La falta de personal de control del tráfico aéreo continuó provocando retrasos en los vuelos hasta la noche del 7 de octubre, debido al cierre del gobierno federal.
La Administración Federal de Aviación (FAA) anunció problemas de personal en Nashville, Boston, Dallas, Chicago y Filadelfia.
Ademas, los centros de control del tráfico aéreo de Atlanta, Houston y el área de Dallas-Fort Worth también se vieron afectados.
Según los datos de seguimiento de vuelos, más de 3000 vuelos sufrieron retrasos en el segundo día de escasez de personal.
La FAA está trabajando para reducir el número de vuelos que llegan al aeropuerto de Chicago O'Hare donde los retrasos promedian 41 minutos, y problemas similares de personal están afectando al Centro de Control de Tráfico Aéreo de Atlanta.
En el Aeropuerto Internacional Newark Liberty, que sirve a los viajeros de la ciudad de Nueva York, los vuelos se retrasaron en promedio 30 minutos, mientras que el control del tráfico aéreo en el Aeropuerto Internacional de Nashville y el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington también están experimentando demoras a debido a la falta de personal.
Cuando el cierre de gobierno alcanzó una semana, los líderes sindicales de los controladores aéreos y los encargados de seguridad aeroportuaria advirtieron que la situación podría empeorar.
Los impactos de los vuelos en tiempo real se pueden consultar en fly.faa.gov.
Aunque se han registrado interrupciones en el tráfico aéreo desde el 6 de octubre en Burbank (California), Newark (Nueva Jersey) y Denver, según la FAA, alrededor del 92 % de los más de 23,600 vuelos nacionales desde aeropuertos estadounidenses despegaron a tiempo.
Las condiciones meteorológicas también han contribuido parcialmente a los retrasos.
Ambos partidos políticos se han acusado mutuamente de ser responsables del cierre de gobierno.
Cerca de 13,000 controladores aéreos y aproximadamente 50,000 agentes de la Administración de Seguridad del Transporte (TSA) deben seguir trabajando durante el cierre del gobierno, aunque no reciban su salario.
El secretario de Transporte, Sean Duffy, dijo durante una rueda de prensa el 7 de octubre en el aeropuerto de Newark que el número de controladores aéreos que se reportaron enfermos aumentó ligeramente desde que comenzó el cierre la semana pasada.
"Esto provocará retrasos", dijo Duffy, quien habló a los periodistas junto a Nick Daniels, presidente de la Asociación Nacional de Controladores del Tráfico Aéreo, que representa a casi 20,000 controladores.
Duffy señaló que, si el cierre se prolonga, los controladores no recibirán su primer cheque de pago el 14 de octubre. "En algunas áreas, se ha producido una reducción del 50 % en el personal", agregó.
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson (R-La.), dijo ese mismo día que está abierto a apoyar una legislación que garantice que los militares y los controladores aéreos no pierdan sus próximos salarios.
Johnson y el líder de la mayoría del Senado, John Thune (R-S.D.), hablaron sobre el impacto del cierre, y Johnson dijo: "Lo estamos monitoreando día a día. Sin duda, estoy abierto a ello. Lo hemos hecho en el pasado. Queremos asegurarnos de que nuestras tropas reciban su salario".
Sin embargo, un día después, Johnson aclaró que la Cámara no consideraría una medida independiente para continuar pagando a los militares durante el cierre. Explicó que su Cámara ya había votado hace semanas a favor de seguir pagando a los militares, a la patrulla fronteriza, a la TSA y a "todos los demás", pero cuando votaron la resolución "todos los demócratas en la Cámara, excepto uno, votaron en contra".
Con información de Reuters y Jacob Burg.
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