TEGUCIGALPA, Honduras — El fiscal general de Honduras, Johel Zelaya, dijo el lunes que había ordenado a las autoridades hondureñas y solicitado a la Interpol que ejecutaran una orden de detención de 2023 contra el expresidente Juan Orlando Hernández, indultado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Hernández fue liberado de una prisión federal en Estados Unidos la semana pasada después de que Trump lo indultara. Hernández había sido condenado el año pasado por un tribunal federal estadounidense a 45 años de prisión por ayudar a transportar toneladas de cocaína a Estados Unidos.
Hernández pasó de ser un supuesto aliado de Estados Unidos en la guerra contra las drogas a ser objeto de una solicitud de extradición por parte de Estados Unidos poco después de dejar el cargo en 2022. Fue detenido y enviado a Estados Unidos por la actual presidenta Xiomara Castro, del partido socialdemócrata LIBRE.
Zelaya incluyó una foto de la orden de dos años de antigüedad firmada por un magistrado de la Corte Suprema por presuntos cargos de fraude y lavado de dinero. La orden dice que debe ejecutarse "en caso de que las autoridades estadounidenses liberen al acusado".
Decenas de funcionarios y políticos hondureños se vieron implicados en el conocido caso Pandora, en el que los fiscales hondureños alegaron que se desviaron fondos públicos a través de una red de organizaciones no gubernamentales hacia partidos políticos, incluida la campaña presidencial de Hernández en 2013.
El abogado de Hernández, Renato Stabile, dijo en un correo electrónico que "se trata obviamente de una maniobra estrictamente política por parte del derrotado partido Libre para intentar intimidar al presidente Hernández, ya que están siendo expulsados del poder en Honduras. Es vergonzoso y una desesperada obra de teatro político, y estos cargos son completamente infundados".
Zelaya había dicho, después de que Trump anunciara su intención de indultar a Hernández, que su oficina tendría que tomar medidas para poner fin a la impunidad.
La esposa de Hernández dijo, tras su liberación, que el expresidente se encontraba en un lugar no revelado por su seguridad.
El drama se produce mientras Honduras sigue esperando a saber quién será su próximo presidente.
Trump respaldó a Nasry Asfura, exalcalde de Tegucigalpa del Partido Nacional conservador de Hernández. Asfura aventajaba a Salvador Nasralla, también conservador del Partido Liberal, en 1.32 puntos porcentuales, con el 99.4 % de las papeletas escrutadas hasta el martes por la noche.
Una victoria de Asfura podría allanar el camino para el eventual regreso de Hernández a Honduras. Nasralla ha hecho de la lucha contra la corrupción el eje central de su campaña y ha afirmado que Hernández le robó las elecciones de 2017 en una votación plagada de irregularidades.
Hernández siempre negó haber cometido irregularidades durante su mandato e insistió en que era uno de los aliados más firmes de Estados Unidos en la lucha contra las drogas.
Trump había anunciado su intención de indultar a Hernández pocos días antes de las elecciones nacionales de Honduras, lo que supuso un nuevo elemento en una reñida contienda. Aunque algunos hondureños siguen sintiendo nostalgia por los dos mandatos de Hernández, muchos se sorprendieron de que un hombre condenado por tráfico de drogas en un juicio muy seguido por la opinión pública pudiera ser liberado repentinamente antes de cumplir su condena.
Trump dijo que los hondureños habían solicitado el indulto para Hernández y que, tras examinar su caso, decidió que Hernández había sido tratado injustamente por los fiscales.
Por Marlon González
















