Revisado médicamente Jimmy Almond, M.D.
El síndrome del intestino irritable (SII) es el trastorno gastrointestinal (GI) más común en todo el mundo. A pesar de su prevalencia, el SII sigue sin diagnosticarse lo suficiente en los Estados Unidos —menos de la mitad de los adultos con esta afección reciben un diagnóstico formal.
La afección se manifiesta de manera diferente en cada persona, con síntomas que van desde molestias leves hasta una afectación significativa de la vida diaria. Sin embargo, el SII no causa daño permanente a los intestinos ni conduce a enfermedades graves como el cáncer.
Existen varios tratamientos —incluidos enfoques convencionales, alternativos y naturales —que pueden proporcionar un alivio significativo de los síntomas del SII.
Ilustración de The Epoch Times, Shutterstock
¿Cuáles son los síntomas y los primeros signos del síndrome del intestino irritable?
El SII afecta al intestino delgado y al colon (intestino grueso), creando un sistema sensible que reacciona de forma exagerada a procesos normales como el movimiento de los alimentos y la producción de gases.El SII se divide en cuatro subtipos, aunque todos comparten síntomas básicos comunes:
- El dolor abdominal o los calambres (los más comunes) suelen aparecer después de comer y pueden durar varias horas.
- Alteración del aspecto de las heces, presencia de moco en las heces y heces blandas.
- Cambios en la frecuencia de las deposiciones, incluyendo deposiciones poco frecuentes o difíciles y necesidad repentina de defecar.
- Exceso de gases.
- Hinchazón
- Pérdida de apetito
El SII a menudo va más allá de los síntomas digestivos y afecta al bienestar general:
- Migraña o dolores de cabeza recurrentes.
- Dificultad para dormir o patrones de sueño interrumpidos.
- Ansiedad o depresión.
- Dolor muscular generalizado o fibromialgia.
- Molestias pélvicas persistentes o dolor pélvico crónico.
- Problemas urinarios, como micción frecuente, ganas repentinas de orinar o sensación de vaciado incompleto de la vejiga.
Los síntomas del SII pueden fluctuar, con períodos de empeoramiento seguidos de alivio. En algunos casos, persisten de forma continua.
Los 4 subtipos de SII
El SII se clasifica en cuatro subtipos según si predominan los síntomas de estreñimiento, diarrea o ambos.
1. SII con predominio de estreñimiento (SII-C)
El SII-C afecta a alrededor del 34 % de los pacientes y se asocia con dificultad para defecar o esfuerzo durante la evacuación intestinal. La afección suele presentarse con heces duras o grumosas, evacuaciones intestinales poco frecuentes y sensación de vaciado incompleto.
2. SII con predominio de diarrea (SII-D)
El SII-D afecta aproximadamente al 28 % de los pacientes. Los síntomas incluyen dolor o malestar abdominal recurrente y sensación de evacuación intestinal incompleta.
3. SII con hábitos intestinales mixtos (SII-M)
El SII-M, que afecta aproximadamente al 34 % de los pacientes, se caracteriza por episodios alternantes de estreñimiento y diarrea. Las personas con IBS-M pueden experimentar los síntomas típicos del IBS, como dolor abdominal, hinchazón y gases, y patrones intestinales fluctuantes. El IBS-M se define por tener heces duras o grumosas en más del 25 % de las deposiciones y heces blandas o pastosas en más del 25 % de las deposiciones en los días sintomáticos.
4. IBS con subtipo indefinido (IBS-U)
Las personas con SII-U experimentan los síntomas típicos del SII, pero sin un patrón constante de estreñimiento o diarrea. Debido a que los síntomas no encajan claramente en los otros subtipos, el SII-U es menos conocido.
¿Qué causa el síndrome del intestino irritable?
