Las familias que tienen dificultades para decidir cómo tratar el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) ahora tienen acceso a una nueva herramienta basada en la evidencia que compara los beneficios y los riesgos de todo, desde los medicamentos estimulantes hasta la terapia cognitivo-conductual.
Los investigadores lanzaron un sitio web que resume los datos de 115 ensayos controlados aleatorios sobre los beneficios y los daños de 15 tratamientos para el TDAH en una tabla sencilla e interactiva.
El objetivo de la investigación y la herramienta, financiadas con fondos públicos en Europa, era recopilar y presentar la evidencia de mayor calidad en un formato sencillo a las personas con TDAH y sus familias, que a menudo se sienten abrumadas por las opciones de tratamiento.
"Nuestro objetivo no es aumentar o reducir el uso de medicamentos, sino facilitar la toma de decisiones compartida", explicó Corentin Gosling, profesor asociado de la Universidad de París Nanterre y primer autor principal del estudio, en un correo electrónico enviado a The Epoch Times. "Realmente esperamos que la plataforma pueda empoderar a las personas".
Lo que muestra la investigación
En concreto, la revisión reveló que las intervenciones farmacológicas ofrecen los mayores beneficios, especialmente para los niños, aunque pueden ser mal toleradas. Los resultados reflejan las directrices de tratamiento actuales, que dan prioridad a la terapia cognitivo-conductual, las intervenciones conductuales mediadas por los padres y la medicación.Niños y adolescentes (de 6 a 17 años)
Cinco tipos de fármacos mostraron efectos de moderados a grandes en la reducción de la gravedad de los síntomas del TDAH en niños y adolescentes: agonistas alfa-2, anfetaminas, atomoxetina, metilfenidato y viloxazina. El metilfenidato y las anfetaminas son fármacos estimulantes y mostraron los mayores beneficios, aunque los pacientes de los estudios informaron de algunos problemas de tolerancia, falta de apetito y dificultades para dormir.Las intervenciones no farmacológicas, como la terapia cognitivo-conductual, la acupuntura, el entrenamiento conductual mediado por los padres, el ejercicio físico y la neuroretroalimentación, que reprograma el cerebro para permitir la concentración o la relajación, también ayudaron a aliviar los síntomas, aunque la evidencia era de menor calidad.
También se descubrió que la dieta ayudaba a aliviar los síntomas, aunque no se toleraba bien y la evidencia era más débil.
Niños en edad preescolar
Los estudios sobre intervenciones en niños en edad preescolar se centraron únicamente en el metilfenidato o el entrenamiento conductual mediado por los padres, y se descubrió que ambos eran eficaces para los síntomas. En ocasiones, se suspendió el metilfenidato debido a efectos adversos.Adultos
Se observó un efecto medio en la reducción de la gravedad de los síntomas del TDAH en adultos que tomaban atomoxetina, un fármaco no estimulante, y metilfenidato, y que utilizaban terapia cognitivo-conductual. Los ensayos de alta calidad también mostraron un efecto para las anfetaminas.En cuanto a las intervenciones no farmacológicas, la atención plena tuvo un efecto alto con evidencia de baja calidad. La estimulación transcraneal con corriente continua, que es una estimulación cerebral eléctrica débil y no invasiva, y la neuroretroalimentación también mostraron cierto efecto.
La revisión y el sitio web informan de mejoras en los principales síntomas del TDAH según la valoración de médicos, profesores, padres, los propios pacientes o una combinación de todos ellos. Además de mostrar si una intervención es prometedora, el sitio web también indica si la evidencia que respalda cada intervención es alta, moderada, baja o muy baja.
Exponer las lagunas en la investigación
El sitio web revela lagunas en la evidencia, especialmente en lo que respecta a las intervenciones no farmacológicas."Esto refleja el estado actual de la literatura científica, en la que las intervenciones no farmacológicas a menudo se enfrentan a retos metodológicos", dijo Gosling, señalando que los estudios sobre tratamientos no farmacológicos a menudo no incluyen ensayos controlados aleatorios.
Dijo que espera que la transparencia anime a los investigadores a realizar ensayos de mayor calidad en intervenciones no farmacológicas. Ninguna de las intervenciones no farmacológicas incluidas en la revisión alcanzó una evidencia de certeza alta o moderada, aunque la acupuntura y la terapia cognitivo-conductual mostraron efectos estadísticamente significativos.
Sopesar las opciones
La cuestión de si se debe medicar el TDAH —incluyendo qué fármacos utilizar, cuándo empezar y cómo controlar los efectos adversos— es una cuestión que preocupa a muchos pacientes y a sus familias.Los pacientes pueden considerar la terapia cognitivo-conductual antes que los fármacos, según declaró a The Epoch Times la Dra. Gail Saltz, profesora clínica asociada de psiquiatría en la Facultad de Medicina Weill Cornell, que no participó en el estudio.
Muchas deficiencias pueden abordarse con soluciones alternativas desarrolladas en la terapia, como la creación de sistemas que ayuden a los niños a aprender a leer y seguir instrucciones, recordarles las tareas esenciales y mantener organizados los documentos y otros elementos esenciales, dijo Saltz.
Señaló que la medicación puede ser adecuada cuando los síntomas perturban gravemente el funcionamiento diario y la autoestima, pero solo después de una evaluación exhaustiva y tras considerar cuidadosamente los posibles efectos secundarios. "La medicación debe administrarse con mucho cuidado", dijo Saltz. "Para mucha gente, parece una solución rápida, pero es solo una curita", añadió. "Solo ayuda mientras se toma la medicación, a diferencia de las intervenciones conductuales, que son duraderas".
Sin embargo, los autores de la revisión señalaron que los medicamentos para el TDAH ofrecen beneficios más allá de la reducción de los síntomas, como la reducción del riesgo de muerte por causas no naturales y la disminución de las conductas suicidas, las lesiones no intencionadas, el abuso de sustancias, los accidentes de tráfico y la criminalidad, así como la mejora del rendimiento escolar.
"Actualmente, no conocemos ninguna evidencia observacional de este tipo para las intervenciones no farmacológicas, pero esto debería investigarse en futuras investigaciones", escribieron.
Mejoras futuras
Los autores de la revisión tienen previsto seguir actualizando el sitio web a medida que avance la investigación, para que siga siendo relevante. Ya están trabajando en ampliar la sección de efectos adversos más allá del sueño y el apetito. Se incluyeron en la revisión porque son los que se notifican con mayor frecuencia en los ensayos controlados aleatorios, según Gosling, y también porque un panel de pacientes los identificó como los que más afectan a la calidad de vida.Los usuarios del sitio web también pueden utilizar las clasificaciones de tolerabilidad —es decir, los pacientes que interrumpieron el tratamiento debido a eventos adversos— como indicación de si los pacientes tuvieron dificultades con una intervención, añadió.
A finales del próximo año, es posible que se añadan más efectos adversos a la plataforma, dijo Gosling.
"Estamos desarrollando una herramienta de ayuda para la toma de decisiones que permitirá a los usuarios clasificar los efectos secundarios que más desean evitar, lo que les ayudará a encontrar las opciones de tratamiento más adecuadas".
