El líder del régimen chino, Xi Jinping, y el presidente ruso, Vladimir Putin, reafirmaron su creciente alianza durante una reunión bilateral celebrada el 2 de septiembre, mientras que la gigante energética rusa Gazprom anunciaba un nuevo acuerdo para construir un importante gasoducto que conectará ambos países.
Dirigiéndose a Xi como "querido amigo", Putin afirmó que la relación de Moscú con Pekín ha alcanzado "un nivel sin precedentes", según la transcripción de la reunión publicada por el Kremlin.
Por su parte, Xi elogió los lazos del régimen chino con Rusia como un modelo internacional que "ha resistido la prueba de los cambios en el mundo", según el Ministerio de Asuntos Exteriores del régimen.
Le dijo a Putin que la parte china está dispuesta a trabajar con Rusia para "mantener estrechos intercambios de alto nivel", apoyarse mutuamente en su desarrollo y coordinar rápidamente sus posiciones en cuestiones relacionadas con los "intereses fundamentales y las principales preocupaciones" de ambos países, según informó el Ministerio de Asuntos Exteriores chino.
Funcionarios de ambos países firmaron más de 20 acuerdos de cooperación bilateral que abarcan una amplia gama de ámbitos, entre ellos la energía, la industria aeroespacial y la inteligencia artificial, según informó el Ministerio chino.
El director general de Gazprom, Alexei Miller, declaró el 2 de septiembre que la empresa ha llegado a un acuerdo con China National Petroleum Corp. para suministrar 6000 millones de metros cúbicos adicionales de gas al año, según la agencia estatal rusa TASS. El gas se transportará a través del gasoducto Power of Siberia, que actualmente tiene una capacidad de 38,000 millones de metros cúbicos al año, según informó Miller, tal y como recogió TASS.
Miller también declaró que las empresas energéticas estatales rusas y chinas firmaron un memorando legalmente vinculante para construir el proyecto Power of Siberia 2, un importante gasoducto capaz de transportar hasta 50,000 millones de metros cúbicos de gas ruso al año a China a través de Mongolia.
Añadió que los precios del gas suministrado a China serán más bajos que los de los clientes europeos, según informó TASS.
Beijing aún no ha confirmado el acuerdo sobre el gas.
Cuando se le preguntó sobre el proyecto del gasoducto en una rueda de prensa habitual celebrada más tarde el 2 de septiembre, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Guo Jiakun, se abstuvo de confirmarlo o desmentirlo, afirmando que China y Rusia "siempre han llevado a cabo una cooperación pragmática en todos los ámbitos, incluida la energía".
Guo también mencionó que China ha añadido a Rusia a su programa de exención de visados. A partir del 15 de septiembre, los titulares de pasaportes rusos ordinarios podrán entrar en China y permanecer en el país hasta 30 días sin necesidad de visado. La exención tendrá una vigencia de un año.
Tras la reunión, el Ministerio de Asuntos Exteriores chino afirmó que Xi y Putin tomaron el té en el complejo de Zhongnanhai, un recinto de edificios fuertemente vigilado donde reside el líder del Partido Comunista Chino (PCCh).

El PCCh y el Kremlin han reafirmado en repetidas ocasiones su asociación "sin límites", que Xi y Putin declararon por primera vez en febrero de 2022, pocas semanas antes de que Rusia invadiera Ucrania.
Estados Unidos y sus aliados de la OTAN han afirmado que Beijing ha estado enviando máquinas herramientas, chips y otros materiales que tienen usos tanto civiles como militares para ayudar a reconstruir el sector de defensa de Moscú.
Aunque el régimen chino se ha esforzado por posicionarse como un actor neutral a lo largo de la guerra, se ha convertido en un salvavidas clave para la economía de guerra de Rusia al comprar petróleo y otros productos.
Antes de sus conversaciones bilaterales, Putin y Xi mantuvieron una reunión con el presidente mongol, Khurelsukh Ukhnaa, el 2 de septiembre.
En su discurso de apertura, Putin afirmó que los tres países son buenos vecinos y tienen "mucho en común", según el Kremlin.
"Compartimos un interés en el desarrollo conjunto de lazos políticos, económicos y humanitarios", declaró.
Xi, por su parte, pidió una colaboración más profunda mediante el avance de proyectos transfronterizos de infraestructura y energía que conecten a los tres países, según un comunicado publicado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de China.
También instó a los demás líderes a ampliar la escala de liquidación en moneda local, dijo el ministerio chino, con el objetivo de crear una alternativa al dólar estadounidense o reducir la dependencia de este.

Putin se encuentra en China para una visita de cuatro días, que el asesor del Kremlin, Yuri Ushakov, describió como un acontecimiento inusual para los viajes al extranjero del presidente ruso, según TASS.
La primera parada de Putin fue Tianjin, una ciudad portuaria vecina a Beijing, donde asistió a la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái. El bloque de poder regional, liderado por Beijing y Moscú, tiene como objetivo contrarrestar la influencia occidental en Asia Central.
La cumbre de este año reunió a más de 20 líderes de países no occidentales, entre ellos el líder iraní Masoud Pezeshkian y el primer ministro indio Narendra Modi. Tanto Xi como Putin se reunieron por separado con Modi al margen de la cumbre.
Mientras Modi regresaba a Nueva Delhi el 1 de septiembre, Putin se dirigía a Beijing para reunirse con Xi y asistir a un desfile militar que conmemora el fin de la Segunda Guerra Mundial. El régimen chino tiene previsto mostrar en el desfile sus armas más avanzadas fabricadas en el país, mientras que se espera que Xi pronuncie un discurso desde la tribuna de la Puerta de Tiananmen en Beijing.
Pionyang ha confirmado que el líder norcoreano Kim Jong Un también tiene previsto viajar a la capital china para asistir al desfile del 3 de septiembre.
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