Se desconoce la causa exacta del SII, aunque no está relacionado con anomalías estructurales. En cambio, el SII es el resultado de una alteración en la comunicación entre el sistema nervioso y los músculos intestinales, lo que provoca una mayor sensibilidad y contracciones musculares anormales.Aunque antes se pensaba que era puramente psicosomático, ahora se entiende que el SII es una afección compleja influenciada por factores fisiológicos y psicosociales, con múltiples mecanismos que contribuyen a su aparición.
1. Disfunción cerebro-intestinal
El intestino y el cerebro se comunican a través de una compleja red de nervios, hormonas y señales inmunitarias denominada eje intestino-cerebro. En el SII, esta comunicación se desregula, lo que hace que el intestino sea demasiado sensible. Esto hace que el cerebro interprete erróneamente las señales intestinales normales, lo que desencadena respuestas inadecuadas como dolor, hinchazón y movimientos intestinales irregulares.
2. Desequilibrio de la microbiota intestinal
Las investigaciones más recientes sugieren que los desequilibrios en las bacterias intestinales pueden desempeñar un papel clave en el SII. Los billones de microorganismos del tracto digestivo favorecen la digestión, el metabolismo y la función inmunitaria. Cuando este ecosistema se ve alterado, puede contribuir a la inflamación y al aumento de la sensibilidad intestinal.
3. Intolerancias o sensibilidades alimentarias
Hasta el 90 % de las personas con SII refieren intolerancias alimentarias. Ciertos alimentos pueden afectar al movimiento intestinal o interactuar con la microbiota intestinal, empeorando los síntomas. Las diferencias en las bacterias intestinales también pueden hacer que algunas personas sean más sensibles a determinados alimentos.
4. Infecciones
La intoxicación alimentaria, la gastroenteritis y la diarrea del viajero pueden provocar cambios duraderos en la motilidad intestinal y señales cerebrales anormales. Un estudio de 2023 identificó la Ruminococcus gnavus como una especie bacteriana clave asociada al SII-D.
5. Estrés en la primera infancia
Los traumas infantiles, los abusos u otras experiencias estresantes pueden alterar de forma permanente el sistema de respuesta al estrés del organismo, haciendo que el intestino sea más sensible y reactivo a lo largo de toda la vida.
6. Hipersensibilidad visceral
Los nervios excesivamente sensibles del sistema digestivo hacen que sensaciones normales —como los gases o los movimientos intestinales— resulten dolorosas. Esto puede explicar por qué las personas con SII experimentan molestias como dolor o hinchazón sin que haya un problema físico evidente.
7. Disfunción motora gastrointestinal
Las contracciones musculares anormales pueden hacer que los alimentos se muevan demasiado rápido, lo que provoca diarrea (SII-D), o demasiado lento, lo que provoca estreñimiento (SII-C).
8. Inflamación de la mucosa
En algunas personas con SII —especialmente aquellas con diarrea o antecedentes de infección intestinal— se desarrolla una inflamación leve en el revestimiento intestinal. Esto puede incluir un aumento de ciertas células inmunitarias, lo que podría contribuir a la persistencia de los síntomas.
9. Exceso de ácidos biliares
Los ácidos biliares, que normalmente se absorben en el intestino delgado, pueden llegar al colon en exceso debido a una mala absorción. Esto puede provocar diarrea y calambres.
10. Ciertos medicamentos
Los antibióticos y algunos otros medicamentos pueden alterar el equilibrio de las bacterias intestinales y afectar al movimiento intestinal.
11. Sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO)
El SIBO se produce cuando crecen demasiadas bacterias o tipos de bacterias incorrectos en el intestino delgado.
Factores de riesgo del SII:
- Sexo: El SII es casi dos veces más frecuente en mujeres que en hombres, aunque las razones siguen sin estar claras.
- Antecedentes familiares: Tener un padre o un hermano con SII aumenta el riesgo de desarrollarlo.
