El hijo de Liz Moore, Bodin, ha tenido dificultades desde que nació: problemas para alimentarse y dormir, retrasos en el desarrollo y el rendimiento académico, torpeza social y, finalmente, fue diagnosticado con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) a los 6 años.
Para entonces, Moore había leído el libro "Sleep Wrecked Kids" (Niños con trastornos del sueño), que habla de la relación que puede haber entre la salud de las vías respiratorias y los problemas de comportamiento y aprendizaje. Moore se convenció de que podía hacer algo más que aceptar que su hijo tenía un trastorno del desarrollo neurológico.
"Sabía que algo no estaba bien y empecé con lo menos invasivo", explicó Moore, entrenadora deportiva, a The Epoch Times. Primero convenció al dentista de Bodin para que le colocara expansores palatinos para abrir sus vías respiratorias. Bodin dejó de mojar la cama, pero seguía sin dormir toda la noche.
Liz Moore con su hijo Bodin, cuyos síntomas de TDAH han desaparecido desde que le extirparon las adenoides y las amígdalas. Foto cortesía de Liz MooreLuego, Moore lo llevó a un otorrinolaringólogo, especialista en oídos, nariz y garganta, quien le extirpó quirúrgicamente las amígdalas y las adenoides. El médico descubrió que sus vías respiratorias estaban bloqueadas en un 99 % por adenoides agrandadas.
Desde entonces Bodin se convirtió en un niño diferente. Ahora es sociable, brillante académicamente, duerme bien y practica deportes. Su historia revela que los síntomas del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) a veces se deben a causas físicas externas al cerebro que, sin embargo, lo afectan.
Bodin no es el único caso. Durante 12 años, Maria Rickert Hong ha recopilado información sobre familias que han mejorado los síntomas del TDAH abordando los problemas de salud latentes. Hong cofundó Documenting Hope, una organización sin ánimo de lucro que comparte las posibles causas y soluciones de los trastornos del desarrollo.
"Hay muchas causas de fondo que se pueden investigar", dijo Hong a The Epoch Times. "Muchas veces, el TDAH se disfraza de otra cosa".
Usualemente el TDAH se diagnostica fácilmente de forma errónea
Los problemas médicos se encuentran entre las razones más comunes para el diagnóstico erróneo del TDAH, pero las evaluaciones médicas rara vez forman parte del proceso de evaluación del TDAH.Los diagnósticos de TDAH se deben realizar por un psiquiatra infantil, un pediatra o un profesional sanitario con experiencia en el diagnóstico de TDAH, según un artículo publicado en Neuropediatrics. Sin embargo, existe una creciente preocupación por el hecho de que los niños estén recibiendo diagnósticos y medicación con demasiada rapidez.
Entre los pacientes en edad preescolar que acudieron a su médico de cabecera por TDAH, al 42.2 % le recetaron medicamentos en los 30 días siguientes al diagnóstico, según un estudio publicado en JAMA Network Open.
El artículo de Neuropediatrics señala que la epilepsia, los trastornos tiroideos, los trastornos del sueño, las interacciones farmacológicas, la anemia y la leucodistrofia (trastornos genéticos que afectan al cerebro) pueden imitar el TDAH y, por lo tanto, se deben descartar en primer lugar cuando se sospecha que un niño padece TDAH.
Hay varios padecimientos médicos, como los trastornos respiratorios y la enfermedad inflamatoria intestinal, que pueden diagnosticarse erróneamente como TDAH y presentar síntomas similares a los del TDAH, en particular los de falta de atención, según un estudio revisado por pares publicada en Brain Sciences.
A veces, las soluciones son sorprendentemente sencillas. Puede ser atender necesidades básicas como dormir lo suficiente, hacer ejercicio, tomar el sol y estar en contacto con la naturaleza, que podrían aliviar los síntomas en algunos niños, dijo Hong, consejera certificada en salud holística. También es importante mantener un nivel equilibrado de azúcar en la sangre y movimientos intestinales regulares, añadió.
