El 8 de diciembre, la Corte Suprema anuló una sentencia que respaldaba la prohibición de Nueva York de las exenciones religiosas a la obligación de vacunación escolar y ordenó a una corte inferior que revisara su postura sobre la prohibición. El caso se conoce como Miller contra McDonald.
Los jueces anularon la decisión de marzo de la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito de Estados Unidos, que había determinado que la legislación que prohíbe las exenciones religiosas a los requisitos de vacunación era "neutral en apariencia" y no "apuntaba ni prohibía de manera afirmativa las prácticas religiosas".
Los jueces ordenaron a la corte de apelaciones que reconsiderara su fallo a la luz del caso Mahmoud v. Taylor, una sentencia de la Corte Suprema de junio que se puso del lado de los padres que querían tener la posibilidad de excluir a sus hijos de la interacción con libros en la escuela que promueven estilos de vida lesbianos, gays y similares. Los jueces no dijeron cómo debería fallar finalmente la corte de apelaciones después de revisar el caso Mahmoud v. Taylor.
En Mahmoud, la mayoría de los jueces concluyeron que una junta educativa del condado de Maryland violó los derechos religiosos de los padres al introducir los libros en el plan de estudios del condado y posteriormente prohibir a los padres retirar a sus hijos de las aulas cuando se leían las historias.
El juez Samuel Alito, en nombre de la mayoría, señaló una sentencia anterior de la Corte Suprema contra una ley de Wisconsin que prohibía a los padres amish retirar a sus hijos de las escuelas públicas después del octavo grado.
"Un gobierno obstaculiza el ejercicio religioso de los padres cuando les exige que sometan a sus hijos a una instrucción que supone 'una amenaza muy real de socavar' las creencias y prácticas religiosas que los padres desean inculcar", dijo Alito.
Los amish son los litigantes en el caso Miller que impugnaron la ley de Nueva York de 2019, que eliminó la posibilidad de que los padres solicitaran y obtuvieran exenciones religiosas a las vacunas obligatorias para asistir a la escuela. Las únicas exenciones que se permiten actualmente en Nueva York son por motivos médicos y requieren un certificado médico.
Los litigantes amish dijeron en su demanda que la derogación de las exenciones religiosas por parte de Nueva York violaba sus derechos constitucionales, incluido su derecho en virtud de la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos.
En 2024, la jueza federal de distrito Elizabeth A. Wolford falló a favor de las autoridades de Nueva York, citando una decisión del Segundo Circuito que confirmaba la negativa de Connecticut a permitir exenciones religiosas.
El Segundo Circuito confirmó entonces la decisión de Wolford, al considerar que, aunque algunos legisladores de Nueva York hicieron declaraciones indicando que la derogación de la exención religiosa estaba motivada por la discriminación, no hay pruebas de que una parte considerable de los legisladores lo hiciera. Muchos legisladores hicieron declaraciones en apoyo de la libertad religiosa y alrededor del 40 % de ellos votaron en contra de la derogación, según la corte de apelaciones.
La corte de apelaciones también dijo que mantener las exenciones médicas mientras se derogan las exenciones religiosas significa que Nueva York está tratando la conducta secular de manera más favorable que las creencias religiosas, en parte porque las exenciones médicas requieren una recertificación anual.
En un escrito dirigido a la Corte Suprema, los abogados de los amish dijeron que la corte debería revisar el fallo porque los jueces han reconocido que no está claro si un mandato que no contiene exenciones religiosas "puede ser neutral y de aplicación general si exime conductas seculares que frustran de manera similar el interés específico al que sirve el mandato".
Las autoridades de Nueva York declararon ante la corte en un escrito que "según los principios bien establecidos de libre ejercicio, la existencia de una única exención médica limitada al requisito de vacunación no obliga al Estado a conceder una exención religiosa generalizada de la vacunación".
Las autoridades de Nueva York no respondieron a una solicitud de comentarios sobre la anulación de la sentencia por parte de la Corte Suprema.
"La comunidad amish de Nueva York quiere que se les deje en paz para vivir su fe como lo han hecho durante 200 años", dijo en un comunicado Kelly Shackelford, presidenta, directora ejecutiva y asesora jurídica principal del First Liberty Institute, que representa a los litigantes que impugnan la prohibición de Nueva York.
"¿Quién tiene autoridad sobre sus hijos? ¿Sus padres o los burócratas del gobierno? En última instancia, este caso afectará a todos los estadounidenses: a su libertad religiosa y a la autoridad de todos los padres para criar a sus hijos según su fe".