- Alimentos ultraprocesados: Un estudio de 2020 descubrió que las personas que consumían más alimentos ultraprocesados tenían un 25 % más de probabilidades de desarrollar SII que aquellas que consumían menos.
¿Cómo se diagnostica el síndrome del intestino irritable?
El SII se diagnostica basándose en los patrones de los síntomas, más que en una prueba definitiva.Según los criterios de Roma IV —unas directrices estandarizadas que se utilizan para diagnosticar los trastornos gastrointestinales funcionales— es necesario haber padecido dolor o malestar abdominal al menos una vez a la semana durante los últimos tres meses, con aparición de los síntomas al menos seis meses antes del diagnóstico, junto con al menos dos de los siguientes síntomas:
- Un cambio en la frecuencia de las deposiciones.
- Dolor o malestar relacionado con las deposiciones.
- Un cambio en la consistencia o el aspecto de las heces.
Los médicos revisan el historial médico del paciente, realizan un examen físico y llevan a cabo pruebas para descartar otras afecciones.
Pruebas de laboratorio
Las pruebas de laboratorio ayudan a descartar otras afecciones que pueden parecerse al SII y proporcionan pistas sobre los problemas subyacentes.
- Análisis de sangre para detectar anemia, infección, enfermedad celíaca o inflamación
- Análisis de orina para detectar infecciones del tracto urinario
- Análisis de heces para identificar bacterias dañinas, parásitos, sangre oculta o marcadores inflamatorios como la calprotectina
- Pruebas de aliento para detectar sobrecrecimiento bacteriano
Pruebas de imagen
Los siguientes métodos de imagen crean imágenes detalladas de los órganos internos para descartar otras causas de los síntomas del SII:
- Radiografías abdominales
- Tomografías computarizadas
- Resonancia magnética
- Ecografías
Procedimientos diagnósticos
Los médicos pueden utilizar la endoscopia superior para examinar el esófago, el estómago y la parte superior del intestino delgado, y la colonoscopia para evaluar el intestino grueso en busca de inflamación, úlceras, sangrado o crecimientos anormales.
¿Cuáles son los tratamientos para el síndrome del intestino irritable?
El SII suele ser una afección de por vida y, para algunas personas, los síntomas pueden ser lo suficientemente graves como para alterar su vida cotidiana. Sin embargo, existe una amplia gama de opciones de tratamiento —incluidos medicamentos y terapias complementarias— que pueden proporcionar alivio diario. Las modificaciones en la dieta suelen ser el enfoque de primera línea, mientras que en los casos graves puede ser necesario recurrir a medicamentos recetados.1. Medicamentos para el SII
Los medicamentos para el SII incluyen opciones de venta libre (OTC) y recetadas, adaptadas a patrones de síntomas específicos.
- Terapias OTC para el SII-C: Los laxantes osmóticos atraen agua al colon, los laxantes formadores de volumen, como el psyllium, añaden fibra, y los ablandadores de heces ayudan a que los líquidos se mezclen con las heces.
- Medicamentos recetados para el SII-C: La gabapentina puede aliviar el dolor nervioso, mientras que la pregabalina puede ayudar con el dolor visceral relacionado con el SII.
- Terapias de venta libre para el SII-D: Los medicamentos antidiarreicos, como la loperamida, pueden ralentizar los movimientos intestinales.
- Medicamentos recetados para el SII-D: Los aglutinantes de ácidos biliares, como la colestiramina y el colestipol, reducen la diarrea; los medicamentos anticolinérgicos, como la diciclomina o la hioscina, alivian los espasmos dolorosos; y los antidepresivos tricíclicos en dosis bajas (imipramina, desipramina o nortriptilina) calman las señales nerviosas intestinales.
- Alosetrón: Relaja el colon y ralentiza los movimientos intestinales. Aprobado solo para mujeres con SII-D grave que no han respondido a otros tratamientos, ya que su eficacia en hombres no se ha demostrado claramente.
