Un hombre de 50 años se sentía completamente sano: sin dolor en el pecho, sin fatiga, sin señales de alerta. Así que, cuando su chequeo médico de rutina reveló un nivel de colesterol LDL de 231 miligramos por decilitro (mg/dL), casi el doble del líquido recomendado, lo ignoró. Al fin y al cabo, se sentía bien.
Sin embargo, las cifras revelaban una historia diferente. Al revisar los informes anteriores del hombre, el Dr. Peng-Tzu Liu, subdirector del Centro de Gestión de la Salud del Hospital Conmemorativo Shin Kong Wu Ho-Su de Taiwán, observó un aumento constante: 187 mg/dL en 2022, 191 mg/dL en 2023 y ahora 231 mg/dL. Según la Asociación Americana del Corazón, los adultos sanos deben mantener el colesterol LDL por debajo de 100 mg/dL, mientras que quienes padecen enfermedades cardiovasculares deben aspirar a 70 mg/dL o menos.
"Si hubiera seguido ignorando sus resultados, para 2030 su sistema cardiovascular ya podría estar gravemente dañado", declaró Liu en el programa "Salud 1+1" de NTD, un medio asociado a The Epoch Times. En otras palabras, un infarto o un derrame cerebral a punto de ocurrir, a pesar de sentirse perfectamente bien.
Este caso, junto con otros que Liu ha visto, subraya una verdad crucial: las enfermedades graves a menudo se desarrollan de manera silenciosa, además ignorar los resultados anormales de un chequeo médico permitiría que condiciones peligrosas empeoren sin que se detecten.
Pérdida de peso repentina y una crisis oculta de azúcar en sangre
Una mujer de 60 años tuvo una experiencia similar, aunque en su caso la señal de alerta fue más evidente: perdió repentinamente 7 kilos en tres meses. Supuso que se trataba de una pérdida de peso involuntaria y decidió esperar hasta su próximo examen anual.Su informe médico reveló una historia aún más alarmante. Su glucemia en ayunas había aumentado a 279 mg/dl (lo normal es inferior a 99 mg/dl) y su HbA1c alcanzó el 11.6 % (lo normal es inferior al 5.7 %), lo que indicaba una diabetes peligrosamente descontrolada que requería tratamiento inmediato con insulina.
La pérdida rápida de peso no es señal de un metabolismo saludable, afirmó Liu. Cuando el nivel de azúcar en sangre se mantiene excesivamente alto, el cuerpo no puede utilizar la glucosa correctamente; en cambio, el azúcar se filtra en la orina, lo que provoca deshidratación y una pérdida de peso perjudicial.
Su gráfico de tendencias de chequeo mostró que, desde 2019, sus niveles de glucosa en sangre y HbA1c habían aumentado de forma constante. Sin embargo, nunca había tomado medicamentos de forma constante, sino que dependía del ejercicio y ajustes en la dieta.
Para cuando aparecieron los síntomas, el daño ya se había acumulado. Tras años de inflamación descontrolada y niveles elevados de azúcar, la insulina podía ayudar a estabilizar su condición, pero ya no podía revertirla por completo.
Este caso demuestra que los síntomas suelen aparecer solo cuando una afección ha alcanzado una etapa avanzada. Liu señaló que si la paciente hubiera comenzado la medicación siete años antes, cuando su informe médico mostró las primeras señales de alerta, probablemente habría evitado el aumento repentino de azúcar en sangre, la rápida pérdida de peso y el mayor riesgo de complicaciones a largo plazo.
Cuando se presentan anomalías físicas evidentes, como una pérdida de peso repentina o inexplicable, Liu insta a los pacientes a buscar atención médica de inmediato en lugar de esperar a la siguiente revisión anual. Quienes no estén seguros de por dónde empezar pueden acudir a una clínica de medicina familiar o de medicina general para una evaluación inicial y una derivación posterior.
Liu dijo que ambos casos ocurrieron apenas una semana antes de su entrevista, lo que ilustra con qué frecuencia las personas pasan por alto los resultados de sus pruebas después de un chequeo de salud.
