El Partido Comunista Chino (PCCh) todavía podría estar extrayendo órganos de prisioneros ejecutados, según el relato de un solicitante de asilo que llegó recientemente a Canberra, Australia.
Liu Xueming, un médico de medicina interna que solicitó asilo debido a su fe en Falun Gong, una práctica espiritual perseguida en China, contó a The Epoch Times sobre una conversación que tuvo con un especialista en enfermedades de la córnea en 2022.
Liu se ha dedicado a la medicina desde su graduación en 1996. Su amigo de la universidad, Alex, experto en la industria con más de 20 años de experiencia en oftalmología clínica, abrió su propio hospital y se convirtió en su director. The Epoch Times no reveló el nombre real de Alex por razones de seguridad.
Tras un par de copas, Alex le contó a Liu su experiencia de recolectar córneas de prisioneros justo después de que los mataran a tiros.
"Durante una comida entre nosotros dos, tuvimos una conversación en la que... de repente, mencionó que solía sustraer órganos de prisioneros con frecuencia", dijo Liu, aunque Alex no especificó cuando sucedió esto.
"Le pregunté: ¿No tienes miedo?", dijo Liu.
"Dijo que al principio tenía mucho miedo, pero con el tiempo sintió que era solo una rutina, como comer".
"Después me contó que algunos días sustraía varios en un solo día… Dijo que en China, cosas así son comunes".
Liu Xueming, un solicitante de asilo en Australia, relató lo que aprendió de un especialista en enfermedades de la córnea en China a The Epoch Times el 11 de octubre de 2025. (Cindy Li/The Epoch Times)Liu sospecha que hay más en la historia de Alex, algo que quizá nunca salga a la luz.
"[Alex] lo mencionó por primera vez porque sabía que yo era practicante de Falun Dafa", dijo Liu.
Me pareció bastante interesante. Me pregunté por qué lo había mencionado. Sentí que quizá aún tenía algo que ocultar en el fondo.
Sustracción de órganos de personas vivas
Oficialmente, las autoridades del PCCh anunciaron que dejarían de extraer órganos de prisioneros ejecutados en 2015.Sin embargo, la evidencia sugiere que esta práctica todavía prospera hoy en día, e incluso va más allá de la sustracción de órganos de prisioneros muertos.
Recientemente, el líder del PCCh, Xi Jinping, y el presidente ruso, Vladimir Putin, discutieron sobre aumentar la longevidad a través de trasplantes de órganos, lo que permitiría que una persona potencialmente viva hasta 150 años.
"Antes, la gente, rara vez vivía hasta los 70 años, pero hoy en día a los 70 años todavía eres un niño", le dijo Xi a Putin a través de un traductor en ruso el 3 de septiembre en Beijing, durante el desfile militar en conmemoración de la Segunda Guerra Mundial.
"A medida que avanza la biotecnología, los órganos humanos pueden trasplantarse continuamente, lo que nos permitirá volvernos cada vez más jóvenes, tal vez incluso alcanzar la inmortalidad", respondió Putin.
En 2020, el Tribunal de China, un organismo independiente que investiga la sustracción forzada de órganos a presos de conciencia en China, concluyó "más allá de toda duda razonable" que el PCCh había llevado a cabo la sustracción forzada de órganos a practicantes de Falun Gong y uigures detenidos vivos, considerándolo un crimen contra la humanidad.
Preocupación por el crimen que llega a las costas australianas
La revelación de Liu a The Epoch Times, la primera desde que huyó de China, se produce mientras una delegación de funcionarios de Queensland explora colaboraciones de capacitación y ensayos clínicos con el Hospital Renji en Shanghai, que es uno de los centros de trasplante de hígado más grandes de China y el centro de trasplante de hígado pediátrico más grande a nivel internacional.Si bien no se han asumido compromisos, los defensores de los derechos humanos siguen expresando inquietudes y quieren garantías claras de que cualquier colaboración futura no incluirá nada relacionado con los trasplantes de órganos.
"Ninguna colaboración médica debe realizarse a ciegas", dijo David Matas, abogado canadiense de derechos humanos y nominado al Premio Nobel de la Paz, quien actualmente se encuentra en Australia para hablar sobre este tema.
Durante la visita, el ministro de Queensland exploró oportunidades en áreas como desarrollo profesional, ensayos clínicos y capacitación en gestión hospitalaria, según una declaración conjunta de la Coalición Internacional para Poner Fin al Abuso de Trasplantes en China y Ser Libres de Esclavitud.
"Aunque no se hizo referencia explícita a la medicina de trasplantes, la participación de una institución de trasplantes plantea serias preocupaciones", se lee en la declaración.
"Sin garantías claras de que la colaboración futura excluirá las actividades relacionadas con los trasplantes, Queensland Health corre el riesgo de exponer su reputación y sus problemas legales debido a la continua falta de transparencia y trazabilidad de China en el abastecimiento de órganos".
Australia aún no ha adoptado una postura clara sobre las prácticas poco éticas del PCCh en materia de trasplantes de órganos.
Advertencia a la comunidad médica australiana
Liu quiere advertir a la comunidad médica australiana que sea "extremadamente cautelosa y permanezca siempre alerta" cuando interactúe con sus homólogos de China."No piensen que el sistema político en China continental es el mismo que el de Australia", dijo.
"Bajo el régimen maligno de China continental, muchas cosas parecen ser una sola en la superficie, pero en realidad, su verdadero propósito, a menudo oculto, es a veces muy malvado".
Las tecnologías que han aprendido no son para beneficio de la humanidad, sino para servir a los funcionarios del PCCh y a la clase elitista, como la facción de los príncipes. Muchas de sus acciones son malvadas, con propósitos secretos y ocultos.
Liu señaló que los ciudadanos chinos crecen inmersos en la cultura de partido.
La cultura del partido se arraiga en su ser, se filtra silenciosamente en sus huesos y células. Esta cultura los influye de muchas maneras, incluyendo prácticas atroces como la sustracción de órganos, afirmó.
"Con el tiempo, como dijo mi compañero de clase, se volvió insensible: ya nada se siente fuera de lo normal".
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