- Eluxadolina: Reduce las contracciones musculares intestinales y la secreción de líquidos, mejora el tono muscular rectal y alivia la diarrea. Se utiliza para tratar el SII-D. El fármaco actúa sobre los receptores opioides del intestino, pero tiene un bajo riesgo de adicción cuando se utiliza según lo prescrito.
- Rifaximina: Antibiótico utilizado para tratar el SII-D, especialmente en casos de sospecha de sobrecrecimiento bacteriano en el intestino, ya que reduce las bacterias intestinales nocivas.
- Lubiprostona: Aumenta la secreción de líquidos en el intestino delgado, lo que facilita la evacuación. Aprobado solo para mujeres con SII-C que no han mejorado con otros tratamientos.
- Linaclotida: favorece la secreción de líquidos en los intestinos y ayuda a que las heces se muevan más fácilmente a través del intestino, aliviando los síntomas del SII-C.
2. Medicamentos a base de hierbas
Ciertos preparados a base de hierbas pueden ayudar a aliviar los síntomas del SII, aunque se recomienda seguir las indicaciones de un herbolario certificado o un profesional de la medicina tradicional china.
- The Nutrition Care Gut Relief Formula: Un estudio de 2020 descubrió que esta mezcla de curcumina, aloe vera, olmo americano, goma guar, pectina, aceite de menta y glutamina reducía los síntomas digestivos entre un 60 % y un 80 % en adultos con trastornos digestivos, incluido el SII. Muchos participantes se recuperaron de la permeabilidad intestinal y mostraron una mejora en la microbiota intestinal y un tercio pudo reintroducir los alimentos que antes les provocaban síntomas.
- Fórmulas de olmo americano: La fórmula DA-IBS (arándano, olmo americano, agrimonia y canela) puede aliviar los síntomas del SII-D o SII-M, excepto los relacionados con los hábitos intestinales. La fórmula C-IBS (olmo americano, lactulosa, salvado de avena y raíz de regaliz) puede mejorar los hábitos intestinales y los síntomas generales del SII.
- Cúrcuma: Puede mejorar la digestión y regular los movimientos intestinales debido a sus efectos antiinflamatorios. Una revisión sistemática de 2022 descubrió que los medicamentos que contienen curcumina y extracto de cúrcuma pueden ayudar a aliviar el dolor abdominal y otros síntomas del SII.
- Cáscara de psyllium: Una fibra soluble que absorbe agua y añade volumen a las heces, facilitando los movimientos intestinales. Las investigaciones demuestran que potencia las bacterias intestinales "buenas" y aumenta los ácidos grasos de cadena corta que nutren el revestimiento intestinal. También ayuda a regular la consistencia de las heces tanto en el SII-D como en el SII-C y puede reducir los gases y la hinchazón cuando se combina con ciertas fibras, como la inulina.
- Alcachofa: El extracto de hoja de alcachofa puede reducir los síntomas del SII y la indigestión. Un estudio realizado en 2004 descubrió que tomar extracto de hoja de alcachofa durante dos meses reducía los síntomas del SII en un 26 % y los de la indigestión en un 41 % y producía un cambio significativo, pasando de estreñimiento y diarrea alternativos a movimientos intestinales normales.
- Aceite de menta: El mentol, ingrediente activo del aceite de menta, relaja los músculos lisos del intestino y reduce la sensibilidad nerviosa en el tracto digestivo, aliviando el dolor abdominal, la hinchazón y las molestias.
- Curcumina y aceite esencial de hinojo: El hinojo contiene anetol, que relaja los músculos intestinales y alivia el dolor abdominal similar a los calambres. En combinación con la curcumina, el aceite de hinojo puede mejorar significativamente los síntomas del SII.
