Mientras los medios del régimen presentaban al Cuarto Pleno del 20avo. Comité Central el Partido Comunista Chino (PCCh) como una reunión política rutinaria que aprobaría el XV Plan Quinquenal, tras la propaganda se desarrollaba una purga sin precedentes en el corazón de la cúpula militar china.
Antes del pleno, nueve líderes militares, cada uno de ellos promovido personalmente por el líder del PCCh, Xi Jinping, fueron destituidos el 17 de octubre, un acontecimiento extraordinario incluso para los opacos estándares del PCCh.
Los cambios de personal, acompañados de un lenguaje político inusualmente severo, han llevado a muchos observadores a concluir que el control de Xi sobre el ejército y el aparato del partido en general es más débil de lo que parece.
Onda de choque alcanza a mandos militares
La expulsión de altos líderes militares incluyó figuras importantes de la Comisión Militar Central (CMC), la Fuerza de Cohetes, la Policía Armada Popular y el Comando del Teatro Oriental, todos ellos actores centrales en la estructura de defensa de China.Desde el 20avo Congreso del PCCh en 2022, 14 generales nombrados personalmente por Xi han sido destituidos, una proporción sin precedentes en la historia moderna del Partido.
Ming Chu-cheng, profesor emérito de ciencias políticas de la Universidad Nacional de Taiwán, dijo en el podcast “Democratic Taiwan Channel” que el lenguaje de los avisos disciplinarios militares con frases como “traición a la lealtad” y “grave violación del principio de control del Partido sobre las armas” se encuentra entre los más duros del léxico del PCCh.
“La frase ‘traición a la lealtad’ tiene mucho más peso que cualquier acusación de corrupción”, dice Ming.
“Esto implica potenciales actos de deserción, conspiración o, como mínimo, un profundo disenso político, posiblemente respecto de la estrategia del PCCh hacia Taiwán”.
Particularmente notables fueron las expulsiones de He Weidong y Miao Hua. Ambos pertenecían a un grupo que antes se consideraba leal a Xi. Su rápido ascenso al poder fue seguido por una rápida caída, marcando uno de los mandatos más cortos de la historia para miembros del Politburó y vicepresidentes del CMC.
Según Ming, el momento y la magnitud de la purga fueron deliberados y constituyó una demostración de fuerza para recordar a los militares su absoluta obediencia.
Sin embargo, dijo, la escala de la corrupción y la deslealtad descubierta (que según algunas estimaciones abarca a casi la mitad de todos los generales en servicio) subraya la profundidad de la podredumbre sistémica, que socava la moral y la preparación para el combate, particularmente en las unidades de primera línea responsables de Taiwán.
Aunque Xi apretó las tuercas del ejército, el único ascenso anunciado en el pleno planteó nuevas preguntas sobre hasta dónde se extiende realmente su autoridad.
(Getty Images, Baidu, Namuwiki, Dominio público, CCTV)
Promoción con límites
Zhang Shengmin fue ascendido a vicepresidente de la CMC. Zhang, un funcionario disciplinario de carrera que dirigió el aparato anticorrupción del ejército, ascendió rápidamente en la jerarquía. Sin embargo, en una notable desviación de las normas del Partido, no obtuvo el puesto habitual en el poderoso Politburó del PCCh.El comentarista de actualidad sobre China, Zhang Tianliang, dijo en su podcast “Tianliang Times” que la medida es una señal de restricción deliberada.
“Por tradición [del PCCh], cada vicepresidente de la CMC es también miembro del Politburó y goza del rango de diputado a nivel nacional”, dijo Zhang.
"Aunque Zhang Shengmin fue ascendido, su poder se ha visto claramente limitado. Esto representa un esfuerzo deliberado por contener y equilibrar la influencia de los 'ejecutores de mano dura' que realizan el trabajo sucio del régimen, impidiendo que su autoridad se expanda sin control".
En su opinión, la decisión de Xi de promover a un ejecutor de línea dura como Zhang Shengmin, mientras le niega la plena elevación política, revela tanto su necesidad de un organismo de control leal como su temor a los servidores demasiado poderosos. También dice que el acuerdo está diseñado para dividir la autoridad al interior de la CMC y garantizar que ningún general pueda dominar a las fuerzas armadas.
¿Xi está perdiendo el control militar?