5 enfermedades que se asemejan al TDAH
A continuación se presentan algunas causas comunes de los síntomas similares al TDAH:1. Falta de sueño
Los trastornos del sueño, especialmente la respiración deficiente durante el sueño, pueden afectar al cerebro a cualquier edad. Los niños que no duermen bien corren un alto riesgo de sufrir dificultades de comportamiento, como la hiperactividad."Muchos niños reciben medicamentos para el TDAH cuando, en realidad, lo que tienen es un trastorno respiratorio del sueño", explicó Nicole Goldfarb, logopeda, a The Epoch Times. "A veces no es tan obvio para los padres, a menos que estén en la habitación con su hijo mientras él duerme".
Goldfarb atribuyó inicialmente la incapacidad de su hijo para quedarse quieto en la clase de música cuando era pequeño al TDAH. Por miedo a perturbar su descanso, rara vez lo revisaba por la noche. Cuando finalmente lo observó, se preguntó si corría riesgo de morir al verlo roncar, jadear en busca de aire y dar vueltas en la cama.
Resultó que tenía las amígdalas y las adenoides extremadamente grandes y era necesario extirparlas, una de las muchas causas de los trastornos respiratorios del sueño en los niños.
Los niños con dificultades respiratorias durante el sueño sufren falta de oxígeno y sueño fragmentado, ambos factores causan inflamación que pueden afectar a la estructura cerebral, generando en particular déficit de atención.
Otros signos de problemas respiratorios nocturnos incluyen tos o ahogo, sudores nocturnos, rechinar los dientes, despertares frecuentes durante la noche, respiración bucal, enuresis nocturna y síntomas similares al TDAH, como falta de concentración, impulsividad e hiperactividad.
Los niños con trastornos respiratorios del sueño tempranos tienen hasta un 60 % más de probabilidad de tener problemas de conducta a los 4 años y hasta un 100 % más de probabilidad a los 7 años, según un estudio de 11,000 niños publicado en Pediatrics. Cuanto más graves eran los problemas de sueño, más graves eran los problemas de conducta, siendo la hiperactividad el más común.
Las herramientas de detección de trastornos respiratorios del sueño podrían estar disponibles pronto en las consultas dentales. Goldfarb, también certificada en miología orofacial, es una de las expertas que está ayudando a desarrollarlas.
Goldfarb se enteró que su hijo también padecía un trastorno de movimientos periódicos de las extremidades, una afección relacionada con los niveles bajos de hierro/ferritina que también puede asmilirase al TDAH porque perturba el sueño. No podía quedarse sentado y se paseaba por la clase.
2. Discapacidad visual
Un estudio revisado sistemático y un metaanálisis publicados en Molecular Psychiatry revelaron una relación entre el TDAH y problemas de visión reducida, como dificultad para distinguir diferencias sutiles de color, sensibilidad al contraste reducida, problemas para cambiar el enfoque entre objetos lejanos y cercanos, movimientos oculares descoordinados, estrabismo y ojos perezosos.La revisión señala que la discapacidad visual puede alterar no solo las capacidades cognitivas, sino también el desarrollo psicosocial, ya que es probable que limite la participación de la persona en una amplia variedad de actividades.
Una posible razón es que el cerebro dedica recursos excesivos a las tareas visuales, lo que resta capacidad de procesamiento a las partes del cerebro asociadas con la atención sostenida. Otra explicación posible es que resulta difícil concentrarse en tareas como la lectura cuando los ojos no funcionan correctamente.
"Los problemas de visión funcional son problemas cerebrales. La visión es la forma en que nuestro cerebro filtra, organiza y procesa toda la información que llega a los ojos para extraer su significado y, a continuación, dirige la acción adecuada", según el Dr. Bryce Appelbaum, optometrista con formación adicional en atención oftalmológica del desarrollo y del comportamiento. "La visión dirige el comportamiento".
