
La obesidad infantil: más allá de las calorías que se ingieren y se queman
Lily, una niña de ocho años, llegó a mi consulta con sus padres, que estaban frustrados. Según todos los indicios, estaban haciendo lo que la mayoría de la gente consideraría "todo lo correcto". Lily rara vez bebía refrescos, evitaba la comida rápida y disfrutaba de fruta y yogur a diario. A pesar de estos esfuerzos, su peso seguía aumentando.
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