Tang Jingyuan, un médico residente en Estados Unidos y comentarista de actualidad sobre China, ofreció su opinión sobre la reorganización. En su programa de podcast "JingYuan Talk", observa que las funciones simultáneas de Zhang Shengmin como vicepresidente de la CMC, secretario de la Comisión de Inspección Disciplinaria de la CMC y sus funciones en el Departamento de Trabajo Político le otorgan control sobre la supervisión disciplinaria y el personal, los dos pilares más sensibles del poder militar.Esto “crea un bloque de poder de facto”, dijo Tang. “Tras el pleno, el liderazgo de la CMC, excluyendo al propio Xi Jinping, estaba compuesto por tres generales: Zhang Youxia, Zhang Shengmin y Liu Zhenli. Ninguno de los tres se considera un partidario leal de Xi. Algunos incluso creen que podrían haber tenido un conflicto con él”.
Aún más significativa, señaló Tang, es la exclusión de Zhang Shengmin del Politburó, una ruptura casi sin precedentes con el principio tácito del Partido de que "el Partido manda en las armas". La ausencia de un escaño en el Politburó indicaría una menor intervención directa de la facción de Xi, lo que podría otorgarle al nuevo vicepresidente mayor autonomía e insinuar una erosión del control en la cúpula militar.
También señaló que el actual CMC, compuesto por sólo cuatro miembros, es el más pequeño en la historia del PCCh, una posible indicación de que la purga aún está incompleta.
El general Zhang Youxia, vicepresidente de la Comisión Militar Central, habla en la inauguración del Simposio Naval del Pacífico Occidental en Qingdao, China, el 22 de abril de 2024. Según fuentes internas, Zhang y Xi Jinping han discrepado en importantes cuestiones políticas en los últimos años. (Kevin Frayer/Getty Images)
Liderazgo en el limbo
Otros analistas ven la turbulencia no sólo como una maniobra faccional sino como el síntoma de un colapso institucional más profundo.Chen Pokong, comentarista político chino residente en Estados Unidos, describió el cuarto pleno como una reunión celebrada en condiciones de "semiparalización". En su transmisión en vivo por YouTube, señaló que la sesión de clausura, tradicionalmente celebrada en el Hotel Jingxi de Beijing, fue trasladada abruptamente al Gran Palacio del Pueblo, un cambio que recuerda la reubicación de emergencia durante el pleno de 2019, cuando un miembro del Comité Central presuntamente se suicidó.
Según Chen, estas irregularidades sugieren que los altos mandos del poder del PCCh están en crisis.
“Solo una persona, Zhang Shengmin, fue ascendida, mientras que numerosas vacantes en el Politburó y en el Comité Central siguen sin cubrirse”, dijo. “Aproximadamente el 20 % de los escaños del Comité Central están vacíos, un nivel de disfunción sin precedentes desde que comenzó la era de la 'reforma y apertura' [a finales de la década de 1970]”.
Además, la tasa de asistencia, 168 de los 205 miembros del Comité Central, fue la más baja en casi medio siglo. Se cree que muchos ausentes están siendo investigados, pero aún no han sido sancionados públicamente. Chen argumenta que esto refleja tanto la magnitud de la purga actual como la creciente resistencia a las decisiones de Xi sobre el personal.
“La capacidad de Xi para dictar nombramientos se ha erosionado”, dijo. “El liderazgo está fracturado y su autoridad ya no es absoluta”.
Cimientos erosionados
El analista independiente chino-canadiense Terence Shen dice en su podcast “Mr. Shen” que el significado más profundo del pleno no reside en sus decisiones sobre personal, sino en lo que se revela sobre la lógica de gobierno del Partido.“El foco de Xi ha pasado de eliminar rivales políticos a purgar a aquellos que considera incompetentes o insuficientemente obedientes”, dice.
Shen dice que los cuadros medios y locales del PCCh, que en su día fueron los motores de la ejecución de las políticas, ahora están desmoralizados y desconfían de las reiteradas purgas del régimen de Xi en todos los niveles de gobierno. En su opinión, Xi ha priorizado la lealtad como criterio principal para las decisiones de personal.
"Las purgas constantes han creado una cultura de miedo y parálisis, que recuerda a la Revolución Cultural de Mao", dice Shen.
Aunque el comunicado del pleno reafirma el compromiso del Partido con el desarrollo económico, Shen cree que esta retórica simplemente enmascara una obsesión primordial con el “mantenimiento de la estabilidad” para mantener al PCCh en el poder.
En conjunto, la amplia purga militar, la promoción restringida de Zhang Shengmin y las luchas de poder internas dentro del PCCh apuntan a un liderazgo bajo tensión, según los analistas.
Li Jing colaboró en este reporte
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