3. Fisioterapia
Algunas personas con SII tienen una falta de coordinación de los músculos del suelo pélvico, lo que dificulta el vaciado intestinal. Un fisioterapeuta especializado en el suelo pélvico puede diagnosticarlo mediante exámenes especializados. El tratamiento se centra en enseñar al paciente a relajar el suelo pélvico mientras utiliza los músculos abdominales profundos para facilitar la evacuación intestinal. La fisioterapia también puede ayudar con la urgencia o la incontinencia relacionadas con la diarrea.
4. Acupuntura
Se ha demostrado que la acupuntura alivia el dolor y mejora síntomas como la ansiedad, las migrañas y el insomnio asociados al SII.
Un nuevo estudio realizado descubrió que la acupuntura reducía el dolor abdominal y mejoraba la consistencia de las heces en pacientes con SII-D, con beneficios que duraban al menos 18 semanas.
Otro estudio realizado descubrió que la acupuntura era más eficaz que el PEG 4000 (un laxante) o el bromuro de pinaverium (un relajante muscular intestinal) para tratar el SII, con beneficios que duraban hasta 12 semanas.
5. Moxibustión
La acupuntura-moxibustión, una técnica de la medicina tradicional china que combina la acupuntura y la terapia de calor, ha demostrado aliviar los síntomas del SII con pocos efectos secundarios. Los metaanálisis sugieren que puede funcionar mejor que algunos medicamentos occidentales estándar. Una revisión de 2014 descubrió que la acupuntura-moxibustión puede regular el movimiento intestinal, la sensibilidad, la comunicación entre el cerebro y el intestino, las hormonas y la función inmunitaria.
6. Osteopatía
El tratamiento manipulativo osteopático utiliza técnicas manuales para mejorar la función intestinal.
Una revisión de 2024 descubrió que el tratamiento osteopático puede ayudar a las personas con SII-C mejorando la digestión, reduciendo la inflamación y aliviando la tensión en la zona pélvica. Los primeros estudios sugieren que las técnicas centradas en el abdomen pueden reducir el estreñimiento y mejorar el bienestar.
Una revisión de 2023 informó de que la osteopatía visceral (dirigida al abdomen) puede ayudar a reducir los síntomas del SII.
7. Masaje terapéutico
La liberación miofascial, un masaje suave dirigido a las zonas tensas de los músculos y el tejido conectivo, puede aliviar el dolor abdominal, la hinchazón y el estreñimiento en adultos con SII. El masaje terapéutico también puede aliviar la ansiedad y favorecer la relajación.
8. Control del estrés (psicoterapias)
Dado que el estrés puede desencadenar o empeorar los síntomas del SII, las terapias de reducción del estrés pueden ser muy beneficiosas.
- Hipnoterapia dirigida al intestino: utiliza la hipnosis guiada y la visualización para ayudar a los pacientes a imaginar el alivio de los síntomas. En un estudio publicado en abril, la hipnoterapia dirigida al intestino ayudó a mejorar los síntomas generales del SII —en particular el dolor abdominal— y las sesiones grupales demostraron ser eficaces en comparación con la atención estándar.
- Terapia de ayuno: En un estudio, 10 días de ayuno seguidos de cinco días de alimentación normal dieron lugar a mejoras significativas en el dolor abdominal, la hinchazón, la diarrea, las náuseas, la ansiedad y la calidad de vida de los pacientes con SII que no habían respondido al tratamiento básico.
- Psicoterapia dinámica: Una terapia intensiva basada en la conversación que aborda las causas emocionales de los síntomas y los conflictos interpersonales.
- Terapia cognitivo-conductual (TCC): Una terapia a corto plazo que combina diversas técnicas de control del estrés, como la respiración profunda, para cambiar la forma en que una persona responde a la ansiedad.
- Entrenamiento de relajación: Enseña métodos para liberar la tensión muscular y calmar el cuerpo.
¿Cuáles son los enfoques naturales y de estilo de vida para el síndrome del intestino irritable?
