta mar horas antes, en otra prueba de fe, dijo el sheriff Orvis Campbell a los periodistas en una conferencia de prensa el lunes. Sus otros hijos, una niña de 15 años y los gemelos de 18, también fueron obligados probar su fe en el agua, pero sobrevivieron, dijo Campbell.
Los registros online del Tribunal Municipal de New Philadelphia indican que Ruth Miller también fue acusada de violencia doméstica y de poner en peligro a los hijos mayores. Las autoridades dijeron que Ruth Miller estaba recibiendo tratamiento en un centro de salud mental seguro y que no había sido arrestada hasta la tarde del miércoles. Se dejó un mensaje a su abogado, Scott Fromson, para que hiciera comentarios al respecto.
Los familiares y la iglesia de los Miller dijeron en un comunicado que las muertes "no reflejan nuestras enseñanzas o creencias, sino que son el resultado de una enfermedad mental. El ministerio y la familia extendida los habían acompañado en sus dificultades, y también habían recibido ayuda profesional en el pasado".
Campbell dijo que Ruth Miller declaró a los investigadores que creía que podía caminar sobre el agua, pero que cuando lo intentó desde el extremo del muelle, simplemente cayó al agua.
Marcus y Vincen Miller aparentemente estaban muertos cuando las autoridades recibieron una llamada el sábado por la mañana para informar que un carrito de golf se había caído al lago. Campbell dijo que Ruth Miller lo había conducido a gran velocidad contra un muro de piedra a orillas del lago con los tres hijos mayores a bordo.
Todos sobrevivieron y, cuando un rescatador intentó sacar a Ruth Miller del agua, ella les dijo que "solo rezaran por ella", dijo Campbell.
Los guardas del parque escucharon "declaraciones preocupantes" de Ruth Miller, dijo el sheriff: "Hubo una declaración inmediata de que había entregado a su hijo al Señor". Las autoridades pronto se dieron cuenta de que su marido y su hijo de 4 años habían desaparecido.
"Ella comenzó a expresar más que había arrojado al niño al agua para entregárselo a Dios", dijo Campbell. "Pero no sabíamos en qué parte del agua estaba, es un lago grande". Dijo que Ruth Miller estaba en crisis mental.
Los buscadores se centraron cerca del muelle donde, según las autoridades, los Miller aparentemente habían intentado caminar sobre el agua la noche anterior. Alrededor de las 6 de la tarde del sábado, un buzo encontró a Vincen en el fondo del lago, a unos 3 metros del extremo del muelle. Con información adicional de Ruth Miller, los buzos encontraron el cuerpo de Marcus Miller la madrugada del domingo, a 48 metros del muelle.
El forense dijo que las autopsias y una investigación determinarán la causa de las dos muertes.
Los otros hijos de la pareja estaban "extremadamente confundidos" y alterados, dijo Campbell. "Su mentalidad era que lo que dijeran su madre y su padre era lo que había que hacer. No cuestionaban nada. Así que cuando les dijeron que saltaran al lago, saltaron al lago", dijo.
Los amish forman parte de un movimiento cristiano que profesa la no violencia, aunque tienen sus casos de violencia doméstica y abuso sexual. Los defensores de las víctimas de abusos entre los amish afirman que, aunque los líderes de la iglesia han reconocido el problema, deben hacer más para responder a los abusos como un delito que debe denunciarse a las autoridades civiles, y no solo como una cuestión de disciplina eclesiástica.
Las comunidades amish han reconocido la gravedad de los problemas de salud mental en diversos grados, aunque los defensores de las víctimas afirman que las comunidades no siempre recurren a profesionales titulados, sino que a veces confían en consejeros legos y centros de tratamiento religiosos sin licencia.
La familia vivía en el condado de Holmes, Ohio, que cuenta con una gran comunidad amish. Habían ido a Atwood Lake, a unos 132 kilómetros al sur de Cleveland, en una autocaravana para pasar unos días de descanso, y llegaron el viernes, el día del cumpleaños de Ruth Miller.
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