Se puede tener una visión 20/20 y seguir padeciendo problemas de visión, dijo Appelbaum.
Appelbaum dijo a The Epoch Times que de niño tenía problemas con los deportes y mareo, y que su hijo odiaba leer, situaciones derivadas de problemas funcionales de la visión que requeren tratamiento.
La Asociación Americana de Optometría estima que el 80 % del aprendizaje en el aula se realiza a través de la visión. Un diagnóstico y un tratamiento adecuados, que pueden incluir gafas, cirugía o terapia ocular y cerebral, pueden restaurar la función, dijo Appelbaum.
Los oftalmólogos funcionales se incluyen en una lista en Internet de la Asociación de Desarrollo y Rehabilitación de la Visión Optométrica.
3. Uso excesivo de pantallas
"Ahora que el tiempo que pasamos frente a las pantallas está ocupando gran parte de la vida de nuestros hijos y de la nuestra, se está generando un nuevo estrés visual", dijo Appelbaum. Le estamos exigiendo a nuestro cerebro y a nuestros ojos que hagan cosas para las que no estamos preparados como seres humanos".Para leer en una pantalla se utilizan movimientos oculares diferentes a los que se utilizan para leer en una página, dijo, y señaló que el brillo, el contraste, el resplandor y la luz de alta energía ejercen esfuerzo sobre la coordinación y el enfoque ocular. Las pantallas pueden perjudicar las tareas cotidianas, mientras que ejercitar y fortalecer los ojos puede ayudar a revertir los problemas de visión y TDAH, dijo.
ediebloom/GettyImagesEl tiempo excesivo frente a la pantalla parece cambiar la estructura del cerebro —un volumen cortical más pequeño asociado al TDAH— y alterar la función cerebral, como la conectividad neural.
Un estudio de caso publicado en Environmental Research reveló que el diagnóstico de TDAH de un niño de 9 años se eliminó tras reducir el tiempo frente a la pantalla. Antes, pasaba un promedio de más de siete horas cada día de la semana jugando a videojuegos en la televisión, la computadora y el teléfono, y presentaba síntomas de impulsividad, falta de atención y agresividad.
Según un metaanálisis, entre 81,234 niños de nueve estudios, aquellos que pasaban más de dos horas al día frente a las pantallas tenían un 50 % más de probabilidades de mostrar síntomas de TDAH que los niños que usaban las pantallas menos de dos horas al día.
"Por lo tanto, es necesario reducir el tiempo que los niños pasan frente a las pantallas cada día para prevenir la aparición del TDAH", escribieron los autores.
4. Falta de proteínas
La solución a los problemas de atención y comportamiento puede ser más sencilla de lo que parece: comer suficientes proteínas, según la pionera en neuro-nutrientes Julia Ross.Las proteínas completas, que se encuentran en la carne, el pescado, los huevos, los lácteos y la soja, contienen aminoácidos como la tirosina y el triptófano, que el cerebro utiliza para producir neurotransmisores que controlan la atención, el estado de ánimo y el comportamiento. Las personas con TDAH suelen tener niveles bajos de dopamina, norepinefrina y serotonina, en las que se convierten estos aminoácidos.
Los neurotransmisores también se ven afectados por el ejercicio, la cafeína y el sueño. Los medicamentos estimulantes para el TDAH actúan aumentando temporalmente la dopamina y la norepinefrina.
Ross relató la historia de un niño hiperactivo que participaba plenamente en una reunión con su mamá, pero solo si corría en círculos por la habitación. Después de tomar una forma masticable de triptófano en dosis bajas llamada 5-HTP, se calmó, se sentó junto a su mamá.
Más tarde, según Ross, su mamá salió de la habitación. El niño comió un caramelo que llevaba en el bolsillo e inmediatamente volvió a estar hiperactivo. El consumo de azúcar también está positivamente asociado con el TDAH.
