El 12 de diciembre, una jueza federal prohibió temporalmente a las autoridades de inmigración volver a arrestar a Kilmar Abrego García, después de haber ordenado su liberación el día anterior.
La jueza federal de distrito Paula Xinis emitió la orden en respuesta a una petición de emergencia de los abogados de García, quienes estaban preocupados de que los agentes de inmigración lo detuvieran después de una audiencia en la oficina de campo de Baltimore del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) el viernes por la mañana.
La orden de Xinis solicitó a las partes que emitieran informes sobre si la orden de emergencia debería extenderse y que se prepararan para una audiencia sobre el asunto después del 17 de diciembre.
También aclaró, a petición de García, que sus órdenes anteriores que bloqueaban la expulsión de García de Estados Unidos sin permiso judicial y sin 72 horas de aviso siguen vigentes.
La jueza había ordenado al ICE que dejara libre a García el jueves 11 de diciembre, citando la falta de una orden de deportación.
García, nativo de El Salvador, había solicitado una orden en 2019 que bloqueara su deportación a su país de origen debido al temor de persecución.
A principios de este año, fue detenido por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y deportado al centro de detención antiterrorista CECOT de El Salvador. Tras la atención mediática de su caso, finalmente fue devuelto a Estados Unidos, donde lo detuvieron nuevamente, a la espera de su deportación.
García ha expresado su tiempo a ser deportado a la mayoría de los países de América del Sur y Central. El gobierno ha intentado deportarlo a varios países africanos, como Uganda, Esuatini y Ghana, pero todos se han negado a aceptarlo.
Recientemente, el gobierno intentó enviarlo a Liberia , pero García ha dicho que quiere ser enviado a Costa Rica.
Xinis, en su orden de liberación , cuestionó los motivos del gobierno para retener a García durante tanto tiempo sin llegar a deportarlo.
Ella escribió que el gobierno había afirmado previamente que Liberia era la única opción, ya que Costa Rica se negó a recibirlo.
"Pero Costa Rica nunca vaciló en su compromiso de recibir a Abrego García, así como Abrego García nunca vaciló en su compromiso de reasentarse allí", escribió.
Luego destacó las declaraciones a los medios del ministro de Seguridad Pública de Costa Rica, Mario Zamora Cordero, quien insistió en que su país aceptaría a García.
"La persistente negativa [del gobierno] a reconocer a Costa Rica como una opción viable de expulsión, sus amenazas de enviar a Abrego García a países africanos que nunca aceptaron recibirlo y su tergiversación ante la Corte de que Liberia es ahora el único país disponible para Abrego García, reflejan que cualquiera que fuera el propósito detrás de su detención, no fue el 'propósito básico' de una expulsión oportuna a un tercer país", escribió.
El Departamento de Justicia rechazó una solicitud de comentarios sobre el caso.
El futuro de García es incierto: su solicitud de asilo fue rechazada en octubre, pero busca reabrir su caso.
En un caso separado, García debe ser juzgado en Nashville, Tennessee, por cargos de tráfico de personas que se remontan a 2022. Le ha pedido a un juez que desestime el caso; una audiencia probatoria programada para el 8 de diciembre fue pospuesta.
