Estados Unidos, junto a otros 90 países de las Naciones Unidas, exigió el 3 de diciembre a Rusia que garantice "el retorno inmediato, seguro e incondicional de todos los niños ucranianos que han sido trasladados o deportados por la fuerza" y pidió a Moscú que ponga fin a esta presunta práctica.
La resolución fue aprobada por la Asamblea General de la ONU un día después de que el enviado especial del presidente estadounidense Donald Trump, Steve Witkoff, y su yerno Jared Kushner se reunieran con el presidente ruso Vladimir Putin en el Kremlin para mantener conversaciones con el fin de poner fin a la guerra en Ucrania.
Moscú había pedido a los países que se opusieran a la resolución, redactada por Ucrania, Canadá y la Unión Europea, aduciendo que era perjudicial para el logro de la paz.
"Cada voto a favor de la resolución es un apoyo a las mentiras, la guerra y la confrontación. Cada voto en contra es un voto a favor de la paz", declaró la embajadora adjunta de Rusia ante la ONU, Maria Zabolotskaya, ante la Asamblea General antes de la votación.
Un total de 12 países, entre ellos Rusia, Bielorrusia e Irán, votaron en contra de la resolución, mientras que 57 naciones, entre ellas China, India y Arabia Saudita, se abstuvieron.
Las resoluciones de la Asamblea General no son vinculantes, pero reflejan las opiniones de los Estados de todo el mundo.
Kiev dice que Moscú ha secuestrado a decenas de miles de niños y los ha llevado a Rusia o a territorios ocupados por Rusia sin el consentimiento de sus familias o tutores.
La Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya, Países Bajos, emitió órdenes de detención en 2023 contra Putin y su comisionada para los derechos de los niños, Maria Lvova-Belova, acusándolos de deportar ilegalmente a niños, lo que se considera un crimen de guerra.
En declaraciones a la agencia estatal de noticias rusa TASS en ese momento, el Kremlin calificó las acusaciones de "indignantes e inaceptables" y aseguró que las órdenes son "nulas y sin efecto", ya que Rusia no reconoce la jurisdicción de la CPI.
La medida de las Naciones Unidas se produjo el mismo día que se realizó una audiencia del Senado de Estados Unidos sobre las acusaciones de secuestro.
Niños jugando en la sala para madres y bebés de la estación de tren de Lviv, en Ucrania, el 24 de marzo de 2022. (Charlotte Cuthbertson/The Epoch Times)"La población y las organizaciones de Ucrania dicen que la Rusia de Putin ha separado a más de 19,000 niños ucranianos de sus familias, tratando de convertirlos en rusos", dijo el senador Lindsey Graham (R-S.C.). "No se puede detener este conflicto de forma honorable sin que se rinda cuentas de todos los niños que la Rusia de Putin ha sustraído de Ucrania. Y punto".
Nathaniel Raymond, investigador de crímenes de guerra y director ejecutivo del Laboratorio de Investigación Humanitaria de la Escuela de Salud Pública de Yale, declaró ante la comisión que, según la investigación que realizó durante tres años y medio con el Departamento de Estado de EE. UU., la cantidad real de niños ucranianos presuntamente secuestrados por Rusia "se acerca más a los 35,000".
Graham, uno de los principales republicanos del Senado, dijo que el Congreso debería revisar los términos de cualquier acuerdo que la Administración Trump esté negociando con Moscú, de manera que el poder legislativo tenga voz y voto sobre si el acuerdo es bueno o malo y si ofrece garantías de seguridad a Ucrania, "que deben existir".
Olga Stefanishyna, embajadora de Ucrania en Estados Unidos, dijo que para el Gobierno de Ucrania es "innegociable" que "todos los niños que han sido secuestrados sean devueltos incondicionalmente", o Kiev no aceptará un acuerdo con Moscú.
Moscú niega las acusaciones de secuestro de niños, y dice que ha estado protegiendo a los niños vulnerables de una zona de guerra.
"Las alusiones en los medios de comunicación occidentales, impulsadas por Kiev, a decenas o incluso cientos de miles de niños 'secuestrados' son deliberadamente falsas y se están difundiendo maliciosamente en la guerra propagandística contra Rusia", dijo el mes pasado el embajador de Rusia en Estados Unidos, Alexander Darchiev, según TASS.
La primera dama Melania Trump pronuncia un comunicado en el Gran Vestíbulo de la Casa Blanca el 10 de octubre de 2025. (Kevin Dietsch/Getty Images)La repatriación de niños ucranianos desde Rusia también se ha convertido en un tema central para la primera dama de Estados Unidos, Melania Trump.
En agosto, cuando el presidente ruso visitó Alaska, le envió una carta solicitándole su ayuda para repatriar a los niños.
"Como padres, es nuestro deber alimentar la esperanza de la próxima generación. Como líderes, la responsabilidad de sostener a nuestros hijos va más allá de la comodidad de unos pocos", escribió en la carta.
"Sin lugar a dudas, debemos esforzarnos por pintar un mundo lleno de dignidad para todos, para que cada alma pueda despertar a la paz y para que el futuro esté perfectamente protegido".
Putin respondió personalmente y ambos entablaron un diálogo abierto y se comunicaron regular durante los últimos meses, según Melania.
En octubre, Melania dijo que ocho niños fueron devueltos a sus familias y que pronto serán más.
"La primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, quien apeló al presidente ruso [Vladimir Putin] con la petición de prestar mucha atención al destino de los menores de edad en la zona de conflicto, expresó su gratitud por la disposición de la parte rusa a proporcionar información objetiva y detallada", dijo Darchiev en ese momento.
Gracias a esta interacción, "siete niños se reunieron en poco tiempo con sus familias en Ucrania y una niña regresó a Rusia", añadió.
Con información de Jacob Burg.
