El presidente Donald Trump desestimó el 24 de octubre los informes que sugerían que estaba planeando bautizar con su nombre el próximo salón de baile de la Casa Blanca, valorado en 300 millones de dólares.
"No tengo pensado ponerle mi nombre. Fueron noticias falsas", declaró el presidente a la prensa a las afueras de la Casa Blanca antes de partir hacia Asia.
Trump sugirió que el salón de baile podría llamarse "salón de baile presidencial o algo así", aunque señaló que la Casa Blanca aún no ha decidido un nombre.
Según el presidente, hasta el momento se han recaudado más de 350 millones de dólares para financiar la construcción del salón de baile de 90,000 pies cuadrados, lo que supone un aumento respeto de la estimación inicial de 200 millones de dólares cuando se anunció el proyecto en julio.
Trump señaló que los fondos adicionales podrían destinarse a construir un arco en Washington.
"Parece que vamos a construir el arco. Hemos recibido mucho dinero para el salón de baile", dijo a los periodistas.
"El arco será increíble para Washington DC"
Trump anunció a principios de esta semana que la construcción del nuevo salón de baile está en marcha, comenzando con la demolición del Ala Este de la Casa Blanca.
Construida en 1902 y ampliada con un segundo piso en 1942, el Ala Este alberga la oficina de la Primera Dama.
En una publicación en Truth Social del 20 de octubre, Trump dijo que el Ala Este será "totalmente modernizada" como parte del proceso de construcción, y que el salón de baile estará separado del edificio principal de la Casa Blanca.
"Durante más de 150 años, todos los presidentes han soñado con tener un salón de baile en la Casa Blanca para albergar grandes fiestas, visitas de Estado, etc. Me siento honrado de ser el primer presidente en finalmente poner en marcha este proyecto tan necesario, sin costo alguno para el contribuyente estadounidense", afirmó.
Trump dijo en una cena la semana pasada que el salón de baile podría albergar hasta 999 personas.
Actualmente, solo unas 200 personas pueden sentarse en el Salón Este, donde se celebran muchos eventos sociales en la Casa Blanca.
Trump había dicho anteriormente que la construcción del salón de baile está financiada con fondos privados y no utiliza dinero de los contribuyentes.
Según una lista proporcionada por la Casa Blanca a The Epoch Times, entre los donantes que aportarán fondos para el nuevo salón de baile se incluyen Amazon, Apple, Google, Caterpillar Inc., HP Inc., Lockheed Martin, Meta Platforms, Microsoft, Palantir Technologies y Union Pacific Railroad.
La Casa Blanca anunció el proyecto por primera vez en julio. La fase de construcción comenzó en septiembre e incluyó la tala de árboles en los terrenos del sur y otros trabajos de preparación del terreno.
Se espera que el salón de baile esté terminado "mucho antes" del final de la presidencia de Trump a principios de 2029, según la Casa Blanca.
Con información de Savannah Hulsey Pointer.
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