Por qué no se puede confiar solo en los síntomas
Ambos casos ponen de manifiesto una idea errónea y peligrosa: la ausencia de síntomas no implica la ausencia de enfermedad. Afecciones como la diabetes, el colesterol alto y la hipertensión suelen progresar silenciosamente durante años, causando daños a largo plazo mucho antes de que los pacientes empiecen a sentirse mal.Por esta razón, Liu enfatiza que los chequeos médicos nunca deben considerarse meras formalidades, o peor aún, informes que se archivan y se olvidan. Un chequeo es el comienzo de la atención preventiva, no el final. Actuar después de recibir el informe es el paso más importante para proteger la salud a largo plazo.
Cuatro acciones de seguimiento tras recibir su informe de salud
Si su informe muestra múltiples resultados anormales, no se asuste o, peor aún, déjelo de lado y olvídelo.
Liu compartió cuatro formas prácticas de aprovechar al máximo sus controles de salud.
1. Consulte a un médico de familia
Contar con un médico de cabecera de confianza y cualificado es crucial para el control continuo de la salud. Muchas personas desconocen cómo interpretar los informes de sus chequeos médicos.Liu recomendó compartir el informe con un médico de familia, quien puede aclarar datos complejos, identificar qué resultados anormales requieren atención médica inmediata y asesorar sobre aquellos que se pueden mejorar mediante cambios en el estilo de vida.
2. Busque referencias oportunas cuando sea necesario
Los proveedores de atención médica tienen en cuenta la comodidad emocional de los pacientes y a menudo ofrecen opciones de derivación flexibles, dijo Liu.Por ejemplo, a las mujeres que se sienten avergonzadas de someterse a exámenes ginecológicos se les puede dar una lista de médicas (o incluso ayuda para programar una cita en el momento) para ayudar a prevenir demoras innecesarias en la atención.
3. Seleccione elementos de detección de salud según sus factores de riesgo personales
Los elementos de detección deben seleccionarse según los antecedentes familiares y los factores de riesgo individuales para permitir una detección más precisa de enfermedades. Liu recomendó consultar las opciones con un médico de cabecera o el personal médico del centro de detección antes de la revisión, en lugar de simplemente elegir el paquete más económico o básico.Por ejemplo, las personas con antecedentes familiares de cáncer de pulmón o aquellas que fuman regularmente deberían optar por una tomografía computarizada de dosis baja (LDCT) en lugar de una radiografía de tórax tradicional.
El Ensayo Nacional de Detección de Cáncer de Pulmón —un ensayo controlado aleatorio a gran escala— encontró que la detección anual mediante TCBD entre personas de alto riesgo puede reducir la mortalidad por cáncer de pulmón en un 20 por ciento, en comparación con las radiografías de tórax estándar.
4. Mantenga o ajuste sus hábitos de vida
Los resultados del chequeo de salud reflejan únicamente su condición física actual, pero mantener una buena salud es un proceso continuo.Liu compartió un ejemplo de la vida real: un hombre se sometió a un chequeo de salud por la mañana y sus resultados fueron normales.
Tranquilizado, salió esa noche a celebrar, disfrutando de una comida picante y bebiendo mucho. Más tarde esa noche, empezó a vomitar sangre y fue llevado a urgencias, donde los médicos le diagnosticaron una ulcera gástrica.
El hombre protestó con incredulidad: "¡Eso es imposible! Me acaban de hacer una gastroscopia esta mañana y no mostró ninguna ulcera".
Un examen más detallado confirmó que el sangrado fue causado por comer en exceso y consumir excesivamente alcohol.
"Los resultados de las imágenes de un chequeo médico solo reflejan su estado de salud en el momento del examen", dijo Liu. "No garantizan su estado de salud para mañana ni en los próximos días. Si los resultados de su prueba son normales, debe mantener sus hábitos de vida actuales para mantener sus indicadores de salud dentro de un rango saludable".
El verdadero propósito de un chequeo médico
Un chequeo médico no es un certificado de seguridad. Es un sistema de alerta temprana diseñado para detectar problemas de salud ocultos, a menudo años antes de que aparezcan los síntomas. Su valor no reside en el informe en sí, sino en lo que se hace después: consultar con profesionales, ajustar hábitos y actuar antes de que la enfermedad se vuelva irreversible."La medicina preventiva comienza después de recibir el informe", dijo Liu. "El objetivo es transformar esas cifras en un plan personalizado que proteja su salud futura".
















