Alrededor de 350 miembros de la Guardia Nacional de Luisiana se desplegarán por todo el estado como parte de una iniciativa para frenar la delincuencia, según anunció el Pentágono el 23 de diciembre.
El anuncio del despliegue se produce semanas después de que el presidente Donald Trump adelantara la medida a principios de diciembre.
El vocero del Pentágono, Sean Parnell, dijo que el secretario de Guerra, Pete Hegseth, autorizó la activación de los soldados el 22 de diciembre.
"Estas tropas de la Guardia Nacional apoyarán a los socios federales encargados de hacer cumplir la ley, incluidos el Departamento de Justicia y el Departamento de Seguridad Nacional, en la aplicación de la ley federal y la lucha contra las altas tasas de delitos violentos en Nueva Orleans y otras áreas metropolitanas de Luisiana", dijo Parnell en un comunicado el martes.
La activación se produce después de que la administración Trump haya ordenado numerosas movilizaciones de la Guardia Nacional para apoyar los esfuerzos de prevención del delito en los centros urbanos con altos índices de criminalidad de todo el país.
Los soldados de la Guardia Nacional pueden ser activadas para el servicio militar a nivel estatal, el servicio federal o en un estatus híbrido en el que responden ante los líderes estatales pero reciben financiación federal.
En varios casos, la administración Trump ha llamado a la Guardia Nacional para que se despliegue en zonas con altos índices de criminalidad en todo el país bajo un estatus federalizado, conocido como despliegue del Título 10.
Una ley federal conocida como Ley Posse Comitatus prohíbe de manera general el uso de tropas federalizadas para actividades de aplicación de la ley civil. La Ley de Insurrección establece una excepción limitada para que un presidente ordene a las tropas federalizadas que participen en tareas de policía civil.
Varios de los recientes despliegues de la Guardia Nacional se han enfrentado a impugnaciones legales por parte de funcionarios estatales y locales.
Los funcionarios estatales han argumentado que no se les consultó adecuadamente sobre la activación de soldados en sus comunidades y han cuestionado si esos soldados están llevando a cabo operaciones de aplicación de la ley civil sin la debida autorización legal.
Parnell dijo que esta última activación de la Guardia Nacional de Luisiana se llevará a cabo bajo el estatus híbrido, conocido como despliegue del Título 32.
El gobernador republicano de Luisiana, Jeff Landry, ha apoyado el plan de activar las capacidades militares de su estado.
“Bajo el mando y control del gobernador Landry, esta misión mejorará directamente la seguridad de los residentes de Luisiana y la aplicación de las leyes federales, reafirmando el compromiso del Departamento de Guerra de apoyar a nuestros socios interinstitucionales y la seguridad de nuestra nación”, dijo Parnell.
En una publicación en X el martes, Landry dijo que los miembros de la Guardia Nacional de su estado ayudarán a garantizar la seguridad durante la temporada más concurrida en Nueva Orleans.
"Les debemos a todos ellos una deuda de gratitud por su compromiso con nuestro estado y nuestra nación", añadió Landry.
El 1 de enero de este año, la calle Bourbon de Nueva Orleans se convirtió en el escenario de un ataque mortal cuando un sospechoso condujo una camioneta pick-up a través de una multitud reunida para celebrar el día de Año Nuevo, antes de salir del vehículo y comenzar a disparar a la gente.
Quince personas murieron en el ataque y decenas más resultaron heridas antes de que los agentes de policía que acudieron al lugar dispararan y mataran al sospechoso, identificado como Shamsud-Din Jabbar.
El despliegue de soldados del Título 32 está previsto que dure hasta el 28 de febrero de 2026.