Los enfoques naturales y de estilo de vida son un componente importante del tratamiento del SII y a menudo se utilizan como intervenciones de primera línea. El alivio de los síntomas puede tardar entre varias semanas y unos meses, por lo que es esencial tener paciencia. Las estrategias personalizadas —como los cambios en la dieta, los suplementos y el control del estrés— pueden ayudar a reducir los síntomas.1. Estrategias dietéticas
Las estrategias dietéticas pueden ayudar a controlar los síntomas del SII al reducir los factores desencadenantes y favorecer una digestión saludable.
Llevar un registro de las comidas, los síntomas y los horarios puede ayudar a las personas a identificar los alimentos desencadenantes y evaluar si los cambios en la dieta son eficaces. Pueden pasar hasta seis semanas antes de notar mejoras.
Comer cuatro o cinco comidas más pequeñas a lo largo del día, en lugar de tres comidas abundantes, puede aliviar los síntomas. Evite las comidas abundantes y grasas, intente no saltarse ni retrasar las comidas y coma despacio.
Estos son los alimentos y la dieta que se deben consumir o evitar:
- Dieta baja en FODMAP: Desarrollada por la dietista australiana Sue Shepherd, esta dieta limita los carbohidratos de mala absorción que pueden desencadenar los síntomas del SII.
- Fibra: Para el SII-C, los médicos o dietistas pueden recomendar aumentar la ingesta de fibra, normalmente empezando por la fibra soluble. La fibra insoluble debe añadirse gradualmente, ya que puede ser más difícil de tolerar. Las fuentes de fibra insoluble incluyen frutas y verduras con piel, cereales integrales y legumbres. Para el SII-D, es mejor evitar el exceso de fibra insoluble.
- Líquidos: Beber al menos entre ocho y diez vasos de agua al día puede ayudar a aliviar el estreñimiento.
- Alimentos que se deben consumir: Para reducir los brotes de SII, algunas personas pueden beneficiarse del consumo de leche de soja o de almendras, quesos duros (como el feta), fuentes de proteínas magras (como huevos, tofu, aves y mariscos) y verduras bien toleradas (como zanahorias, tomates, lechuga, patatas y calabacín).
Ciertas hierbas y alimentos pueden ayudar con diferentes síntomas: el jengibre puede reducir la inflamación y la sensibilidad intestinal asociadas con el SII-D, la manzanilla puede aliviar los dolores de estómago gracias a sus efectos antiinflamatorios y relajantes musculares, las ciruelas pasas o secas pueden aliviar el SII-C debido a su contenido en fibra y sus propiedades laxantes naturales, y comer avena y hasta una cucharada de semillas de lino enteras o molidas al día puede ayudar a aliviar la hinchazón y los gases.
- Alimentos y bebidas que se deben evitar: Limite o evite el alcohol, la cafeína, los alimentos que producen gases (como las legumbres, el repollo, la coliflor, el brócoli, las coles de Bruselas, las cebollas y las manzanas), los productos con alto contenido en azúcar (como los refrescos y los dulces), los alcoholes de azúcar que se encuentran en los productos sin azúcar (como los chicles sin azúcar) y los alimentos con alto contenido en grasas.
Algunas personas también pueden necesitar evitar el gluten (una proteína presente en el trigo, la cebada y el centeno) y los lácteos que contienen lactosa si estos empeoran sus síntomas.
2. Suplementos dietéticos
Varios suplementos nutricionales y microbianos pueden ayudar a aliviar los síntomas del SII.
- Probióticos: Estas "bacterias buenas" pueden ayudar a reducir los síntomas del SII. Dado que los probióticos se presentan en cápsulas, líquidos, polvos y gominolas, es posible que sea necesario probar varios tipos hasta encontrar el más eficaz.
- Vitamina D: puede reducir la gravedad de los síntomas del SII, especialmente en personas con deficiencia o insuficiencia.
