El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) canceló la financiación de la vacuna de Moderna contra la gripe aviar, según confirmó el departamento el 29 de mayo.
"Tras una rigurosa revisión, hemos llegado a la conclusión de que continuar invirtiendo en la vacuna de ARNm contra el H5N1 de Moderna no es justificable desde el punto de vista científico ni ético", declaró Andrew Nixon, director de comunicaciones del HHS, a The Epoch Times por correo electrónico.
"La realidad es que la tecnología del ARNm sigue sin estar suficientemente probada y no vamos a gastar el dinero de los contribuyentes repitiendo los errores de la administración anterior, que ocultó al público preocupaciones legítimas sobre la seguridad".
La vacuna contra la gripe aviar de Moderna utiliza ácido ribonucleico mensajero (ARNm), la misma tecnología que forma parte de las vacunas contra el COVID-19 de Moderna y Pfizer.
Estas vacunas se han relacionado con efectos secundarios como la inflamación cardíaca, un problema que, durante un tiempo, era conocido por las autoridades sanitarias, pero que no se reveló al público. Un informe reciente del Senado reveló que, en un momento dado, las autoridades planeaban advertir a las personas con inflamación que no realizaran actividades rigurosas durante al menos tres meses, pero finalmente no emitieron esa advertencia.
Moderna dijo en un comunicado que había resultados provisionales positivos de un estudio clínico de "fase 1/2" para la vacuna contra la gripe aviar. La empresa dijo que tenía previsto seguir probando la vacuna antes de recibir la notificación de que el HHS iba a suspender la financiación para su desarrollo.
"Aunque la retirada de la financiación del HHS añade incertidumbre, nos complace la sólida respuesta inmunitaria y el perfil de seguridad observados en este análisis provisional del estudio de fase 1/2 de nuestra vacuna contra la gripe aviar H5 y exploraremos vías alternativas para el programa", declaró Stéphane Bancel, director ejecutivo de Moderna.
"Estos datos clínicos sobre la gripe pandémica subrayan el papel fundamental que ha desempeñado la tecnología del ARNm como contramedida frente a las amenazas sanitarias emergentes".
Justo antes de que el presidente Donald Trump asumiera el cargo, el HHS anunció que iba a proporcionar 590 millones de dólares a Moderna para acelerar el desarrollo de vacunas contra la gripe aviar.
Moderna dijo en 2024 que había recibido 176 millones de dólares en financiación para acelerar el desarrollo de sus vacunas candidatas contra la gripe.
La cepa H5 de la gripe aviar se ha propagado en Estados Unidos, con más de 173 millones de aves afectadas desde 2022, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).
Funcionarios del USDA dijeron recientemente que iban a invertir hasta 100 millones de dólares en productos destinados a prevenir y tratar la gripe aviar, incluidas "nuevas vacunas".
El HHS también dijo a principios de mayo que estaba invirtiendo fondos en una plataforma no basada en ARNm para crear vacunas universales que se dirijan, entre otros virus, a la gripe aviar.
El secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., se ha opuesto en el pasado a las vacunas contra la gripe aviar.
"Todas mis agencias han desaconsejado la vacunación de las aves porque, si se vacuna con una vacuna defectuosa, es decir, una vacuna que no proporciona inmunidad esterilizante, que no protege absolutamente contra la enfermedad, se convierten esas aves en fábricas de mutaciones", declaró Kennedy en Fox News en marzo.
Entre las agencias del HHS se encuentran los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y la Administración de Alimentos y Medicamentos.
Por lo general, todas las aves de las bandadas afectadas son sacrificadas, una práctica conocida como "sacrificio sanitario" en las normas internacionales promulgadas por la Organización Mundial de Sanidad Animal. Tanto Kennedy como la secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, han sugerido que los granjeros podrían mantener con vida a las aves expuestas que sobrevivan, y el USDA dijo en febrero que iba a trabajar con granjeros y científicos para "desarrollar estrategias innovadoras para limitar el alcance de las despoblaciones".
No está claro si los granjeros han dejado vivir a las aves de las bandadas afectadas.
El USDA no respondió a una solicitud de comentarios antes de la publicación.
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