"Ese día eliminamos su TDAH, pero hoy en día la situación nutricional de los niños ha empeorado mucho", dijo Ross. "Los niños y adultos que acuden a nuestra consulta están ahora en mucho peor estado. Antes de la década de 1970, cuando nuestra dieta incluía proteínas completas, grasas saludables y carbohidratos moderados, nunca habíamos tenido estas epidemias de depresión, ansiedad, TDAH, adicción y autismo".
5. Retraso en el desarrollo
Los retrasos y los patrones atípicos en los hitos del desarrollo del bebé y los reflejos primitivos —respuestas instintivas que tienen los recién nacidos y que les permiten comer, respirar y sentar las bases para gatear y caminar— se han sugerido como posibles factores en algunos trastornos del desarrollo neurológico.Los bebés suelen integrar los reflejos primitivos entre los 6 y los 12 meses, sustituyéndolos por movimientos voluntarios más sofisticados que permiten un flujo natural de los hitos del desarrollo.
Los niños con TDAH suelen tener un desarrollo atípico en relación con las habilidades motoras, según un estudio revisado publicado en Behavioral Sciences. Por ejemplo, pueden presentar retrasos en aprender a sentarse, o tener una postura deficiente y no seguir los patrones habituales en los hitos del desarrollo.
Un estudio revisado sistemática publicada en Frontiers in Psychiatry halló correlación entre los síntomas del TDAH en los niños y la persistencia de ciertos reflejos primitivos, en particular los que ayudan a los bebés a prepararse para gatear.
Un programa de reintegración de 12 semanas de duración con 2175 niños con TDAH reveló mejoras en la integración de los reflejos mediante movimientos rítmicos, ejercicios de escucha y matemáticas, según los resultados publicados en Frontiers in Public Health.
Los reflejos primitivos persistentes pueden influir en la forma en que los niños mantienen su postura, según Sargent Goodchild, propietario de Active Healing, una clínica que ofrece terapia de movimiento. Cuando las escuelas prohíben posturas compensatorias como encorvarse o sentarse sobre las piernas, los niños pueden parecer distraídos, mirando por la ventana mientras su cerebro lucha por controlar el reflejo.
"Es muy difícil concentrarse a menos que usted mismo desee abandonar esa postura", dijo.
Objetivo final: un tratamiento eficaz
Hong sugiere considerar el TDAH como una enfermedad que afecta a todo el cuerpo y abordar primero soluciones sencillas. Eso podría significar añadir más nutrientes a la dieta del niño o enseñar tanto a usted como a su hijo técnicas de relajación.También puede ser útil trabajar con un profesional que examine a fondo el historial médico de su hijo, incluyendo los traumas del parto, para identificar las enfermedades de base. Los padres como Moore, que siguen investigando, suelen tener éxito, dijo Hong.
"Trabaje con un profesional especializado, lea algunos libros, infórmese más, siga investigando. Hay mucha información disponible".
Aunque Bodin está prosperando, Moore continúa su tratamiento de ortodoncia: aparatos y ahora un retenedor para mantener un paladar amplio y respirar mejor. Ella misma usó la expansión del paladar y vigila de cerca a su hijo de 9 meses para detectar cualquier signo de problemas respiratorios.
Después de ser testigo de la transformación de Bodin, Moore se siente frustrada porque no hay más médicos capacitados para identificar problemas respiratorios y otros problemas físicos que se confunden con problemas de comportamiento en los niños.
Siente que perdió seis años para conocer a su hijo, cuyos déficits de atención y retrasos le impidieron mantener una conversación hasta después de la cirugía.
“El otro día tuvimos una reunión de padres y profesores y su maestra dijo que todos quieren sentarse con él a la hora del almuerzo. Él es divertido. Es sociable. Ahora juega kickball y baloncesto durante el recreo, algo que nunca habría hecho antes. Empezó a practicar karate, todas estas cosas diferentes que nunca nos habría dejado hacer antes”, dijo Moore.