- Magnesio: el óxido de magnesio se ha utilizado ampliamente en Japón para tratar el estreñimiento. Un estudio de 2019 descubrió que los pacientes con estreñimiento leve a moderado experimentaban más movimientos intestinales espontáneos y menos estreñimiento en comparación con el placebo.
- Melatonina: Puede aliviar el dolor abdominal, regular la motilidad intestinal y mejorar el estrés y los trastornos del estado de ánimo. La melatonina puede reducir los síntomas del SII, independientemente de si los pacientes tienen problemas de sueño.
- Enzimas digestivas: Aunque el SII no está causado por la falta de enzimas digestivas, los suplementos como la lipasa, la proteasa, la amilasa y la lactasa pueden ayudar a descomponer los componentes de los alimentos y aliviar los síntomas.
3. Ejercicios de bajo impacto
El ejercicio suave y regular durante al menos 30 minutos al día puede reducir la ansiedad, mejorar la salud intestinal y aliviar los síntomas del SII. Algunas buenas opciones son:
Ejercicio aeróbico: estimula los músculos de los intestinos, ayudándoles a mover los residuos alimenticios de forma más eficiente.
Caminar: los paseos cortos antes del desayuno o después de la cena pueden ayudar. Empiece con cinco o diez minutos y aumente gradualmente hasta llegar a los 30 minutos.
4. Baños de bosque y paseos por la naturaleza
Se ha demostrado que los baños de bosque (conocidos como Shinrin Yoku en Japón) y los paseos por la naturaleza reducen el cortisol (una hormona del estrés), favorecen la relajación y activan el sistema nervioso parasimpático (responsable del descanso y la digestión), lo que favorece una digestión saludable. La exposición a la naturaleza también puede mejorar el sueño y reducir la ansiedad, lo que influye positivamente en el eje intestino-cerebro.
5. Auto-masaje
El auto-masaje puede ayudar a aliviar las molestias abdominales. Mientras está acostado, masajee suavemente su abdomen en el sentido de las agujas del reloj con una mano.
6. Meditación consciente
La meditación consciente es un enfoque psicológico que ayuda a controlar el SII centrándose en las conexiones entre la mente y el cuerpo y en la autorregulación. Se ha demostrado que reduce tanto el estrés como el dolor, lo que la convierte en un enfoque prometedor para aliviar los síntomas del SII.
7. Sueño de calidad
Muchas personas con SII experimentan trastornos del sueño. Mejorar los hábitos de sueño puede reducir la ansiedad y los síntomas digestivos. Un estudio de 2023 descubrió que las personas que percibían su sueño como deficiente tenían peores síntomas intestinales al día siguiente, independientemente de la calidad real del sueño.
8. Musicoterapia
La musicoterapia puede reducir la ansiedad y la diarrea en personas con SII, mejorando su calidad de vida. Un enfoque, el Método Bonny de Imágenes Guiadas y Música, utiliza música clásica e imágenes guiadas para promover la sanación emocional. Este método ha demostrado resultados positivos en la regulación de las respuestas al estrés que a menudo desencadenan o empeoran los síntomas del SII.
¿Cómo afecta la mentalidad al síndrome del intestino irritable?
La conexión entre el cerebro y el intestino significa que los pensamientos, las emociones y los niveles de estrés pueden influir en los síntomas digestivos y, a su vez —el estrés digestivo— puede afectar la salud mental. Un estudio realizado en 2023 reveló que la ansiedad, la depresión y otros problemas de salud mental se dan con mayor frecuencia en personas con SII, lo que crea un ciclo en el que los pensamientos negativos y el aumento de la ansiedad aumentan la conciencia de los síntomas y empeoran las molestias.¿Cómo puedo prevenir el síndrome del intestino irritable?
Dado que aún se desconoce la causa exacta del SII, no existe una forma probada de prevenir esta afección. Sin embargo, adoptar estrategias naturales y de estilo de vida puede ayudar a reducir los brotes de SII y disminuir su frecuencia y gravedad.Aunque ciertos alimentos y factores emocionales no causan directamente el SII, pueden desencadenar o empeorar los síntomas. Para ayudar a prevenir los brotes, puede ser útil limitar o controlar la ingesta de desencadenantes alimentarios comunes, como la cafeína, el alcohol, las bebidas carbonatadas, el chocolate, los lácteos, los alimentos fritos y los alimentos ricos en fibra, como las legumbres, las frutas y los cereales integrales. Controlar el estrés, la ansiedad y el estado de ánimo mediante técnicas de relajación, mindfulness u otras estrategias de afrontamiento también puede reducir el riesgo de brotes.
La prevención se centra en identificar y evitar los factores desencadenantes personales, mantener patrones regulares de ejercicio y sueño, controlar el estrés, seguir modificaciones en la dieta y crear un sólido sistema de apoyo formado por profesionales sanitarios y seres queridos que comprendan su afección.
¿Cuáles son las posibles comorbilidades y complicaciones del síndrome del intestino irritable?
Aunque las comorbilidades y complicaciones son limitadas, el SII puede afectar significativamente a las rutinas diarias y al bienestar general.Afecciones comórbidas
Las personas con SII también pueden experimentar varias afecciones superpuestas.
- Trastornos del sueño: Dificultad para conciliar el sueño, permanecer dormido o lograr un sueño reparador
- Fibromialgia: Dolor muscular generalizado, fatiga y aumento de la sensibilidad al tacto
- Dolor de espalda: Molestias o dolor continuos en la espalda
- Dolor pélvico crónico: Dolor persistente en la parte inferior del abdomen o la pelvis que dura seis meses o más
- Cistitis intersticial: Presión en la vejiga, dolor y micción frecuente o urgente.
- Trastorno de la articulación temporomandibular: Disfunción o dolor en la articulación de la mandíbula y los músculos circundantes, que afecta a la masticación y al habla.
- Enfermedad por reflujo gastroesofágico: El ácido del estómago vuelve al esófago, causando acidez o regurgitación ácida.
- Trastorno por estrés postraumático: Recuerdos recurrentes, ansiedad y evitación relacionados con un evento traumático.
El SII no está relacionado con la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa u otras enfermedades inflamatorias intestinales. Sin embargo, las personas con estas afecciones también pueden experimentar síntomas similares a los del SII.
Complicaciones generales
Las complicaciones son poco frecuentes, pero pueden afectar la calidad de vida en todos los subtipos de SII.
Trastornos del estado de ánimo: Ansiedad o depresión que pueden empeorar los síntomas del SII.
Mala calidad de vida: El SII de moderado a grave puede afectar al funcionamiento diario y reducir el rendimiento laboral.
Complicaciones asociadas al SII-C:
- Hemorroides: Vasos sanguíneos inflamados en el recto o el ano que pueden causar sangrado, molestias o protuberancias durante la defecación.
- Fisura anal: Pequeño desgarro en el revestimiento anal, a menudo causado por la evacuación de heces grandes o duras, que provoca dolor y sangrado.
- Impactación fecal: Masa compacta de heces en el recto que no se puede expulsar de forma natural y que puede requerir su extracción manual.
- Prolapso rectal: Deslizamiento o protrusión del tejido rectal a través del ano, a menudo debido al esfuerzo.
- Síndrome del intestino perezoso: Dependencia de laxantes para el funcionamiento intestinal, normalmente debido a un uso excesivo.
Complicaciones asociadas al SII-D: Deficiencias nutricionales: Restringir demasiado los alimentos puede provocar deficiencias nutricionales y posibles problemas de salud.
Deshidratación: La diarrea frecuente puede provocar pérdida de líquidos y electrolitos, lo que conduce a la deshidratación o a anomalías electrolíticas si no se trata adecuadamente.
















